Sin duda alguna, el hecho de que una plantilla tan desconocida para tantos como los Toronto Raptors esté liderando la clasificación de la mejor liga de baloncesto del mundo, no tiene explicación. Incluso para muchos conocedores y seguidores de la plantilla canadiense, entre los que me incluyo, es sorprendente la posición de la franquicia tras 14 partidos jugados.
Es cierto que cabía esperar una mejoría con respecto al año pasado, aunque las predicciones solo daban un record de W-L (victorias – derrotas) de una victoria más con respecto a la pasada campaña, es decir, pasar de 48 a 49 victorias, manteniendo la cuarta posición en la clasificación. Pero el General-Manager de la plantilla, Masai Ujiri, decidió cambiar los planes, y con las altas de Lou Williams, James Johnson, y en menor medida de los rookies Caboclo y Nogueira y de Greg Stiemsma ha conseguido que los Raptors encabecen la clasificación de la NBA con un balance de 12 victorias y tan solo 2 derrotas. Pero, ¿cómo lo ha conseguido? ¿quién es Masai Ujiri? ¿De dónde ha venido?
Masai Ujiri nació en 1970 en la localidad de Zaria, ciudad de Nigeria, en seno de una familia donde su padre era administrador de hospital y educador de enfermeros, así como amante de los deportes. Esto hizo que Masai comenzase a practicar el fútbol, un deporte muy popular en el continente africano, aunque a los 13 años, como cualquier muchacho nigeriano, tuvo un sueño, «El Sueño». Y es que la trayectoria de Hakeem Olajuwon trastocó su vida, la cual dio un giro de 180 grados desde entonces. Ujiri, quien por aquel entonces ya medía 1.93 comenzó a jugar al baloncesto, emigrando dos años más tarde a USA, enrolándose en la Universidad Billings del Estado de Montana. Tras un paso efímero desarrolló una carrera poco exitosa en Europa hasta que se retiró 6 años más tarde.
Tras su etapa profesional, trabajó como entrenador en su país natal, sobretodo en los campus veraniegos organizados en África por la NBA. En 2002, durante la ceremonia del Draft a la cual acudía como acompañante de talentos nigerianos, sorprendió al director de ojeadores de Orlando Magic Gary Brokaw, quien se lo presentó a los por aquel entonces entrenador y GM de la plantilla de Florida, Doc Rivers y John Gabriel. Fue entonces cuando Ujiri aceptó el puesto de scout para los Orlando, aunque sin remuneración, teniendo que pagar en muchas ocasiones de su bolsillo viajes y alojamientos para descubrir nuevos jugadores.
Más tarde, Jeff Weltman, un joven directivo de los Denver Nuggets, presentó a nuestro protagonista a Kiki Vandewegue (GM en Colorado), quien contrató, esta vez bajo salario, a Masai Ujiri como scout internacional. Y cuatro años más tarde, comienza su relación con los Toronto Raptors, cuando el GM Bryan Colangelo le fichó como Director General de Scouting de la franquicia canadiense. Posteriormente, en el 2008 pasó a ser asistente del GM Colangelo, recibiendo alabanzas por su trabajo y ganándose una merecida reputación. Esto le sirvió para volver a Colorado, en el año 2010, donde aceptó la posición de Vice-Presidente Ejecutivo de las operaciones de la franquicia de Denver. Ese mismo año fue nombrado General Manager del equipo, convirtiéndose así en el primer máximo directivo de un equipo de las grandes ligas deportivas norteamericanas nacido en África.
Su paso por los Nuggets no pudo empezar peor, con la declaración pública del por aquel entonces jugador franquicia Carmelo Anthony pidiendo el traspaso. Entonces Ujiri decidió enviarle a la Gran Manzana, junto al base Chaucey Billups cambio de jugadores interesantes y jóvenes como Timotey Mozgov, Raymond Felton, Wilson Chandler o Danilo Gallinari. Con el entrenador veterano George Kahl al frente, y con jóvenes talentos como el mencionado Gallinari o Ty Lawson, Ujiri trató de crear un equipo ganador que completó con la elección en el puesto 22 de Kenneth Faried en el año 2011, un claro robo de dicha lotería. Posteriormente, mandó a Raymond Felton a Portland a cambio de Andre Miller y se despidió de Nenê Hilario, quien puso rumbo a la capital, mientras que el inexperto JaVale McGee llegaba a Denver.
La temporada siguiente (2012-2013) apuntalaba el equipo, fichando al multiusos Andre Iguoadala, en un intercambio en el que se perdió a Aaron Afflalo y Al Harrington. Esa campaña finalizaron terceros de conferencia, tras una triunfal racha de 15 victorias consecutivas, y donde George Kahl recibió el galardón de Entrenador del Año y Masai Ujiri el de General Manager del Año. Comparando esa franquicia, con la actual canadiense, está claro la idea de equipo que busca siempre el nigeriano en sus plantillas, muchos jugadores jóvenes, comprometidos, y ningún jugador estrella que acapare balones y atención tanto fuera como dentro de la cancha.
Incomprensiblemente, ese mismo verano los directivos Nuggets decidieron despedir tanto a Kahl como Ujiri, así como prescindieron de Iguoadala quien puso rumbo a Oakland. Esta decisión, acertada o no, fue un punto de inflexión para los de Colorado, quienes desde entonces están en un claro descenso en su rendimiento.
Pero toda mala noticia se acompaña de otra buena, y el día 31 de Mayo del 2013 Masai Ujiri firmaba un contrato de 5 años como GM de la franquicia de los Toronto Raptors a cambio de 15 millones de dólares, volviendo así a trabajar en Ontario, esta vez como máximo responsable directivo.
Y de nuevo se encontró con una difícil situación en su estreno como ejecutivo, ya que tuvo que enviar al flamante número 1 del Draft del 2006, Andrea Bargnani hacia Nueva York, tras demostrar que era un jugador con nulo potencial y con escasa capacidad atlética. A cambio, se recibió a dos veteranos (Quentin Richardson y Marcus Camby) que terminarían siendo cortados antes del final de la campaña, mientras que se depositaba la confianza en los jóvenes e inexpertos DeRozan, Terrence Ross o Jonas Valanciunas. Otro golpe en la mesa fue el fichaje en el mercado de agentes libres del Buldog Kyle Lowry, tras su etapa en Houston. Su incorporación supuso el adiós de un fiel jugador español, José Manuel Calderón, que se vio envuelto en un traspaso que le enviaba al Cristal Palace de Detroit.
Pero eso no fue todo, ya que su coronación como GM llegó con el traspaso del francotirador Rudy Gay, quien tan complicada tuvo su llegada a Toronto de la mano de Brian Colangelo. El nigeriano Ujiri le colocó junto a Quincy Acy a cambio de jugadores de rol como Greivis Vásquez (quien se había visto desplazado por Isaiah Thomas), John Salmons (alero venido a menos), Patrick Patterson (alapivot joven y en decadencia) y el pívot Chuck Hayes (famoso por sus tiros libres) en Sacramento, lo que acabó siendo un traspaso favorable para ambas partes.
Y de esta manera llegamos a la actual temporada, donde Ujiri realizó su última hazaña, renovando el contrato de jugadores tan importantes como los bases Lowry y Vásquez (quien se ha rencontrado en Toronto), el alapívot Patrick Patterson (futuro de la plantilla en caso de que Amir Johnson abandone el barco), y anteriormente de DeMar DeRozan, pilar fundamental del equipo. Además, ha empleado la opción de ampliar los contratos de Terrence Ross y Jonas Valanciunas una temporada más, o cual muestra el apoyo depositado en ambos jóvenes jugadores. Además, ha adquirido a James Johnson y Greg Stiemsma en la agencia libre, jugadores que han demostrado aportar intensidad desde el banquillo en este primer tramo de temporada.En el tema traspaso consiguió captar al anotador Lou Williams (reciente Jugador de la Semana) y al brasileño Lucas Nogueira a cambio de John Salmons; lo cual queda de manifiesto que fue un nuevo acierto para nuestra estrella.
Queda un capítulo pendiente, el de la elección de Bruno Caboclo en el puesto 20 del actual Draft, denominado por muchos como el mejor de la última década. La elección de un joven, brasileño, espigado y de 18 años creó mucha controversia dicha noche, lo cual nos hizo plantearnos la siguiente pregunta: ¿Genialidad o locura? No estamos seguros aun de la respuesta, aunque las primeras impresiones son bastantes positivas en torno al novato. Lo que está claro es que con Masi Ujiri siempre hay que esperar, por tanto, el tiempo nos dirá.
Esperemos que esté durante muchos años en los despachos de Toronto y que consiga traer esos tiempos de ilusión que tanta añoranza nos despiertan al ver partidos de la época de Vince Carter & Cía.
Lowry estaba en el equipo cuando llego Masai, al igual que Rudy Gay. Y Calderon salio cuando llego Gay, si no recuerdo mal.