Larry Bird ha demostrado hasta el momento ser un directivo brillante, sus distintas elecciones de draft y los posteriores retoques de mercado, han conformado un gran equipo. Sin embargo, justo cuando parecía que no les podía ir mejor, los Pacers han buscado un plus más para poder derrotar a los Heat al intercambiar a Danny Granger y a una segunda ronda de draft por Evan Turner y Lavoy Allen.
Un mes después, no se ven grandes resultados y a pesar de que hayan vencido recientemente a su máximo rival, preocupa que Lance Stephenson, la estrella emergente de los de Indiana, haya perdido un poco de fuelle.
¿El nuevo fichaje le quita protagonismo?
En primer lugar, ambos jugadores tienen perfiles similares: destacan en la producción ofensiva mediante la entrada y los tiros de corta distancia. Si bien Stephenson es mejor tirador exterior que Turner, ambos usan su versatilidad y físico para hacer daño mediante el control del balón. Pueden actuar de bases y gracias a su manejo de balón y rapidez de piernas, dejan atrás a rivales más pesados con facilidad.
Que, a grandes trazos, tengan estilos de juego parecidos, hace que su convivencia en el campo no sea del todo sencilla. Además, la falta de Granger como triplista en la segunda unidad, que Stephenson suele liderar, no abre los espacios necesarios para las penetraciones del escolta.
Otro de los problemas es que Turner viene de un equipo en el que era la estrella por la que pasaban infinidad de balones. Ahora mismo, su rol es menos importante ya que sale desde el banquillo para aportar en la parcela ofensiva ya sea con puntos rápidos o con asistencias y organización.
Que la defensa de Miami busque forzar pérdidas para conseguir contraataques, es una de las razones por las que fue fichado ya que su gran control del balón y su más que correcta visión de juego para su posición, hace que pueda crear peligro en situaciones de presión. El problema reside en que esas características hacen difícil su adaptación al juego de los Pacers, ya que en muchos momentos esta labor corre a cargo del mencionado Stephenson.
Que Turner acabe encajando en el primer equipo del Este puede que sólo sea cuestión de tiempo pero mientras, tanto el colectivo como el que para muchos debería haber sido el tercer jugador de los Pacers en el All-Star están bajando el nivel. Cierto es que Turner no tiene por qué ser el causante, pero puede que la siempre delicada química de equipo se haya visto trastocada tras la marcha de uno de los pilares de los últimos años.
Lo cierto es que desde el All-Star la marca de los de Vogel ha sido de 12-8, inaceptable si tenemos en cuenta el 39-11 previo al Fin de Semana de las Estrellas (poco más de una semana antes de adquirir a Turner).
En términos estadísticos, Lance Stephenson está teniendo en marzo uno de los peores meses del año, insisto, el cansancio o el calendario pueden haber influido, no sólo la llegada Turner. En el apartado de asistencias, está firmando 3,1 pases de canasta por partido mientras que en los primeros cuatro meses de competición se acercaba o sobrepasaba ampliamente los 5, de hecho, en los últimos cuatro partidos no ha conseguido dar ninguna asistencia en dos ocasiones, algo que no había pasado en toda la temporada. Firma un rebote menos que el mes pasado aunque mantiene su producción de puntos, alrededor de 14. Por otro lado su ratio +/- es de tan sólo 0,5, más de 5 puntos por debajo de su media este año. No son buenas noticias.
Además, que estos dos jugadores acaben contrato este año puede que provoque una competencia insana entre ellos, ya que ambos no podrán renovar por los Pacers debido al espacio salarial limitado que maneja Larry Bird. Ya se conocía que Stephenson tendría que aceptar una subida salarial por debajo de la que le ofrecerán otros equipos si quería continuar en el equipo que le ofreció su primera oportunidad, pero si Indiana sufre una debacle en Playoffs y se siente infrautilizado a la vez que a Turner le ofrecen mucho dinero, los Pacers podrían verse en un serio aprieto. Van a hacer falta muchas victorias y mano izquierda de Bird para convencer al volcánico Stephenson de que no siga el ejemplo de Harden con OKC.
«No hacemos pasar demasiado juego ofensivo por él. Si estuviese en un equipo donde fuese el tipo de jugador al que todos buscasen, su número de triples-dobles se implementaría», Frank Vogel, entrenador de los Pacers.