Tim Duncan es sin dudas el mejor jugador que haya vestido jamás la camiseta de San Antonio Spurs, aunque él no lo quiera reconocer. El jugador formado en la Universidad de Wake Forrest fue una pieza clave de todos y cada uno de los anillos conquistados por la franquicia, primero al lado del enorme David Robinson y luego rodeado de sus dos mejores socios dentro de la pista, Manu Ginobili y Tony Parker. Luego de las intervenciones de su colega argentino y del entrenador Gregg Popovich, Duncan dialogó en forma breve con la prensa en el Media Day, antes de prepararse para la sesión de fotos.
Primero, se refirió a su buen estado físico a pesar de tener ya 38 años, y a su situación en la franquicia texana en la que ha desarrollado toda su carrera en la NBA:
«Me siento bien, y estoy en muy buena forma para seguir jugando al baloncesto. Mientras sienta que sigo siendo capaz de jugar, aquí es donde quiero estar.»
Además, comentó su satisfacción por la continuidad de casi todo el equipo con el que fue campeón hace apenas unos meses:
«Será divertido volver a tener a todos los que estábamos la pasada temporada y empezar desde donde lo dejamos.»
Finalmente, afirmó que será interesante descubrir que pueden aportar al equipo los nuevos colaboradores técnicos, Ettore Messina y Becky Hammon. Pocas palabras para un jugador que siempre se ha caracterizado por su perfil bajo fuera de la pista, y que se siente mucho más cómodo expresándose con sus actuaciones dentro de la misma.