
La presente temporada de los Cleveland Cavaliers está teniendo la irregularidad como premisa. Los altibajos son constantes y están dando como resultado unos partidos en los que se consiguen solventes victorias, que deben marcar el camino para afrontar los Playoffs, con otros en los que sufren sonrojantes derrotas que nublan de dudas el futuro mas próximo de la franquicia, como la sufrida contra los Brooklyn Nets.
Pocos parecen escapar de esta irregularidad, ya que hasta el mismísimo LeBron James un día publica fotos para manifestar la unidad que impera en el vestuario de los Cavaliers, para al siguiente criticar públicamente a sus compañeros por su rendimiento en la pista.
A estas alturas de la temporada nos podemos aventurar a decir que el valedor más fiable de la regularidad este año está siendo Tristan Thompson. El canadiense está justificando el elevado contrato que se le firmó esta temporada promediando casi 8 puntos y más de 9 rebotes (3,3 ofensivos) por partido, todo acompañándolo con la intensidad que le caracteriza. Y anoche, en el partido contra Houston Rockets batió el récord de más partidos consecutivos disputados con 362.
362 consecutive games played.
Longest active streak in the @NBA, and now, in #CavsHistory.
Congrats, @RealTristan13! pic.twitter.com/Pt4lcOd1ID— Cleveland Cavaliers (@cavs) 30 de marzo de 2016
Thompson hizo unas declaraciones sobre el hito:
«Es un honor y una bendición. Tengo que darle mucho mérito al equipo médico por cuidar de mi cuerpo. Hay una gran cantidad de personas a las tengo que agradecer el llegar tan lejos. Sin duda es un honor y un orgullo».
A pesar de que el ala-pívot parece estar «bendecido», todavía le queda bastante para alcanzar el récord de partidos jugados de la NBA. Dicho logro se encuentra en posesión de A.C.Green que lo estableció en la asombrosa cifra de 1.192 encuentros ininterrumpidos.