
Hace como un mes atrás me encontré con un artículo de Jaylen Brown (elección número tres de este «NBA Draft 2016«, por los Boston Celtics) en el que describía a un chico poco común, que declinó ofertas de programas tradicionales como (Kentucky, North Carolina, Duke) porque no le traían, según él, los desafíos intelectuales que estas universidades le ofrecían. Esto llevó a que se decidiera por la prestigiosa Berkeley California, más apegadas a los esfuerzos que provocan jaqueca que transpiración.
Lo que para mí era un síntoma de madurez y valoración, resulta que es considerado (gracias a dios, no por todos) una deficiencia que puede impedir el completo desarrollo de las habilidades del jugador. ¿Cómo es esto? Sí, parece ser que en la NBA actual varios entrenadores y scouteadores ven en la curiosidad por otras cuestiones que no sean el deporte en sí como una distracción que aparta al jugador del gimnasio y, de ese modelo, de ser la rata de laboratorio buscada por todos o casi todos.
Veamos esta anécdota esclarecedora de lo que estoy narrando, se dice que la semana pasada cuando Steve Bullpet, un periodista del Boston Herald, le comentó a un entrenador de la NBA sobre Brown este le respondió:
“No estoy seguro de éste chico, podría ser demasiado intelectual, hasta para su propio bien”
Bullpet le respondió asombrado por lo expresado por este entrenador que: “por aquí eso no es ningún problema, al contrario”
Está claro que el reportero tiene claro por dónde van los caminos de una ciudad como Boston, donde la inteligencia es algo muy valorado, y tanto Ainge como Stevens no defraudaron ni un ápice al escritor, seleccionándolo en la tercera posición cuando estaba pronosticado para puestos entre el 8-10.
Lo que llama la atención y me preocupa considerablemente es ¿hasta qué punto la liga deshumaniza a una persona que tiene otras inquietudes además de su profesión y lo vuelve esto una desventaja por sobre algo positivo? La impresión que tengo es que la sobre–observación y desmembramiento hasta la más mínima cuestión, puede ser tomado como un problema para el negocio.
Según los ojos de los “especialistas” el hecho que un jugador le interese estar jugando al ajedrez, en vez de estar paseando por New York comprando ropa, puede «traerle problemas«, en su desarrollo. Esto fue lo que pasó cuando se enteraron que Brown se había ido a la otra punta de New York después del NBA Combine a jugar al deporte de la tabla y las fichas.
Isiah Thomas uno de “sus padrinos” comentaba esto sobre esta situación justamente:
“Hubo un tiempo que en esta liga se valoraba eso, nos gustaban los chicos que querían aprender, ser educados. Y luego no se sabe por qué motivo apareció la escena de las fiestas privadas, la moda etc. etc. y se dejó de lado lo otro”
“Jaylen Brown es un chico que en vez de estar en New York en los clubes nocturnos o paseando, estaba en un club de ajedrez charlando con un campeón mundial de 9 años”
“Las personas que dicen que es demasiado inteligente para su bien, ¿pasaron algún tiempo con él? ¿El chico que se pone traje y corbata para ir a su entrevista de draft con un ordenador y un blog de notas? A mí me gusta esta clase de chicos”
Se les pide a los jugadores que no tengan distracciones más allá del basket, porque no le sirven para explotar a su producto, a su activo. Así, con esas palabras se evalúa a una persona que piensa que la vida no es solo la actividad que realiza y hay otras cosas en el mundo.
La NBA de hoy se está transformando rápidamente en una «picadora de carne«, en la que el jugador ya dejó de ser hace rato una persona, para ser simplemente un asset de la franquicia.
Por más que la liga venda historias de superación y «cuentos de Cenicienta«, de infancias duras y vida difícil, la inteligencia es valorada solo como IQ dentro de la cancha, fuera de ella no sirve. Como si los jugadores se quitaran el cerebro antes de entrar al estadio y no volcaran esa cualidad en los momentos en que tienen que comprender lo que le explica un entrenador en un tiempo muerto, trabajando bajo presión de lograr un resultado positivo inmediato.
(Brown) es un chico muy inteligente”, dijo el asistente del gerente general de la NBA. “Tomó clases de la escuela de graduados en Cal en su primer año. Es una persona que es curiosa y quiere saberlo todo. Debido a que es tan inteligente, puede resultar intimidante para algunos equipos. Quiere saber por qué está haciendo algo en vez de simplemente hacerlo. No creo que sea malo, pero es una forma de cuestionar la autoridad”
“No es con mala intención. Él sólo quiere saber lo que está pasando y entrenadores de la vieja escuela no quieren chicos que cuestionan cosas”
Al final de cuentas las cosas son claras, la mayoría de los dueños y entrenadores no quieren gente inteligente, que pueda cuestionarles como se hacen las cosas o porque se hacen de esa manera… no deja de ser otra muestra más que siempre es preferible la PROACTIVIDAD (para con su trabajo) a la INTELIGENCIA (como herramienta de cambio).
Por suerte, en este mundo en el que se pondera positivamente las superficialidades y el trabajo sin cuestionamientos, hay gente que reniega de esto y lo toma como una fortaleza y no como una debilidad sosteniendo la esperanza de unos pocos que creemos que la deshumanización lleva a la muerte del deporte y la vida.
Ser proactivo es el nuevo «dinámico» de los analistas, ojeadores y gente que se dedica, en definitiva, a valorar personas. Una palabra que usan sin saber lo que significa, que gente…
Con toda la falta de inteligencia en pista, IQ, de la mayoría de jugadores jóvenes, incluido Brown, ¿cómo se puede valorar negativamente que sea una persona lista?, ¿no será más fácil que esta persona aprenda conceptos?, ¿qué evolucione de forma más rápida?
Ya sabemos los problemas que tengo con la PROACTIVIDAD… maldita sea. Y lo del IQ es lo que digo… si sos inteligente lo sos para todo, no simplemente cuando estas fuera de la cancha…
Me ha encantado tu artículo, Andrés, me gusta cuando sales del análisis ( en lo que eres figura ) y te pones a dar opiniones. La verdad es que cuando nos comentaste las inquietudes de este chico y cómo había llegado al combine en el artículo de Mayo pensé: um, qué curioso, me gusta. Supongo que los directivos y agentes se sienten intimidados porque la mayor parte de ellos no saben contar hasta tres sin quitarse las manoplas, tomemos a Divac o al agente de Evan Turner como ejemplos, y que los entrenadores siempre sueñan con el Butler, el Leonard o el Smart de turno que pase sus días libres en el gimnasio… sin pararse a pensar en que todos los que han compartido vestuario con Brown dicen que el chico es igual.
La verdad es que si su ética de trabajo es como dicen, y el chico es una rata de gimnasio, prefiero que cuando acabe de ducharse se vaya a leer a Descartes y a reflexionar sobre el hombre y el ser, a que se vaya a grabar a Turner en Snapchat, a fumar porros al parque, o a engendrar hijos por toda la zona Oeste de Boston.
Me gusta mucho este chico y desde que sé esto de él pienso seguir su carrera aunque lo mandemos a Sacramento.
«al deporte del tablero y las piezas»
Por lo demás un artículo excelente.
No fue en tono despectivo si ese es el problema, mirá https://www.google.com.ar/#q=el+deporte+del+tablero+y+las+piezas Abrazo… gracias por el cumplido
jajajajajja siempre estará Sacramento… Gracias Javi
Gracias a ti, que acabo de ver el pago de la revista. Eres grande y se te quiere.
Ser inteligente en la NBA actual es un problema? Yo no lo creo
En la NBA hacen falta más personas inteligentes,en el baloncesto en general hacen falta más personas inteligentes,en el deporte,en la política,en la ciencia,en el mundo, hacen falta más personas inteligentes.
La gente inteligente aprende antes, entiende antes lo que pasa y encuentra antes las soluciones
Cómo va a ser eso un problema? Será un problema para los acomplejados que sientan envidia,para los miedosos que se sientan amenazados,o para los ególatras que puedan sentirse inferiores….
Ser inteligente es una virtud,no es un defecto.
Yo no sé si este chico es muy inteligente o no, pero en principio cuestionó todo ese aura que se está creando alrededor de él. Normalmente los agentes y el entorno de los jugadores que se proyectan para los primeros puestos del draft suelen encargarse de vender el producto de las maneras más variadas…..unos venden al nuevo Lebrón, otros escriben cartas sensibleras, otros llegan con traje y portátil donde se suele llegar en ropa deportiva….
Bueno,no se,yo quiero ver cómo se expresa a partir de ahora el propio chico, y desde luego no tengo miedo de que su gusto por la intelectualidad le vaya a alejar de su cometido como jugador, porque inteligencia y trabajo nunca estuvieron reñidos, y porque el chico, si tanto interés tuviera por la intelectualidad,no habría dejado la universidad después de tan solo un año.
Sí, sólo ha estado un año en la universidad, eso en muchos casos es un problema,porque los jugadores llegan a la NBA con claras deficiencias en su formación,tanto a nivel deportivo como a nivel personal y social. Echemos en esta cazuela la inteligencia…..que en todo caso será algo bueno, pues las personas inteligentes pueden aprender en 1 año lo que otras aprenden en 4.
Creo también que las personas inteligentes tienen menos riesgo de hacer tonterías, como conducir muy por encima del límite de velocidad,o pelearse por la calle, dejar en evidencia pública la fidelidad de un compañero con su novia, etc etc
Si de verdad es inteligente seguro que él mismo se encarga de no representar un problema y desde luego no va a ponerse a cuestionar a los entrenadores o a sus propios compañeros. Lo primero que ha dicho es que la cancha es su aula y Stevens es su maestro….llega a aprender y no a dar lecciones.
Si de verdad es tan inteligente no se presentaría como tal en un sitio donde dicha característica es un problema…..así que una de dos,o no es tan inteligente, o la NBA no tiene ningún problema con ello. Yo opto por la segunda premisa.
La inteligencia no es el problema,es la solución.
Pues este no va a ser el caso que cuestiones Gusmia, porque al chico no hay nadie quien le venda… porque no tiene agente, haha. Y fue él el que decidió que prefería ir a una universidad prestigiosa para desarrollar el coco antes que a Duke o Kentucky, no es algo que nos quieran vender, simplemente es así y punto. Yo le he visto pocas entrevistas y ningún clip de vídeo de más de dos o tres minutos, y la verdad es que hay cierta diferencia en la manera de hablar con respecto a la mayoría de jugadores NBA. Recuerda un poco a Rondo, solo que encantado de estar en el mundo y no cabreado con él. De todos los rookies a los que he oído hablar con él, Sabonis, Bender, Zizic y él son los que mejor se expresan. Para que te hagas una idea, Smart es incapaaz de decir dos frases sin decir «You know…»
Buen articulo Andres,esta claro que la NBA no le importa tener borricos,jugadores que no desarrollen su intelecto,no entiendo como puede molestar tanto que un jugador tenga esas motivaciones,lo que tiene que molestar es como muchos jugadores llegan a estas u otras situaciones:
http://hollywoodlife.com/2016/06/28/delonte-west-homeless-nba-player-begging-change-pics/
http://hollywoodlife.com/2016/06/28/delonte-west-homeless-nba-player-begging-change-pics/
Perdon,y esta otra situacion:
http://www.marca.com/2015/10/14/baloncesto/nba/noticias/1444792358.html
Me quedo con la sinceridad de Rozier y su particular Sandwich!
De momento Brown me parece que habla mucho, yo quiero verlo jugar Baloncesto, si es tan bueno como dice que hable todo lo que quiera, de momento es solo un Rookie!