Ricky Rubio, el playmaker ideal para los Timberwolves

Se adapta perfectamente al juego del equipo
Ricky Rubio es el base ideal para estos Minnesota Timberwolves – Nil Alemany (SB)

No hay duda, los Wolves están de moda. Tras empezar la temporada de forma desastrosa, encadenando derrotas totalmente inesperadas, el sueño de disputar los PlayOffs de la NBA sigue vivo en Minneapolis debido al gran momento de forma que atraviesa el equipo, habiendo ganado 8 de sus últimos 12 partidos. Esta sustancial mejoría se debe a varias razones, pero una de ellas es sin duda la explosión de Ricky Rubio. En las últimas semanas el base español está jugando a un gran nivel y se está consolidando como uno de los mejores pasadores de la NBA.

Ricky está siendo objeto de todo tipo de rumores de traspaso en las últimas semanas, raro es el día que no nos levantamos por la mañana con un nuevo culebrón sobre el futuro del de El Masnou. Pero lo cierto es que en Minnesota no se plantean dicha operación, al menos por el momento, ya que ningún base de la plantilla ha demostrado rendir ni de lejos al nivel que Rubio lo lleva haciendo en los últimos partidos, por lo que sería absurdo deshacerse de un jugador que ofrece un rendimiento tan alto.

Una brillante precocidad

Ricky Rubio, que fue amamantado en los brazos del DKV Joventut, está ahora en plena madurez como jugador de baloncesto y ha sido siempre visto como ese ejemplo de explosión prematura, de ese niño que juega como una estrella, de ese imberbe talento que amenaza con hacer historia.

Empezó siendo el jugador más joven de la historia de la ACB en debutar en la liga, con tan solo 14 años, 11 meses y 12 días, y desde ese momento no paró de mejorar su nivel cada vez más, hasta que en 2009, nada más cumplir 18 años, Minnesota Timberwolves le seleccionaría en el nº5 del Draft. Ese mismo verano, en vez de dar el salto a la NBA, decidió seguir formándose en las filas del Regal FC Barcelona, durante dos temporadas (2009-2011) en las que ganó un gran número de títulos.

Ya en la NBA, Ricky hizo una buena temporada de rookie, jugando 34.2 minutos por partido y promediando 10.6 puntos, 8.2 asistencias y 2.2 robos por encuentro, unas estadísticas muy buenas para un novato en la Liga que le llevaron a ser nombrado mejor Rookie del mes de enero en 2012 y a estar en el quinteto de mejores novatos de la temporada 2011-12.

Veteranía y juventud, la combinación ideal

Cuando echamos un vistazo al roster de los Timberwolves, podemos percatarnos de algo realmente llamativo: Exceptuando a Nikola Pekovic, Ricky Rubio es, con 5 temporadas en la franquicia, el jugador más veterano de las filas de Minnesota con tan solo 26 años de edad en lo que a temporadas en el equipo se refiere. Y es que en una plantilla plagada de jóvenes promesas como Karl-Anthony Towns, Andrew Wiggins, Zach LaVine y compañía, la importancia de tener un buen director de juego se hace aún mayor.

Ricky ha sido capaz de convertirse en una figura de referencia en el vestuario de los Wolves tras la marcha de Kevin Garnett con solo 26 años y supone un claro apoyo y un guía para los jóvenes de Minnesota que, si bien van sobrados de talento y físico, pecan a veces de esa inexperiencia que Rubio aporta al juego de los de Minneapolis.

Las lesiones, su fatal lastre

Si hay una pesadilla común para todo deportista de élite, y más aún para una estrella tan joven como lo es Ricky Rubio, son las lesiones. La espectacular progresión que estaba experimentando el base de los Wolves desde que debutara en la ACB se ha visto truncada en varias ocasiones por la mala suerte, cebándose con él sin ninguna compasión.

Ya en sus 2 primeras temporadas (2011-12 y 2012-13) Ricky se perdió muchos partidos por un grave desgarro del ligamento cruzado en una rodilla, lo cual supuso un frenazo brutal en su carrera. Aún así, el catalán no se rindió y siguió brillando cada vez que volvía a pisar una cancha a pesar de las habladurías de sus detractores, que incomprensiblemente no son pocos. Pero en la 2014-15 la mala fortuna volvió a fijarse en él, trayéndole una lesión de tobillo que le obligaría a disputar la ínfima cantidad de 20 partidos en toda la campaña.

A comienzos de esta temporada, en noviembre, Ricky se hizo un esguince en el codo derecho en un partido frente a los Kings que hacía imaginar lo peor, pero por suerte se quedó en una baja por unas pocas semanas y ahora está desplegando un nivel espectacular.

Pese a tanta lesión, el jugador de los Wolves ha conseguido hacerse un nombre en la Liga y colocarse entre los mejores bases de la NBA a nivel pasador, logrando reconocimientos en su año de Rookie aún estando un tiempo en el dique seco. Se ha postulado como una figura imprescindible en la consecución del gran objetivo de los Timberwolves: devolver los PlayOffs al Target Center.

Un base de los que ya no quedan

Actualmente en la NBA los que están considerados como los mejores bases, ya sean Curry, Westbrook, Thomas y un largo etcétera de jugadores, son point guards que se han adueñado del ataque de su equipo y su misión ya no es únicamente la de hacer jugar al mismo, sino la de anotar compulsivamente. No es raro ver bases que acaban sus partidos con 40 puntos y más de 20 tiros de campo.

No es ese el caso de Ricky Rubio. Si bien su anotación viene condicionada por su limitado porcentaje de acierto, el base español se ha ganado convertirse en pieza fundamental de estos Wolves por otros motivos. Decimos que es el base ideal para esta franquicia porque Minnesota ya tiene en plantilla tres jugadores que promedian más de 20 puntos y que acumulan casi el 70% de los lanzamientos totales del equipo, Karl-Anthony Towns, Andrew Wiggins y Zach LaVine. Lo que necesita Thibodeau no es tanto un base anotador como los que hemos visto anteriormente, sino un creador de juego puro, alguien capaz de nutrir a estos jugadores de tiros liberados para que anoten con aún más facilidad.

Esta temporada Ricky promedia 8.2 asistencias por encuentro, lo que le convierte en el 7º mejor asistente de la NBA; aunque si miramos solo los bases el de El Masnou es el 5º mejor pasador.

El tiro, su particular calvario

Si de algo saben aprovecharse los haters de cualquier persona es de sacarle un partido brutal a cualquier defecto que vean en alguien a quien odian. Es lo que le pasa a Ricky Rubio con el lanzamiento a canasta. Es cierto que el base de los Wolves trabaja cada verano en este aspecto, pero la mejoría en su porcentaje de tiros de campo no es la que ni a él ni a la afición de los Timberwolves les gustaría.

En esta campaña Ricky está lanzando a canasta con un 38,7%, el porcentaje de acierto más alto de su carrera, en la que promedia un 37% de efectividad. No son números escandalosamente malos, pero es cierto que son porcentajes bastante mejorables y más en un jugador con el talento y la habilidad de Rubio. Estos datos preocuparían mucho más si el base español fuera quien absorbe la mayoría de los lanzamientos a canasta, como ocurre en otros equipos como Oklahoma City Thunder o Boston Celtics, pero en el caso de Minnesota no es él quién debe aportar la fuente principal de puntos, sino que debe servirlos con asistencias, y eso se le da extremadamente bien, promediando 8.3 asistencias por encuentro en su carrera NBA.

Un genio infravalorado

Cuando hablamos con gente que no es de los Timberwolves o que no sigue sus partidos de la NBA, normalmente nos dicen que Ricky Rubio es muy malo, que no tiene nivel para jugar en la Liga, etc. Cierto es que si nos basamos solo en sus estadísticas, el único punto que llama la atención del juego de Ricky es su número de asistencias por partido.

Sin embargo, al base español hay que verle jugar para apreciar de verdad su calidad. Hay que ver cómo se mueve en la pista, su exquisita habilidad en el manejo de balón, su quirúrgica precisión en los pases… El punto fuerte del juego de Ricky radica en su elegancia, su efectividad a la hora de convertir un pase en una canasta de su compañero. Esto es lo que realmente hace falta en los Wolves, y es con lo que, viendo sus partidos, nos damos cuenta de la influencia tan positiva que tiene este base en su equipo. Es la definición de hacer mejores a sus compañeros.

Curiosamente, la buena dinámica que atraviesan los Wolves no es casualidad, y es, en parte, gracias a la explosión de asistencias y buen juego que está desarrollando el jugador catalán. En los últimos 12 partidos, de los que los Wolves han ganado 8, hemos visto una versión más dinámica de los de Minnesota, más bonita para el espectador, y en esto tiene que ver mucho Ricky Rubio, que en dichos partidos ha promediado más de 11 asistencias por encuentro, dejando así clara su gran influencia positiva en el equipo.


Tras las últimas semanas tan ajetreadas que hemos tenido con los rumores de traspaso que incluían al base de los Timberwolves en todo tipo de operaciones con otros equipos, hemos de pararnos a reflexionar un momento y pensar si de verdad Minnesota está haciendo bien en plantearse traspasar a Ricky Rubio. No se puede negar que hay bases mejores en la Liga, pero estudiando un poco más a fondo el juego de los Wolves y cómo funciona dirigido por Ricky, nos damos cuenta de que en Minneapolis costaría muchísimo encontrar un jugador que se asemejara más que su actual base titular a lo que ya tienen: un playmaker que no necesita acaparar muchos tiros para brillar y que haga mejores a sus compañeros, nutriéndoles constantemente de puntos en situaciones fáciles.

Veremos qué pasa con Ricky hasta que se cierre el mercado, pero, según todo lo dicho anteriormente, parecería un error por parte de Minnesota Timberwolves plantearse el traspaso de un jugador que se adapta tan bien a su juego.

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Comentarios (6)
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  • Alex G.

    Muy muy muy de acuerdo con la opinión de este artículo. Yo también quiero quer los Timberwolves no se deshagan de Ricky. En este punto del proyecto, de su juego y del desarrollo de sus teóricos reemplazos no tiene sentido.

  • Pedro Docampo

    Completamente de acuerdo. Con unos playoffs tan baratos este año y estando a tan poca distancia de ellos, Ricky debe ser el que dé de comer a estos lobos. Todo lo que no pase por ello será ahora mismo un grave error

  • ivanfradkin37

    Gran artículo, muy buen análisis. Aunque considero que Rubio es un poco «pecho frío» (no como hater, pero creo que en momentos importantes a veces no aparece), sin dudas es un jugador importantísimo para los Wolves. Principalmente por el hecho de que tienen 3 jugadores que toman (y meten) muchos tiros… es claro que necesitan un playmaker. Aunque me gusta que los bases tengan un mayor porcentaje de acierto en tiros de campo y triples, es indudable la calidad de Ricky (bases puros no hay muchos hoy en día, se me viene a la cabeza ahora Rondo, un poco en las últimas).

    • Alex G.

      Exacto, el estilo Ricky no abunda mucho en la liga ya y Rondo es quizás uno de los pocos que se adecuan, aunque está fatal desde que salió de Celtics el chaval, solo el año pasado en Kings no estuvo mal. Respecto a lo que dices de los porcentajes yo creo que en eso estaremos de acuerdo todos, que tirara mejor no sería nada negativo precisamente; pero también tengo que decir que si Ricky tirara mejor y siguiera teniendo el resto de buenas cualidades que tiene, estaríamos hablando de un All-Star fijo y quizás uno de los mejores jugadores de la NBA (depende de cuánto mejor, claro)

      • ivanfradkin37

        Totalmente de acuerdo. Si tirara mejor y (creo, la verdad no le seguí toda la carrera) fuera más determinante en los momentos finales, sería un jugador top top. Igual es cierto que no va a ser un Curry, pero es más fácil mejorar el tiro que adquirir la clase de Ricky en cuanto al manejo de balón y la cualidad asistidora.

        • Alex G.

          Eso sin duda, yo también creo que tiene mucho talento innato. En los finales de partido no es un crack, pero mejor que Wiggins a día de hoy por ejemplo sí jajaja (aunque está mejorando)

          Se nota cuando le dan el balón a él para que organice y no a otros para que decidan por su cuenta. Quizás no hará el tiro final, pero el tio al que se la pase estará liberado