Probablemente el cambio vivido el último año en Indiana haya sido uno de los más drásticos que se recuerden en un periodo tan (relativamente) pequeño. De ser considerados como unos posibles candidatos al título, a que el mundo NBA se plantee si deberían hacer tanking.
Pongámonos en situación. La negativa de Lance Stephenson a continuar en la franquicia dirigida por el mítico 33 fue dura, pero la confianza en la gestión desde los despachos era plena, y se esperaba que algún jugador de buen nivel pudiera aceptar una oferta utilizando como reclamo la presencia de una estrella como Paul George. Apenas un mes después, cualquier esperanza de seguir creciendo una temporada más (o incluso de repetir lo realizado el año anterior) se desvaneció. La grave lesión de su jugador franquicia cayó como una losa sobre todos sus aficionados. Desde entonces se han sucedido las diferentes teorías sobre la estrategia a seguir por los Indiana Paces durante este curso.
¿Hacer tanking y draftear un jugador que les pueda ayudar en su vuelta a la candidatura por el título…
…o luchar por una posición en playoffs que anime a los aficionados en una temporada tan dura?
El 16-31 que llevan en la actualidad, y la duodécima posición que ocupen en el Este, no invitan al optimismo y, aunque están a sólo tres victorias de los Hornets (que ocupan la octava posición), sería necesaria una gran mejora en el juego para que su temporada no se reduzca a 82 encuentros. Las ocho derrotas en los últimos nueve partidos podrían ser un incentivo más para plantearse hacer tanking. Son muchos los que van a luchar por las dos últimas plazas en el Este, y con rachas de este tipo, será imposible para los pupilos de Frank Vogel.
¿Y por qué no? Los actuales campeones cimentaron sus cinco títulos alrededor de Tim Duncan, a quien eligieron en el Draft de 1997 tras una temporada con 20 victorias. Es cierto, que es un caso entre muchos fracasos, véase el Draft posterior, el de 1998, el primer elegido fue Michael Olowokandi, quien en seis temporadas en Clippers tuvo un rendimiento bastante pésimo para lo que se esperaba de él. Muchos dirán que un número uno del draft da bastantes opciones para acabar consiguiendo el anillo. Pues bien, el último ha sido Tim Duncan (LeBron no lo hizo con el equipo que le drafteó). Obviamente una buena elección te hará conseguir alguna victoria más, pero lo importante para conseguir el gran objetivo no es tener buenos jugadores, es tener los jugadores adecuados. En el verano del 2000 los Orlando Magic estuvieron muy cerca de hacerse con un Big Three compuesto por Tracy McGrady, Grant Hill y Tim Duncan, por suerte para el equipo de Texas, Gregg Popovich y David Robinson tuvieron la capacidad de convencer a “Timmy” para que se quedara. La gestión desde las oficinas es, sin duda alguna, la clave. No parece que eso sea un impedimento en la franquicia Pacer, en los últimos años los traspasos realizados han tenido, por lo general, un buen rendimiento.
Seamos realistas, no hay prácticamente opciones de Playoffs, y menos después del rendimiento que están demostrando los Pistons tras la marcha de Josh Smith. Es cierto que en el Este está más barato, pero tendrían que cambiar muchas cosas. La opción de tanking no parece tan descabellada, sobretodo viendo el estado físico de algunos jugadores. Lo primordial es la temporada próxima y las siguientes. Se espera que Paul George vuelva a ser el que era, incluso una versión algo mejorada. Llevará su tiempo, pero su juventud es un punto muy a favor para ello. David West y George Hill, llevan sobreponiéndose a las lesiones durante todo el curso, si se desechara lo que queda hasta el fin de la temporada regular, se podría dejar a West descansar todo lo que hiciera falta para poder estar al 100% físicamente para la próxima temporada, ya tiene 34 años y eso se nota. En el caso del base, lleva muy pocos partidos disputados, y necesita minutos para ganar algo más de experiencia, y coge ritmo, pero de forma limitada, midiendo bien los minutos que disputa en cada encuentro. Además, puede ser otra buena opción para otra de las piezas clave de este equipo, Roy Hibbert, Vogel podría darle más minutos para que cogiera la confianza necesaria para volver a su rendimiento pleno, algo que parece olvidado en este último año. Si en nueve meses se consigue que estos cuatro estandartes estén a punto para ir cogiendo ritmo, y poder alcanzar su máximo nivel durante el próximo curso podrían existir opciones reales de aspirar a cosas importantes. Se podría utilizar a Scola, Stuckey, Mahinmi, C.J. Miles o C.J. Watson como monedas de cambio para conseguir jugadores que sean capaces de desempeñar de manera satisfactoria roles desde el banquillo y den cierto equilibrio a la plantilla. Con la presencia de Sloan, esperemos que menos irregular que este año, y un jugador proveniente de las primeras posiciones del Draft, Frank podría contar con un equipo idóneo si las elecciones tomadas en los despachos son buenas.
¿Y qué jugadores interesarían a la franquicia de Indiana en el próximo Draft? Si tenemos en cuenta las probabilidades que tendrían en la lotería, los Pacers estarían entre la quinta y la séptima posición. Según los pronósticos que se manejan en el mundo NBA, se espera que ahí se encuentren jugadores como el base D’angelo Russell de Ohio State, que destaca por su capacidad para anotar; el ala-pívot Kevon Looney (UCLA), dominador bajo el tablero, quizás le falta tiro de media distancia, pero nada que no se pueda ganar con el tiempo, podría ser un gran refuerzo sin Scola no renueva, o no es traspasado antes del 19 de febrero; el pívot Willie Cauley-Stein, aún con mucho que mejorar en ataque, pero un gran defensor e intimidador, puede que sea el que más se adapte al estilo de Vogel. Tras el buen rendimiento que está mostrando Rudez (la última victoria fue cosechada tras un cuarto periodo estratosférico del croata), quizás Larry Bird y los suyos se fijen en jugadores procedentes del viejo continente como el escolta Mario Herzonja, aunque dada su edad (19 años), no parece que su desembarco en la liga americana fuese inminente. Otro posible refuerzo europeo sería el letón Kristaps Porzingis, un pívot muy atlético y versátil que podría aportar mucho en la liga.
Hay algo más que debemos tener en cuenta, la mentalidad de las aficiones en Norteamérica es completamente diferente a la que podemos encontrar en Europa. Los americanos tienen siempre la esperanza de lograr lo máximo en corto-medio plazo, necesitan ver resultados o algo que les mantenga viva la esperanza para tratar de ser los campeones, y terminar logrando éxitos. Cada temporada es una nueva oportunidad de alzarse con el anillo. Necesitan sentir que apoyan a un equipo ganador, o a un equipo que está en la senda de llegar a serlo. Al otro lado del Atlántico todo cambia, un aficionado de un equipo de nivel medio tiene claro las limitaciones de su equipo, y la pasión que ponga en su afán de animar va a ser el mismo que la que pondrá un aficionado americano cuando si equipo lucha por el anillo. Esta puede ser una de las razones por las que el tanking quede descartado. Tras la gran respuesta del público del Bankers Life Fiedlhouse, sobretodo en los dos últimos años, desde la franquicia se quiere dar motivos para acrecentar la confianza en la temporada que viene y hacer que el final de este curso sirva como motivación extra. Terminar con un número de derrotas propio de tanking sería ‘fallarles’, algo que no se merecen, y algo que haría necesario un proceso de reenganchamiento de los fans durante el comienzo de la temporada 2015-16. A esto se le suma el factor ético, que aunque varios dirigentes de la NBA, no le den mucha importancia, Larry Bird y sus secuaces la tienen muy en cuenta, así que aunque se siga planteando la opción, al menos públicamente, no parece que lo vayan a sopesar.
Veremos si, al menos después del All-Star, se empieza a mirar hacia la próxima temporada, si hay algunos traspasos en los últimos días antes del cierre, y si se deja descansar a jugadores como David West sacrificando así alguna victoria. Como todo, el tanking tendrá defensores y detractores, y solamente el tiempo podrá demostrarnos si la decisión tomada fue la correcta. El camino lo marcarán las decisiones tomadas en los despachos y el acierto de Frank Vogel a la hora de dirigir al equipo, la elección del Draft tendrá importancia, pero se necesita mucho más para crear un equipo ganador.