Ray Allen elogia a Chris Bosh

"el rebote de bosh fue tan importante como mi triple"

Sin duda alguna, las Finales de 2013 serán recordadas como unas de las más emocionantes de los últimos tiempos. Miami contra San Antonio, San Antonio contra Miami. Las dos últimas dinastías reunidas frente a frente. Quién hubiera podido imaginar que este duelo de colosos se hubiera podido decantar en 19,4 segundos. Ese fue exactamente el tiempo en el que la diosa fortuna que rige el baloncesto, decidió que concedia su beneplácito al equipo de Florida.

Esos 19,4 segundos empezaron con un nervioso Kawhi Leonard en la línea de personal, Ray Allen, a su espalda, azorando a las masas para que fueran su jugador número seis en la cancha y un Tim Duncan sentado en el banco por orden de Popovich, aunque lo de sentado sea solo un decir. Decir que bien por el público o por la suerte, los presentes en el American Airlines Arena y el mundo entero, vieron como, teniéndolo prácticamente al alcance de sus dedos, los Spurs no lograban alcanzar la gloria, al igual que a Leonard en ese preciso instante, se le encogía la mano y erraba el primer tiro libre. Mismo ritual y misma presión sobre el alero tejano en el segundo tiro libre, que esta vez si entró.

Subió el balón Chalmers entregándoselo al Rey, al jugador fichado para esto, para ser el que decida partidos, a LeBron, el cuál lanzó un triple que repelió el aro reviviendo viejos fantasmas con su falta de acierto en momentos decisivos. El corazón de los aficionados heat, por un momento se congeló. Y aquí es cuando podemos llamarlo colocación, experiencia o simplemente que la fortuna había decantado su balanza hacia un lado, pero ese rebote, entre una nube de manos plateadas, llegó a manos del único interior que Spoelstra había mantenido durante esos segundos de agonía, el último de los componentes de este equipo de ensueño, formado a base de talonario y que habían decidido jugar juntos no sólo para ganar anillos, sino para marcar una época. Hablo, naturalmente, de Chris Bosh.

Nada más agarrar ese rebote, abrió el balón al perímetro donde se encontraba el tirador letal, el jugador con mejor mecánica de tiro de esto que llamamos baloncesto, que incluso con la defensa férrea marcada por los jugadores de San Antonio, fue capaz de anotar un triple antológico, que empató el partido e hizo que fuera a la prórroga a partir de la cual, todo es historia.

Probablemente, sin ese rebote, ahora mismo estaríamos hablando de una leyenda ‘Spur’, más aún de la actual, y de un entrenador inmortal que año tras años sigue haciendo un equipo dispuesto a pelear contra los mejores. Quién sabe si este año la suerte está de su lado y la fortuna, aquella que les dio la espalda las pasadas Finales, viste en esta ocasión la camiseta de los tejanos sempiternos.

Chris Bochlebron jamesmiami heatnbaRay AllenSan Antonio SpursSomosNBA
Comentarios (1)
Dejar comentario
  • DominPL

    Muy buen artículo, si señor!