Los 29 puntos de Harden (6/15 en TC, 2/4 en 3P y 15/17 en TL) no fueron suficientes para irse de Detroit a Houston con otra victoria bajo el brazo… Por poco. Fue gracias a Aron Baynes, que supo aprovechar sus momentos en pista debido a la insistencia del entrenador de los Rokcets, J.B. Bickerstaff, en mandar a Andre Drummond a la línea personal, desde donde el pívot no tiene mucho éxito (4/18 anoche). Baynes aportó 11 puntos con un 62% de acierto, más cuatro rebotes en 20 minutos de acción, además de defender bien a Dwight Howard.
El partido empezó del lado de los Pistons desde el salto inicial.
«Tenemos que encontrar la manera de empezar mejor los partidos.» dijo Howard al respecto. «Necesitamos defender mejor, pero esto es solamente una racha.»
En el primer cuarto, los Pistons ya obtuvieron una ventaja de 10 puntos, gracias a los 11 tantos de Reggie Jackson, para luego acabar el periodo 21-29. En el segundo cuarto se alcanzó la máxima ventaja a favor de los de Detroit: 32-60. 28 puntos de ventaja con 2:14 para ir al descanso. Además, Marcus Morris se tuvo que marchar tras un choque con Drummond que le afectó a la espalda pero volvió más tarde, después de una sesión rápida con los fisios.
Empezó la segunda parte. 41-64. Es entonces cuando los tejanos ejecutan el Hack-a-Drummond que casi le cuesta el partido a Stan Van Gundy: los Rockets mandaron a Andre a lanzar tiros libres 14 veces en ese cuarto. Al ver la ineficacia del pívot, el entrenador de los Pistons tuvo que sentarle por Baynes. En este periodo, Houston logró acercarse bastante en el marcador y, anotando los primeros siete puntos del último cuarto, dejaron el marcador en un muy igualado 80-84 con algo más de 10 minutos por jugar.
Sin embargo, volvieron a aparecer Reggie Jackson y Andre Drummond, muy bien acompañados por el rookie Stanley Johnson, que acabó la noche con un doble-doble de 19 puntos y su récord personal en rebotes capturados (10), para poner a los Pistons con una ventaja de +14 con cuatro minutos por jugar. El partido casi sentenciado.
El encuentro acabó con Drummond en el banquillo de nuevo, con Reggie Jackson metiendo dos tiros libres para completar sus 31 puntos (11/18 en TC, 3/4 en 3P y 6/8 en TL), a los que hay que sumar ocho asistencias y con Patrick Beverley expulsado por cometer las seis faltas. El base de los Rockets tuvo una discreta actuación, con 10 puntos (4/12 en TC).
«Hemos jugado muy bien ofensivamente durante toda la noche, y hemos hecho una defensa muy buena durante la primera parte.» declaró Van Gundy. «No defendimos muy bien en la segunda mitad pero ganamos, me quedo con eso.»
El alero de los Houston Rockets, Trevor Ariza, no jugó su mejor partido. Tan solo anotó 2 puntos (1/9 en TC y 0/4 en 3P), y aún así estuvo en cancha 36 minutos. Poco mejor fue la actuación de Kentavious Caldwell-Pope en ataque: 4 puntos con un 25% de acierto (0/3 en 3P). Si Van Gundy lo mantuvo casi 44 minutos en pista fue por la gran defensa que ejerció sobre «La Barba», provocándole hasta cinco pérdidas. Lo mejor de los Rockets, Harden aparte, fue Marcus Thornton, que saliendo desde el banquillo fue capaz de aportar 18 puntos y seis rebotes.
Con esta victoria, los Pistons se colocan décimos en el este con un récord al 50 por ciento (9-9), misma posición que los Rockets en el oeste con dos victorias menos (7-11). Mañana los de Detroit jugarán contra los Suns en casa y los de Texas darán la bienvenida a su estadio a los Pelicans.