Pongámonos en situación. Eres una de las estrellas de un equipo NBA, te vas al banquillo al acabar el tercer cuarto con una ventaja de 30 puntos sobre el equipo rival y el entrenador decide premiarte dándote descanso. Cuando ya estás relajado pensando en el partido del día siguiente te llama el entrenador de nuevo y te toca prepararte y salir a pista.
Eso mismo le ocurrió la pasada noche a Dennis Schröder y Paul Millsap. Se marcharon de la pista al término del tercer período con un marcador de 87-57 a favor de los Hawks, pero cuando restaba 1:09 para la conclusión, Chicago Bulls había conseguido recortar la ventaja únicamente a 5 puntos. Mike Budenholzer prefirió no jugársela y dio entrada a los dos titulares en la cancha.
A partir de entonces, una canasta de Schröder, un robo y tres tiros libres de Delaney y un mate de DeAndre Bembry servían a la franquicia de Georgia para cerrar el partido y evitar lo que hubiera sido una de las más sonrojantes derrotas de la temporada.
Millsap, en tono amable, declaraba lo siguiente al finalizar el partido:
«Odio tener que volver en situaciones así. Me había desatado las zapatillas y tuve que volver a la pista. Cosas como esta pasan a veces».
Los Hawks reciben hoy a Philadelphia 76ers en el que será el segundo partido de Back-To-Back, y a buen seguro se verán beneficiados de haber dado descanso a sus titulares durante la mayor parte del último cuarto frente a Chicago Bulls.