Segunda y valiosa victoria de Golden State Warriors, en el Oracle Arena, de Oakland, ante unos Houston Rockets que volvieron a vender cara su derrota. De nuevo, y mucho más que en el anterior encuentro, espectacular cara a cara entre Stephen Curry y James Harden, en lo que ha sido una auténtica exhibición de baloncesto y liderazgo por parte de las dos máximas estrellas de la conferencia Oeste, a día de hoy.
Partido que resumiría con extraordinaria clarividencia uno de sus protagonistas, Andrew Bogut, center de los Warriors, que tras la finalización del partido diría a los medios:
“A veces dan ganas de tomarse un respiro, buscar una butaca, coger una cerveza, y disfrutar de estos dos jugadores, los dos mejores del mundo del baloncesto”.
Y es que, de nuevo, las actuaciones de estos dos chicos, Curry & Harden, ha sido colosal, para liderar a sus equipos y volver a dejarnos un partido que se decidiría en un suspiro, y donde los dos jugadores han tenido que dar lo mejor de si mismos para competir en el partido.
Stephen Curry firmaría unos increíbles 33 puntos, 6 asistencias y 3 rebotes, mientras que James Harden añadiría para los suyos 38 puntos, 10 rebotes, 9 asistencias y 3 robos, siendo líderes absolutos de sus equipos, y firmando el cara a cara más asombroso e igualado de los últimos tiempos en la NBA.
Nada hacía presagiar un partido así en el comienzo, cuando los Warriors devoraban a su rival en el primer cuarto. Sin defensas los de Golden State estuvieron más que cómodos, y no pararon de aniquilar el aro visitante, hasta imponerse con un +8 en este primer cuarto.
Era obvio que los Rockets debían dar un paso más en lo defensivo, para no quedarse sin segundo partido antes de tiempo, y así lo hicieron. Los de Houston apretarían las tuercas a su rival, y provocarían una oleada de pérdidas en cadena de los locales. Aprovechando su buen momento defensivo, los Rockets conseguían un parcial, en el segundo cuarto, de 23-6, para igualar el partido al descanso.
Especial importancia en esta primera remontada del encuentro tendría Dwight Howard, que pese a estar convaleciente de sus problemas físicos, conseguiría producir en ataque y defensa, y ser importante para los suyos. Dwight acabaría el partido, con 19 puntos y 17 rebotes, y sería básico para los Rockets en algunas fases del partido.
El partido se igualaría en la segunda mitad, donde ninguno de los dos equipos conseguían grandes diferencias, e intentaban parar al otro como podían. Un ejemplo de todo ello, fue que hasta tres jugadores intentarían defender a Harden, sin conseguirlo, o que el último cuarto estuviese marcado por el juego de anotación sin piedad, y pases maravillosos de Curry.
Así llegaríamos a los instantes finales, donde veríamos la última de las remontadas visitantes. Los Warriors pusieron la directa en el último cuarto, guiados por un Stephen Curry en estado de gracia, que no solo anotaba sino que hacía mejores a los suyos, sobretodo al poste, para un +7 de los de Golden State a falta de 2 minutos para el final.
Todo parecía listo para sentencia, pero de nuevo James Harden demostraría que todos nos equivocábamos. Una vez más, la mega estrella de los Rockets se echaba su equipo a la espalda y conseguiría remontar, e incluso tener un último tiro para ganar el partido. Por desgracia para los Rockets, la defensa de los Warriors haría lo que no consiguieron durante el partido, parar a Harden, en una defensa que pone el 2-0 en estas finales de la Conferencia Oeste.
Ahora la eliminatoria llega a sus partidos en Houston. Los de Golden State llegarán con los deberes hechos, pero sufriendo en exceso, y sin poder parar a un Harden que pese a estar, excesivamente solo y dos veces derrotado, llega reforzado por no tener antídoto. Los Warriors dominan la serie con comodidad, con Curry crecido y con su grueso de jugadores mostrándose mucho más productivos que su rival, pero Harden sigue vivo, con el maltrecho Howard despertando, y con ganas de llegar a casa y demostrar que sus Rockets tienen mucho que decir aun. VEREMOS!