A los Toronto Raptors les ha mirado un tuerto. O han abierto muchos paraguas en el vestuario. O han pasado por debajo de escaleras. O simplemente no tocaron madera en verano, cuando todos estaban sanos. Lo que está claro es que un equipo con claras aspiraciones a llegar lejos de PlayOffs no puede continuar con sus aspiraciones si se encuentran con su pívot titular perdiéndose más de un mes de competición y con su flamante fichaje estrella (y jugador mejor pagado de la historia de la franquicia), fuera para, casi, toda la temporada. Sin embargo, milagrosamente me atrevería a decir, Dwane Casey ha sabido adaptar la rotación del equipo de tal manera que, a pesar de la larga ausencia de DeMarre Carroll el equipo, no solo ha mantenido un récord positivo, sino que se ha establecido en la segunda plaza de la Conferencia Este.
Hasta tres jugadores han ido rotando por la posición de SF titular desde que Carroll se operara de la rodilla allá por Enero. Su recambio natural, James Johnson, ha jugado 30 partidos de titular, promediando 5.3 puntos, 2.1 rebotes y 1.0 tapones en 19 minutos por noche. Asimismo, Terrence Ross, otro al que las lesiones han azotado, solo disputó 7 partidos desde el inicio, jugando 32 minutos de promedio y firmando 10.9 puntos, 3.1 rebotes, 1.0 asistencias y 1.0 robos por noche. Destaca su 41.4% en T3. Nos quedan hasta 16 partidos con una plaza vacante. Y, pese a las otras opciones disponibles para Casey, el míster se decantó por la opción menos probable. Desde nuestra redacción pensamos en la dupla Lowry-Joseph de inicio, con DeRozan de 3, e incluso probar al otrora Raptor, Anthony Bennett, como SF titular.
Sin embargo, el elegido fue Norman W.C Powell, y menos mal.
El joven escolta, de 22 años, y formado en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), llegó al Draft del pasado verano como uno de los jugadores más tapados de su clase. Quizás el hecho de haber disputado 4 temporadas en el «Collegue», o su escasa estatura (1.93 metros) para tratarse de un escolta le hicieron no llamar la atención a los ojeadores de la NBA. Sin embargo, la directiva Raptor movió rápidamente ficha y no dudó en enviar a Greivis Vásquez (todo un base consolidado) a Milwaukee a cambio de Powell (y otra elección futura de 2ª ronda). «Norm» llegó a la liga promediando en su año «senior», 16.4 puntos, 4.7 rebotes, 2.1 asistencias, 2.0 robos, 32% en T3 y con un físico espectacular.
Ya en la liga de verano y en la pretemporada brilló como el que más y se ganó a pulso su contrato multianual garantizado. En la Summer League promedió 18.3 puntos, 4.3 rebotes, 1 asistencia, 1.5 robos y 1.5 tapones con un fenomenal 44% en T3. En Preseason, con mucha menos presencia, siguió brillando con 6.7 puntos, 1 rebote, 1 asistencia y 1 robo por noche. Con esto, los Raptors le enviaron a la D-League de cabeza, liderando a los Raptors 905 con quienes promedia 25 puntos, 5.2 rebotes, 4.7 asistencias, 2.1 robos, 0.3 tapones y 33% en T3.
Estos números, así como la lesión de Carroll, el estancamiento de Johnson y la estabilidad de T-Ross desde el banco le auparon a la titularidad. Se estrenó de inicio el 2 de Febrero ante los Suns, y sus primeros 3 partidos no fueron muy halagüeños. Se le notó nervioso, inseguro e incluso falto de forma física (su punto más fuerte). Sus compañeros, especialmente Lowry y DeRozan, le animaron a seguir tirando, sin importar los fallos. Sin embargo, en dichos encuentro promedió 0.3 puntos, 1.3 rebotes y 0.7 asistencias. Sin embargo logró 1 robo en cada encuentro demostrando que la defensa es el aspecto en el que más destaca. Posteriormente jugó un 4º partido seguido como titular, concretamente en la derrota en Minneapolis ante los Wolves. En dicho encuentro se destapó y con 8 puntos y 2 rebotes captó la atención de los focos.
Desde entonces, cuatro partidos inactivos y otros 3 como suplentes para arrancar como titular el 4 de Marzo ante los Blazers. Desde entonces ha disputado 14 partidos (perdiéndose solo uno), jugando hasta 12 como titular y promediando unos meritorios 8.1 puntos, 3.2 rebotes, 1.3 asistencias, 0.4 robos y 0.6 tapones. Destaca su especial eficacia desde el triple, donde ha pasado a promediar un 43%, anotando 1.4 triples de 3.4 intentos por noche. Y todo eso en solo 21.6 minutos por noche, fascinante. Pero no nos quedamos ahí amigos, sus últimos 9 partidos, todos ellos como titular, ha dado otro paso más, pasando a promediar 10.4 puntos, 3.8 rebotes, 1.3 asistencias, 0.5 robos y 0.8 tapones. Asimismo ha participado en 27 minutos por encuentro y mantiene sus triples con un 43.6% de efectividad, anotando 2 de cada 4.3 intentos.
Estos números nos hablan de un jugador con una gran ética de trabajo. Ha podido demostrar que con minutos puede ser incluso un buen reserva, poniendo en duda la elección de T-Ross como sexto hombre del equipo. Tratándose de un pick 46 es aun más llamativo el nivel mostrado, ya que sin duda se trata del mejor jugador elegido en la segunda ronda, y mostrando un nivel por encima de algunos jugadores de primera ronda como Terry Rozier, Delon Wright, Jarell Martin o Sam Dekker. Podríamos afirmar, sin ningun miedo, que el «título» de Gran Robo del Draft estaría, a día de hoy, en manos de Rondae Hollis-Jefferson (#23), C. J McCollum (undrafted), Bobby Portis (#22), Josh Richarson (#40), Darrun Hilliard (#38) y nuestro protagonista, Norman Powell (#46).
Tenemos «highlights» para largo, amigos.