Cuando hablamos de Klay Thompson siempre sale a relucir su increíble habilidad en el tiro de larga distancia. Es campeón de la NBA, All-Star, ganador del concurso de triples, ha formado parte del mejor equipo de la historia en temporada regular… Klay Thompson ha demostrado ser uno de los mejores, si no el mejor, escoltas de la liga, jugando en un equipo cuya estrella no es precisamente él. Hay muchos nombres que destacan en Golden State por encima de Klay; Stephen Curry, Kevin Durant y hasta incluso Draymond Green, que es uno de los mejores defensores de la liga. Klay Thompson siempre es valorado como un simple tirador, pero hay mucho más dentro de esa caja de talento que tiene guardada en los bolsillos.
Poca gente habla de su gran capacidad defensiva en el perímetro, aunque no nos vamos a meter de lleno en eso ahora mismo. La pregunta ahora es, ¿es capaz de seguir mejorando? La temporada no empezó de la mejor manera posible para Klay. La llegada de Kevin Durant le posicionaba como el gran favorito a ponerse las botas debido a la difícil decisión de defender fervientemente tanto a Stephen Curry como a Durant. Entonces, en esa situación hipotética, Klay se quedaba totalmente solo en la esquina y cuando eso pasa, todo el mundo sabe que pocas veces va a fallar su tiro. Klay Thompson ha tenido que reinventarse esta temporada. Estaba en esa peligrosa línea que separaba a los grandes jugadores de los del montón y, con la adición del alero procedente de los Thunder, estaba en peligro su protagonismo en el equipo.
Como antes decía, el comienzo de temporada fue muy difícil para él. Quizá la presión pudo con él y no supo asumir su nuevo papel a la perfección o simplemente no empezó caliente la campaña. Ahora que ya hemos sobrepasado la mitad de la temporada podemos juzgar cuál ha sido el papel del que probablemente sea el mejor tirador en catch and shoot de la liga.
Nunca fue fácil tirar todos los tiros que deseaba mientras jugaba al lado de Stephen Curry, pero ahora que tiene a Durant, iba a disponer de incluso menos. Finalmente, el jugador procedente de Washington State ha resultado ser el “desatascador” de este equipo. Se ha visto y está totalmente demostrado que si Curry y Durant no funcionan, los Warriors no son capaces de ganar con toda la facilidad que supone tener a estos dos jugadores en su mejor momento. Klay Thompson siempre está ahí cuando lo necesitas. Al igual que hizo en la serie frente a Oklahoma City Thunder el año pasado, Klay se está encargando de ser ese jugador en modo microondas cada vez que los chicos de Steve Kerr necesitan un empujoncito para volver a echar a volar. Sus números han acabado siendo impresionantes, pero en los últimos partidos se le ve más confiado que nunca.
Ya nos dejó un partido excelso con 60 puntos frente a los Indiana Pacers anteriormente durante esta campaña, pero últimamente parece estar aún mejor. Sí, ser más efectivo para este jugador es casi una utopía, pero en los últimos cinco partidos está mostrando una confianza que va más allá de lo regular. Está empezando a aprender de Stephen Curry y cada vez parece tirar desde más lejos. El pasado día dos de febrero los Warriors visitaban el Staples Center para enfrentarse a Los Angeles Clippers en un partido al que llegaban sin Draymond Green, que arrastraba una golpe que le hizo sentarse por precaución frente a Charlotte Hornets. Klay dispuso de más minutos de lo habitual y terminó con 21 puntos tras no haber sobrepasado los 15 en los últimos partidos. Después, llegó el encuentro en el que los Warriors cayeron derrotados en la prórroga frente a Sacramento Kings. A partir de este partido, el modo caliente de Klay Thompson se activó. Este partido frente a los rivales de la capital del estado de California sirvió de lanzadera para un Thompson que terminó con 26 puntos y 5 rebotes.
Varios días más tarde llegaba el día de su veintisiete cumpleaños. Tenía el placer de celebrarlo haciendo lo que más le gusta, jugar a baloncesto. Su víctima sería Chicago Bulls. 28 puntos para el número 11 de los Warriors, firmando un 67% de acierto desde la línea de 6,75. Frente a los Grizzlies, los Warriors llegaban muy enchufados y con muchas ganas de derrotar a un rival que había conseguido vencerlos dos veces seguidas esta temporada. Klay Thompson volvió a liderar a los Warriors con 36 puntos y ocho triples que sirvieron de ayuda antes de la gran cita en Oklahoma que enfrentaría a Kevin Durant con sus antiguos compañeros por primera vez en el Chesapeake Energy Arena, la que una vez fue su casa. Esta vez, Klay sirvió de escudero de un Kevin Durant que fue a callar las bocas de los aficionados que le insultaban. 26 puntos de nuevo para él. Por último, los Warriors volvían al Oracle Arena para enfrentarse a los Sacramento Kings y llegaban precisamente tras haber caído derrotados en Denver en un partido en el que no pudieron contar con Klay. En el Oracle, Thompson volvió a sacar su modo de antorcha humana y nos dejó un tercer cuarto muy bueno en el que anotó 17 de sus 35 puntos totales. Parece que tiene algo con los Kings que le hace anotar gran cantidad de puntos sin descanso. Esto nos deja un total de 29 puntos por partido con un 54,3% de acierto en triples.
El jugador de los Warriors no consiguió revalidar título en el concurso de triples, pero con Golden State está mostrando su mejor versión de la temporada. Esperemos que el descanso del All-Star le venga bien para descansar la muñeca y seguir mostrándonos esta versión de sí mismo que todos deseamos.
Gran artículo. A veces nos quedamos tan solo con que es buen tirador, pero Klay es mucho más. Sin duda, el éxito de Golden State es, en gran parte, culpa de Thompson.
Klay, la muerte silenciosa. Buen artículo.
Increíbles números los que está promediando últimamente, ojalá siga con la muñeca ardiendo y llegue de la mejor manera a los playoffs!