El díscolo pívot, que tras su marcha de Lakers no levanta cabeza, se separará del equipo y tratará -no sabemos con qué nivel de esfuerzo- de volver a sentirse jugador de baloncesto al más alto nivel superando sus problemas articulares. El presidente de las operaciones de baloncesto, Larry Bird, salía hoy miércoles a la palestra a confirmarlo. Se cierra así una etapa más de un joven talento cuya carrera está hundida ya oficialmente. Y es que nadie duda de la calidad de este jugador, pero su ética de trabajo es ahora mismo inexistente y, personalmente, creo que el único que ahora mismo querría apostar por él de nuevo es Phil Jackson, más sabiendo que el año que viene en Knicks es de total reconstrucción y arriesgar el mínimo salarial por un talentazo con el que Phil puede hacer magia… es tentador en una franquicia bastante «loca» en estos aspectos.
Dejando a un lado las elucubraciones, la marcha de Bynum y la más que posible eliminación ante los Wizards, digo posible por el lenguaje corporal de los jugadores y el juego exhibido, puede hacer que Larry Bird meta mano en el equipo. Todos apuntan al terrible nivel de Roy Hibbert como una de las grandes causas de la marcha del equipo en estos últimos meses. Además, viendo que Bynum no podrá ayudar a los Pacers, aumentando así la presión sobre el ‘center’ jamaicano, pocos siguen confiando en que los de Vogel vuelvan a jugar como saben y pueden, es decir, excelentemente. Pocos contaban con la vuelta del ex-Laker a su mejor nivel pero tras la confirmación de que no lo hará, ¿cuántos cuentan con los Pacers?