El Montakit Fuenlabrada empezó muy sólido, sabiendo de la importancia que tenía el partido. Al equipo manresano le costaba anotar, y tardó cuatro minutos en estrenarse en el marcador. A 5:42 del final del primer cuarto se establecían las primeras diferencias, con 9 a 2 por parte del equipo fuenlabreño, liderados por un Ivan Paunic que fue el mejor del partido. Se tenía que retirar tras una mala caída Alex Llorca, que no volvería a jugar en el partido. Después del partido, Jota Cuspinera comentaba que se había estado probando en el descanso, pero el propio jugador dijo que le molestaba como para jugar. Se llegaba al fin del primer cuarto con un 21-13 a favor del equipo madrileño.
El segundo cuarto empezó con una defensa de ICL Manresa muy flojita. Esa falta de concentración hacía más fácil a Fuenlabrada mantener diferencias en el marcador. Cuando salió el veterano jugador Roman Montañez como base, el equipo catalán mejoró su fluidez en ataque, lo que hizo que ajustara el marcador. Montakit tuvo algunos momentos de atasco, lo que ayudó a Manresa en esa reacción. De esos nervios sacó al equipo madrileño Ivan Paunic, que seguía a lo suyo liderando al conjunto. Xavi Rey y Moussa Diagne imponían su superioridad en los tableros con rebotes y algún tapón. El partido llegaba al descanso con un 39-30.
En la reanudación se vieron muchas imprecisiones por parte de los dos equipos. Lo único que se salvaba eran los rebotes capturados por parte de los locales, que les daban más oportunidades que a sus rivales. Roland Smits fue el jugador con más ganas en el tercer cuarto, con varias acciones de gran calidad. La ventaja de los locales llegaba a a 14 puntos en el ecuador del cuarto. Después de ese momento, llegaron los peores minutos de Fuenlabrada de todo el partido. Los de Ibon Navarro aprovecharon los problemas que tenía Fuenlabrada para bajar la diferencia y creer que todavía había partido. El cuarto finalizaba con un 53 a 44.
Los últimos 10 minutos de encuentro siguieron con la dinámica manresana, para los nervios de la afición local. Tras esos primeros compases del cuarto ya solo hubo un equipo en pista, y ese fue Montakit Fuenlabrada. Los locales impusieron el ritmo que le caracteriza en la cancha: transiciones rápidas con mucha alegría en el juego. En un visto y no visto volvía la tranquilidad con una brecha en el marcador para los locales (14 puntos de diferencia). Muy buena la dirección del juego por parte de Luka Rupnik. El esloveno, jugando a gran velocidad ante un equipo manresano que ya había tirado la toalla se estaba gustando, con varios pases de espalda ante el deleite de la afición. Se llegaba al final del partido con 84-64 en el marcador.