El All-Star Game, sin robo pero con polémica

A los aficionados les encanta el debate, les encanta encontrarlo incluso donde no lo hay. Por suerte para los seguidores de la NBA este mundillo no se ve rodeado del circo mediático que sufre el fútbol en España. Menos mal. Aún así la crítica y el debate están a la orden del día. ¿El evento favorito?, el All-Star Game.

Pase lo que pase, siempre habrá debate

Sea Russell Westbrook titular o no; vaya o no Kobe Bryant en su última temporada; sea Damian Lillard robado de nuevo por la NBA; y una larga lista de ejemplos. Pase lo que pase, se seleccione a quien se seleccione, siempre habrá debate y mucha crítica de por medio.

La edición de 2016 fue realmente muy criticada y dividió a los aficionados en dos grupos principales: los que adoraban ver a Kobe en el All-Star, como homenaje a una carrera legendaria; y los que no entendían como, por mucha leyenda que fuese, se le regalase una distinción así en una temporada en la que resultó negativo para el equipo.

Damian Lillard se quedó fuera, de manera totalmente incomprensible y poco sorprendente, ya que el trato que el base recibe por parte de la liga y la selección americana nunca ha sido el mejor. Otros también criticaban que veteranos en decadencia como Dwyane Wade fuesen titulares. Los aficionados nos llevábamos, por unos motivos u otros, las manos a la cabeza.

Pero este año no. Este año el All-Star puede tener debate, como siempre, pero no se puede hablar de robo.

¿Quién recordará a los titulares?

Cierto es que la elección de los titulares ha traído mucha polémica, no es para menos. Y es que no es solo el caso de Russell Westbrook, prácticamente imposible defender que no sea titular por Stephen Curry.

• Isaiah Thomas | 29.1 puntos, 6.2 asistencias

¿Merece el enano ser titular? Para muchos debería estar por delante de Kyrie Irving. El base de los Cavs está haciendo la mejor temporada de su carrera en un equipo que manda en la Conferencia Este. Thomas, por su parte, números ofensivos difíciles de mejorar y con sus Celtics terceros a medio partido de los Raptors.

• Kyle Lowry | 22.4 puntos, 6.9 asistencias, 4.8 rebotes

Menos mediático que su compañero de backcourt DeMar DeRozan, que sí será titular, Lowry está siendo la guía del equipo canadiense. El base vive su mejor año como profesional, decisivo y muy eficiente en ataque, junto a un trabajo defensivo encomiable. Para muchos debe estar en el lugar de DeRozan.

• Russell Westbrook | 30.7 puntos, 10.7 rebotes, 10.4 asistencias

Con esos números y los Thunder en Playoffs no debería haber discusión ninguna.

Otros apoyaban que algún hombre grande como DeMarcus Cousins o el propio Marc Gasol fuesen titulares, pero este debate parece algo más alejado tanto por rendimiento como por impacto mediático.

Pero os hago una pregunta. Cuando se recuerda a un histórico, citad el nombre que queráis, y se mencionan las veces que acudió al Partido de las Estrellas, ¿se cuentan las veces que fue titular o simplemente las veces que fue seleccionado?

Pueden gustar más o menos las elecciones de los titulares, pero finalmente los que están en el debate por empezar dicho partido en pista acuden seleccionados. Y es que estar en este partido es lo realmente importante.

Ganar tiene demasiada importancia

Quizá no se valora tanto fuera de Estados Unidos por las diferencias que hay en los modelos deportivos, o quizá simplemente porque somos así. El hecho es que para las ligas americanas ganar es lo que cuenta. Cuantas veces habré escuchado: «si es una verdadera estrella hará que su equipo gane».

Vale, de acuerdo, todo hay que ponerlo en contexto. Un solo buen jugador no te lleva a ganar, tampoco varios buenos jugadores. Pero todos lo entendemos: sumar victorias y ser buen jugador es lo que te convierte en All-Star, en referencia.

Si cogemos los cuatro mejores equipos de cada conferencia (Warriors, Spurs, Rockets, Clippers; Cavs, Raptors, Celtics, Hawks) no nos debe sorprender que sumen a 14 de los 24 jugadores convocados para el partido. Ganar tiene demasiada importancia, la que se merece.

Los que se quedan fuera

Ningún debate hay en los siguientes jugadores, que llegan al All-Star por méritos propios: Isaiah Thomas, John Wall, Kevin Love, Kyle Lowry, Paul George, Kemba Walker, Russell Westbrook, DeMarcus Cousins, Marc Gasol y Gordon Hayward.

Todos estos están realizando temporadas individualmente notables o sobresalientes en equipos de Playoffs, con la excepción de la mayor amenaza en las pinturas, DeMarcus Cousins.

Chris Paul

Es la primera vez desde 2006 que no veremos al mítico base en el All-Star Game, desde su año sophomore. Su última lesión le deja en 36 partidos disputados en lo que va de campaña y se espera que no regrese hasta dentro de dos meses. No se le selecciona por la lesión, lógico.

Damian Lillard/C.J. McCollum

Los Blazers se quedan por segundo año consecutivo sin representantes en el All-Star. Ambos jugadores siguen mejorando y suben casi todos sus números de la pasada temporada. En esta edición les resta y mucho el negativo rendimiento de su equipo. A día de hoy Portland es una defensa desastrosa y no se encuentran ni en Playoffs. No hay robo a Lillard como rezan muchos en las redes sociales.

Mike Conley

Uno de los bases más infravalorados de la liga y que perdió dicha etiqueta cuando firmó su millonaria renovación en verano. Conley está en el prime de su carrera y vive su mejor campaña como profesional. Sin embargo los Grizzlies son séptimos del Oeste y ya con Marc Gasol darles dos All-Stars sería demasiado.

Joel Embiid

El fenómeno mediático de lo que va de temporada. A pesar de una producción histórica en el poco tiempo que pasa en pista (25.3 minutos por la restricción) los números de Embiid y sobre todo el récord de los Sixers hacen imposible que sea All-Star.

Si, es cierto que su impacto en pista va mucho más allá de los números y que en Philly viven un mes de enero mágico. Pero la mayoría de los que piden a Embiid en el Partido de las Estrellas lo quieren ver por el espectáculo que representa. Es cierto, es un auténtico show, pero entonces, ¿quedamos en que esto es un concurso de popularidad o que tienen que ir los mejores? Joel tiene muchos años para ir, paciencia.

Karl-Anthony Towns

Otra temporada y otro paso adelante. Towns es de esos jugadores que harán historia, no hay dudas, y de los que peleará en los próximos años en unas pinturas de nivel excelente. ¿Su inconveniente? Unos Wolves tan cerca de Playoffs como de ser el peor conjunto del Oeste. En definitiva, el equipo no acompaña.

Kristaps Porzingis

Situación parecida a la del pívot de Minnesota. El letón no ha progresado tanto estadísticamente, pero su impacto en pista ha aumentado de forma considerable. Empezó la temporada a gran nivel, al igual que sus Knicks, pero ha bajado algo su rendimiento (las lesiones no le ayudan) y los de la Gran Manzana son la gran decepción de la temporada.

Rudy Gobert

Del que menos se habla y del que más se debería quejar la afición. Gobert se consolida, a sus 24 años, como uno de los mejores pívots de la competición: defensor de élite (candidato al D-POY), reboteador de élite y uno de los mayores generadores tras bloqueo de la NBA. Los Jazz son el quinto mejor registro del Oeste, a medio partido de Clippers, y Gobert es de esta lista quién más merecía ser All-Star. Junto a su compañero Gordon Hayward (sí, dos jugadores de Utah, no estoy loco).

Carmelo Anthony y Dwyane Wade

Duele a los aficionados, especialmente a los que han crecido con estas dos figuras. Pero ni Melo ni D-Wade merecen ir al All-Star. En el concurso de popularidad ya no ganan y su rendimiento no es el de antaño. Además Knicks y Bulls podrían estar mejor en la clasificación. Primera vez desde el All-Star de 2007 que no aparecen ambos.

Los que están dentro

Kevin Love

El tapado del big-three pero al que se observa con una lupa más grande. Kevin Love parece más adaptado que nunca al juego de los Cavs y el título le ha dado la confianza extra que necesitaba. Vuelve a ser un jugador de 20-10 como en sus días en Minnesota y lo hace en el mejor equipo del Este. All-Star merecido.

Kemba Walker

El base formado en UCONN comenzó la temporada como un All-Star indiscutible, pero sus números descendieron un poco y los Hornets parecieron soltar el acelerador. Jugar al lado de Nico Batum le hace mejor jugador y Walker es uno de los anotadores más eficientes y mortíferos de la NBA. En Charlotte apuntan a Playoffs y Walker se merece el All-Star. El debate aparece porque hay cinco bases en el Este, ¿pero acaso eso es un debate?

Paul Millsap

Los rumores de traspaso tapan otra muy buena temporada del jugador de Atlanta. Los Hawks son cuartos y se merecen estar representados en el Partido de las Estrellas. Millsap es sin duda uno de los más criticados por tener números muy similares (incluso peores) a los de Embiid. Mirad el récord y recordad la importancia de las victorias.

Gordon Hayward

Me da hasta vergüenza tener que escribir para justificar el All-Star de Hayward. Si habéis visto NBA sabéis que los Jazz son élite y su alero titular registra sus mejores números en puntos, rebotes y eficiencia, además de ser uno de los mejores defensores en su posición.

Klay Thompson/Draymond Green

Una de las grandes polémicas. ¿Merecen los Warriors llevar cuatro jugadores al All-Star? Esto solo ha ocurrido en siete ocasiones previas y parece algo exagerado, sobre todo viendo el rendimiento de un Thompson que empezó mal la temporada. Green, con peores números, es fundamental para el equipo e indiscutible favorito al D-POY. Pero cuatro jugadores parecen demasiados.

DeAndre Jordan

El hecho de ser un pívot físico y sin IQ le penaliza a los ojos de la mayoría de aficionados. La realidad es que Jordan ha progresado de manera fantástica durante su carrera. Hace unos años sí era un jugador más alocado en defensa, pero estas dos últimas campañas se erige como uno de los mejores centers. Con Paul y Griffin lesionados, los Clippers merecen un All-Star y ese es DeAndre Jordan.

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Algunos pensaréis que soy demasiado conformista, que me parece bien lo que ha hecho la NBA. Para nada. Si bien es cierto que en otras ocasiones he criticado como el que más algunas decisiones de la liga, en esta edición no hay nada grave que reprochar.

Se puede debatir si los Warriors son tan buenos como para llevar a cuatro All-Stars. Si Thompson ha jugado tan bien, pero claro, ¿a quién pones en su lugar? A un Lillard excepcional, de unos Blazers lamentables, por ejemplo. O quitas a un sólido Paul Millsap, de unos sólidos Hawks, para meter al fenómeno de masas Joel Embiid de unos Sixers que son 12º del Este.

Este año por suerte no tenemos ningún robo, ninguna decisión que puedas lanzarte a degüello a por los organizadores o defensores de las decisiones. Como he escrito al principio del artículo se seleccione a quién se seleccione siempre habrá debate. Una cosa es defender una opinión, debatir, y otra muy distinta, un robo.