Mamá, siempre me has dicho que si tengo algún problema que acuda a ti sin dudarlo un segundo, que harías lo posible por ayudarme. Bien sabes de mi pasión por el baloncesto y más en concreto por la NBA, sí, eso que veía en casa a altas horas de la madrugada, cuando os despertaba a todos tras un «qué bueno eres Cousins» o entre saltos de alegría tras una canasta ganadora. Pues bien, te escribo porque la liga está perdiendo su esencia y tengo miedo de perder el amor por este deporte, por si podías llamar al hombre calvo y delgado con gafas que te dije que era el mandamás de la competición y decirle que frene esto como pueda, porque nos vamos todos a pique.
Sé que no tienes un dominio nativo del inglés ni mucho menos, pero si algo tienes es la capacidad de vender tus ideas, creo que serías capaz de colarle a Danny Ainge un trade en el que nos dé a los Kings a Smart/Brown y los dos picks de Nets, vamos, te he visto convencer a un anciano para que se compre una tele que probablemente no le quepa en el comedor…
Si puedes, coméntale al bueno de Adam Silver (el hombre calvo y delgado de gafas) que esto de la NBA está perdiendo la gracia desde hace ya un tiempo. ¿Por qué? Los superequipos mamá, se juntan varias estrellas y forman un proyecto al que se apunta todo el mundo. De repente ves como jugadores que podrían ser titulares en otros equipos en los que se sentirían importantes se marchan a un proyecto cobrando muy poco y acumulando mucho talento, algo que crea grandes desigualdades en la liga. Y aparte están los trades (lo de cambiar jugadores y eso) que por arte de magia los jugadores siempre llegan a un precio que ni en las rebajas (por cierto, me hacen falta unos pantalones, podríamos ir), lo que acaba haciendo de la competición algo de 2-3 equipos.
Tampoco hace falta que asustes a Silver, él lo está intentando, de verdad. Ha llegado a un acuerdo para el nuevo convenio y con la NBPA, la asociación de jugadores de la NBA, que si bien son gente con una oportunidad increíble de cobrar mucho por hacer lo que les gusta, tienen que luchar día a día por sus derechos y crear un ambiente más favorable para el presente y el futuro. Lo que se puede leer entre líneas es que los equipos ahora tendrán más facilidad para renovar a sus jugadores, pudiendo ofrecer cifras impensables hace unos años. Por lo que de alguna forma se pretende compensar con dinero que no se formen estos superequipos. Pero yo creo que eso no es la solución, para empezar los sueldos ya son demasiado altos, con la que está cayendo y esta gente cobra más de lo que la mayoría de nosotros vamos a poder ver en nuestra vida…
Mira mamá, si te dijera que en la NBA, a poco que se mantenga todo como está, tiene asegurados los próximos 4-5 anillos ¿qué me dirías? ¿Qué aburrido verdad? Para qué quiero ver una competición en la que ya se saben con casi total seguridad los 2 posibles finalistas, esto parece el fútbol del que siempre me he quejado, lo del Madrid y el Barcelona (que con suerte te sale un Atlético de Madrid y sorprende) sí, el debate que tuvimos en la cena del día de reyes. Pues en esta liga está pasando lo mismo, los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers se han disputado los últimos 2 anillos y tiene toda la pinta de que, como he dicho antes, los 4-5 siguientes sean cosa suya si no se tuerce mucho la situación.
Y muy probablemente los aficionados de estos equipos se me tirarán al cuello, diciendo que he atacado a su equipo y que estoy frustrado porque mi equipo, los Sacramento Kings, llevan tantos años haciendo las cosas mal que lo que tengo es envidia. Pues sí, estoy desquiciado la verdad, pero no porque mi equipo haga las cosas mal, sino porque la NBA si no eres de un equipo pequeño al que te gusta ver evolucionar, pues pierde su gracia, porque sabes que como mucho aspiras a las finales de conferencia y ahí se acaba la cosa.
Otra cosa que me da bastante rabia es lo de los bandwagon, ¿nunca te había dicho lo que era? Pues algo parecido al tío, que sigue a los que ganan en la actualidad, los que están de moda. Sí, esos que eran de los Miami Heat a muerte pero de repente encontraron sus verdaderas raíces en Cleveland. ¡Qué casualidad, justo el año que Lebron vuelve a casa! La vida está en continuo cambio, un día quieres ver un partido en Miami, con sus playas, su sol de película y su glamour y al otro estás deseando irte a la gris ciudad de Cleveland, a poca distancia de donde se creó el football, para ver a los Cavaliers… de LeBron.
Y ahora ha llegado la revolución del baloncesto, un juego arriesgado, con muchos tiros forzados que por talento de sus jugadores acaban dentro, una forma de jugar rápida y atractiva, que ha traído a una gran cantidad de seguidores a la NBA. A veces no sé si estoy viendo la liga profesional o la universitaria (sí, eso de lo que tanto escribo mamá, lo de las jóvenes promesas) con ese juego alocado. Puede ser emocionante ver este tipo de partidos de verdad, siempre ofrecen un gran espectáculo. Pero estoy seguro de una cosa y es que una vez se ha enganchado a tanta gente a la liga, que ganar suponga un reto les atraería aún más. De poca satisfacción les puede servir a los fans que su verdadera temporada se limite a los playoffs o más en concreto a las finales, sinceramente, si casi cada partido fuera un desafío apreciarían más las victorias, sufrirían más las derrotas y así, se sentirían identificados de verdad con el equipo.
Siempre he creído que puedes considerar a alguien como fan cuando las cosas están mal (ya sabes lo cabezón que he estado con el Milan estos años, que estábamos tocando fondo y ahora parece que podemos volver a sentirnos orgullosos), por eso aprecio tanto a la gente que sigue siendo fan de los Heat o de los actuales Lakers, otros dispuestos a formar superequipos y que ahora están viendo cómo de gratificante es crecer a un ritmo moderado, saboreando lo que es la NBA de verdad.
No soy un genio para esto de las soluciones y lo sabes, no tengo muy claro qué podemos hacer para redirigir el rumbo de la liga y que sea competitiva de verdad, que cada año tengamos 3-4 aspirantes por cada conferencia. En su momento pensé en limitar el número de All Star por equipo, es decir, que los equipos no puedan firmar a más de un jugador que lo haya sido durante los 2 años anteriores, pero esto solo evitaría casos como el de los Heat, también pensé en que el número total de los jugadores que han participado en esas 2 últimas temporadas se limitara a 3 por equipo, pero sería injusto, porque equipos como Atlanta hace unos años tuvieron 4 integrantes y para nada eran un superequipo, al contrario, enamoraron por conseguir grandes resultados gracias a unos esquemas excelentes y un juego grupal.
Me da pena tener que buscar un Big Three potente para poder aspirar a algo de verdad. Siempre me quedará la duda de qué hubiera sido de unos Cavs con Wiggins e Irving (incluso con Irving-Wiggins-Lebron) como referencias o lo que hubieran podido dar de sí unos Celtics con la pareja Durant-Horford como estandartes. No te digo más, ya viste lo feliz que estaba yo el año pasado con nuestro particular «Big Three» Rondo (el chico problemático del que te hablé y dije que nos podía ayudar a ser grandes otra vez), Gay y Cousins, aunque nos la pegáramos (aunque eso igual fue culpa del hombre mayor que teníamos en el banquillo, Karl, el cascarrabias). Y es que los equipos «pequeños» nos conformamos y disfrutamos con poco en una liga en la que casi no tenemos aspiraciones.
Bueno mamá, te dejo porque estoy de exámenes y al ritmo que voy parece que esté tankeando, pero hazme el favor de llamar a Silver y te lo agradeceré con todo mi corazón, porque esta NBA está dejando de atraerme, a mí y a muchos aficionados. Está perdiendo su esencia, lo que la hacía especial y eso que ha vivido dinastías de Lakers, Celtics o Bulls, pero ahora, que se ha avanzado mucho en términos generales, nos estamos estancando en los superequipos, incluso hay gente que sigue a grandes equipos y debaten entre si luchar por todo ahora o esperar a que la tormenta pase.
Un beso, Jordi.