Desde que David Letterman pusiese la parrilla televisiva patas arriba a mediados de los años 70 y revolucionase para siempre el concepto de Late Night, estos dejaron de ser simples espacios de entrevista aduladora con algún toque de humor, a ser auténticos espacios de puro entretenimiento donde al invitado se le hace de todo menos vudú. Si rápidamente te ha venido a la cabeza el programa de Pablo Motos, bórralo inmediatamente de ahí, los programas dirigidos por Jimmy Kimmel, Conan O´Brien o, próximamente, Stephen Colbert, rebosan ingenio por los cuatro costados.
De esta manera, cuando Paul Pierce acudió ayer al «Jimmy Kimmel Live!» el alero acabó realizando la típica prueba de feria donde al acertar en un disparo en la diana, la persona sentada en la tarima – generalmente vestida de payaso – acababa empapada en una piscina de agua; solo que en lugar de una diana había una canasta de baloncesto. Pero como una imagen vale más que mil palabras, aquí lo podéis ver:
https://www.youtube.com/watch?v=nYGYurRww-Y