Los italianos en la historia de la NBA: pasado, presente y futuro

Esta noche Danilo Gallinari y Marco Belinelli se verán las caras
Danilo Gallinari y Marco Belinelli, los dos únicos italianos de la NBA, se enfrentarán esta noche – Foto: FIP

Han quedado solo dos… Tras la triste marcha de Andrea Bargnani hace poco más de un año, cortado por los Brooklyn Nets y la no llegada de Alessandro Gentile por temas burocráticos no del todo comprensibles, esta temporada son tan solo dos los italianos en la NBA: Danilo Gallinari y Marco Belinelli, y esta noche se verán las caras en el partido donde los Denver Nuggets de Gallo se enfrentarán en el Pepsi Center a los Charlotte Hornets de Marco.

Aprovechamos de este primer derbi italiano del año (el segundo será el último día de marzo en Carolina del Norte) para repasar el aporte histórico de todos los transalpinos que han pasado por la mejor liga del mundo.

Los pioneros

Mirando hacia atrás, el primer italiano a ser llamado en un draft fue el gran Dino Meneghin en 1970, pero eran otros tiempos, y el famoso y longevo pívot fue elegido en 11ª ronda por los Atlanta Hawks como 182ª elección y no llegó nunca a debutar en la liga más célebre del mundo; parece mentira, considerando que es uno de los italianos más laureados de la historia, con 18 títulos nacionales y 14 copas internacionales, sin contar las medallas europeas y olímpicas con la selección.

Dieciséis años después, los mismos Hawks seleccionaron a Augusto Binelli como 40ª elección en la segunda ronda del draft, pero el center de 2.15, después de jugar varios encuentros de pre-season, tampoco llegó a debutar. En la pretemporada de 1986 también Walter Magnifico jugó como invitado algunos partidos con los Hawks, sin lograr garantizarse un sitio para la temporada.

Hay que esperar aún 9 años más para ver el primer italiano debutar en la NBA: Stefano Rusconi, que el 12 de noviembre 1995 entra en la historia, estrenándose con la camiseta de los Phoenix Suns, aunque quedará en la cancha tan solo un minuto en ese primer partido frente a Golden State Warriors. Al final de la complicada temporada en Arizona, el afirmado pívot véneto, solo coleccionaría 7 presencias (30 minutos en total) y 8 puntos, decidiendo volver a su patria.

Tres días después del debut de Rusconi, el base Vincenzo Esposito se convertía en el primer azzurro en anotar puntos en la NBA con la camiseta de los Toronto Raptors: 1 tiro libre convertido de los 2 lanzados en 8 minutos en la cancha frente a Houston. De todas formas la temporada de Esposito no fue tan negativa, ya que logró encontrar una cierta continuidad: disputó una treintena de partidos, con una media de 9.4 minutos y 3.9 puntos; su career-high fueron los 18 puntos anotados en el Madison Square Garden frente a los Knicks.

Otra década tuvo que pasar para volver a escuchar hablar italiano en una cancha de baloncesto en ultramar, ¡y de qué manera!

Andrea Bargnani: de primera elección del draft al declive

El 28 junio 2006 el pívot romano de 2.13 Andrea Bargnani entró en la historia, al ser el primer europeo a ser llamado como primera elección absoluta de un draft (segundo no crecido baloncestísticamente en Estados Unidos después de Yao Ming) por los Toronto Raptors. Se abrió así una nueva página para los éxitos de los transalpinos en la NBA.

Bargnani, que desde 2006-2007 hasta el 20 febrero 2016 había jugado siempre en Estados Unidos, debutó con los Raptors el 1 de noviembre 2006, anotando sus primeros dos puntos. Tras un mal comienzo, “Il Mago” empezó a adaptarse en seguida, coleccionando un career-high de 23 puntos en Orlando (superando así los 18 puntos de Esposito como máximo anotador italiano en NBA) y el 17 diciembre realizó su primer doble-doble frente a Golden State (18 puntos, 10 rebotes, 6 tapones). En febrero fue elegido para jugar en el partido que enfrentaba los rookies a los sophomore en el All-Star Weekend. Bargnani terminará su año de debutante con una media de 25.1 minutos jugados, 11.6 puntos y 3.9 rebotes, quedando segundo en la clasificación de rookie del año por detrás de Brandon Roy.

Bargnani vestirá la camiseta de los Toronto Raptors hasta ha temporada 2012-13; 7 campañas en total en la franquicia de Canadá, que han visto su ascenso, que tuvo el ápice en la temporada 2010-11, cuando el Mago se convirtió en capitán y líder ofensivo del equipo, y su declino en las últimas dos temporadas, debido sobre todo a las lesiones.

Desde que aterrizó en Toronto hasta el 2011 las estadísticas del azzurro, capaz de desempeñarse tanto en posición de 4 como de 5, se fueron inflando año tras años. En enero 2010 batió su récord de rebotes, con 17 totales (en Indianapolis frente a los Pacers), hasta tocar techo con su career-high de 41 puntos (9 diciembre 2010 en el Madison Square Garden).

En el julio 2013 cambió de camiseta y fichó por los New York Knicks, pero sus dos temporadas en la Gran Manzana no fueron afortunadas: las lesiones a nivel personal y la mala andadura del equipo a nivel general hicieron vivir al Mago unos meses complicados, en el cual se encontró cuestionado y criticado por parte de prensa y aficionados tanto en Italia como en Estados Unidos. Su declive empezó cuando firmó por el mínimo salarial con los desquiciados Brooklyn Nets a principio de la temporada 2015-16, para negociar la salida antes del cierre del mercado en febrero porque no disponía de los minutos que se esperaba. Terminó así tristemente la decenal carrera de Andrea Bargnani en la NBA. El jugador volvió a Europa y las continuas lesiones no le permiten encontrar continuidad en su nueva aventura con el Baskonia, que muy posiblemente termine a final de temporada.

Marco Belinelli: nuevos retos tras los éxitos de San Antonio

Marco Belinelli, escolta nacido en San Giovanni in Persiceto (Bolonia) en 1986, representa para Italia lo que Pau Gasol para España: el primer (y hasta el momento único) nacional que ha ganado el anillo y ha sido protagonista en el mágico All-Star Weekend.

Marco se ha conquistado de derecho un sitio en la historia del baloncesto italiano por los resultados conquistados, fruto de esfuerzo y dedicación, donde no faltaron periodos difíciles e incomprensiones. El pasado verano en Italia salió a la venta “Pokerface”, su autobiografía, una lectura amena e instructiva, donde este chico tímido y silencioso cuenta con sencillez y humildad su camino desde su pueblo hasta el título NBA, conquistado en 2014 con los San Antonio Spurs.

Belinelli fue elegido por Golden State durante el draft 2007 (18ª elección general, primer europeo). Su debut tendría lugar en la Summer League de Las Vegas, donde se lució con 37 puntos (14/20 desde el campo, 5/7 en triples), segunda mejor prestación de siempre en este torneo tras Keith Bogans, que en 2004 anotó 38 tantos.

Marco esperaba que este exploit le abriese la puerta grande del baloncesto que cuenta, sin embargo su primer año en la bahía de San Francisco fue avara de satisfacciones: coach Don Nelson le utilizaba poco y le repetía que “tenía que hacerse encontrar listo” para cuando hiciese falta, una frase que, como confiesa en “Pokerface”, “Beli” oyó muchas veces a lo largo de su carrera deportiva. Y listo estaba Marco cuando, en diciembre 2008, cómplices las lesiones de algunos compañeros, empezó su verdadera aventura en la NBA, entrando en el quinteto titular, anotando una media de 11 puntos en los 13 partidos siguientes, con un máximo de 27 puntos frente los Hawks.

En julio 2009 pasó a los Toronto Raptors, donde tampoco consiguió lucirse y encontrar la continuidad que buscaba. Continuidad que encontró, en cambio, en las dos siguientes temporadas, en su paso por los New Orleans Hornets. Como exterioriza en su autobiografía, al principio el escolta de Bolonia no estaba entusiasta por este traspaso, pero se adaptó rápidamente y, gracias también a la figura carismática de Chris Paul, se convirtió en un fijo del quinteto base de la franquicia de Louisiana, que centró el récord de mejor arranque con 8 victorias seguidas. Con los Hornets jugó también los Playoffs.

Tras dos temporadas llegó la noticia del traspaso a los Bulls: para Marco es un sueño jugar en una de las franquicias más valiosas de la NBA, y su equipo favorito de cuando era pequeño. En Chicago, Marco no vivió un año fácil: el entrenador Tom Thibodeau no siempre contaba con él, de todas formas consiguió recortarse sus espacios y se convirtió en el primer italiano en pasar la primera ronda de Playoffs, tras eliminar a los Nets.

En julio 2013 Belinelli fichó por los San Antonio Spurs con contrato de 2 años; una elección que gustó mucho a Marco, que se reencontraría así con su antiguo compañero en el Virtus Bologna italiano: Manu Ginóbili. Jugar para los Spurs era también entrar en otra filosofía de baloncesto, el juego que tanto hizo famoso al equipo orquestado por Gregg Popovich. Belinelli se encontró en su salsa en este juego coral, que le permitió exprimir sus mejores calidades, o sea, el tiro exterior.

Gracias al 44,5% en triples registrado hasta enero del 2014, conquistó una plaza para participar en el concurso de triples en la mágica noche del All-Star, concurso que el italiano ganó, derrotando en el desempate a Bradley Beal gracias a una fantástica serie de 24 puntos. Belinelli se convirtió en el tercer no americano tras Stojakovic y Nowitzki (por supuesto, primer italiano) en ganar el preciado concurso.

Este éxito personal fue solo el preludio de una temporada inolvidable, que vio a los Spurs y a Marco Belinelli conquistar el título de campeones de la NBA, derrotando a los Miami Heat de LeBron James en la final 4-1 (tras ganar la final de la Conferencia Oeste frente a Oklahoma City por 4 a 2).

La segunda temporada en San Antonio fue algo más complicada por culpa de una lesión al abductor, pero no le faltaron satisfacciones, como escuchar al presidente Barak Obama, conocido hincha de los Bulls, decirle “We miss you in Chicago” (te echamos de menos en Chicago) durante la ceremonia de premios en la Casa Blanca o anotar el triple sobre la bocina que regaló a coach Popovich la victoria número 1000 en NBA.

Terminada la temporada con la eliminación al primer turno de Playoffs, y no pudiendo revalidar su título en el concurso de triples (Stephen Curry en su año de oro realizó 27 puntos), Belinelli esperaba seguir en los Spurs, pero desde San Antonio le comunicaron que habrían invertido buena parte del presupuesto salarial para poner bajo contrato a la estrella LeMarcus Aldrige y entonces no habrían podido garantizarle un contrato interesante bajo el punto de vista económico. Muy honestamente en su autobiografía Belinelli confesó que, llegado a este punto de su carrera, le parecía correcto “empezar a monetizar y recoger cuanto bueno sembrado hasta el momento”. Entre las varias propuestas, decidió fichar por los Sacramento Kings, una elección que se reveló equivocada y por la cual se arrepintió amargamente.

Tras un año horrible en California, durante el cual los problemas en el vestuario influyeron negativamente sobre su aporte en la cancha. En Sacramento, de hecho, parecía que Marco hubiese perdido su don como tirador externo, acabando el año con un mísero 30.6% desde más allá del arco. El pasado verano el escolta de la selección azzurra literalmente escapó de los Kings para fichar por los Charlotte Hornets, donde está volviendo a encontrar su juego y sus puntos (hasta el momento promedia 10.6 tantos por partido, con el 36.8% en triples).

Danilo Gallinari: posiblemente el mejor italiano de siempre

Si preguntáis a cualquier apasionado de baloncesto italiano: ¿cuál es el mejor jugador de tu país? La respuesta es unánime: Danilo Gallinari. No hay duda; pese a las lesiones, pese a que los resultados de equipo que no siempre le han acompañado, pero cuando “Gallo” coge una pelota en una cancha de baloncesto muy pocas veces decepciona.

Hijo del ex jugador Vittorio Gallinari, el alero nacido en Sant’Angelo Lodigiano el 8 agosto 1988 empezó a deslumbrar desde las categorías inferiores. Crecido baloncestísticamente en las filas del Olimpia Milano, fue votado MVP sub-22 en la Lega la temporada 2006-07 y el año siguiente se hizo con el prestigioso “Rising Star Trophy” de la Euroliga.

En el 2008 se presentó al draft y los New York Knicks lo eligieron como 6ª opción absoluta. Problemas de espalda condicionaron sus primeros meses en la máxima competición, pero en la segunda temporada cobró ya un rol de protagonista, jugando 81 partidos (74 de los cuales alineado en el quinteto titular) y participando en el All-Star Weekend tanto en el concurso de triples como en el partido de novatos.

Traspasado a mitad temporada 2010-11 a los Denver Nuggets, tardó muy poco en conquistar el apoyo incondicional del público de Colorado: en su segundo partido con la nueva camiseta jugó 42 minutos anotando 30 puntos. Terminó la temporada en Denver como protagonista, también en la primera ronda de Playoffs, donde anotó un total de 60 puntos en 5 partidos.

La temporada 2012-13 parecía ser la de la consagración para Gallo, que jugó 71 partidos, los 71 como titular, rompiendo estadísticas y mejorando partido tras partido. Cuando el año deportivo se acercaba al momento clave de los Playoffs, el 5 de abril llegó el día más negro de su carrera: la lesión del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, que lo mantendrá alejado de la cancha toda la temporada siguiente y parte de la sucesiva.

Dos operaciones de ligamento, más la siguiente de menisco en enero 2015 empezaban a sembrar dudas sobre la posibilidad de volver a ver en campo este estupendo jugador que maravilló a principio de su carrera, pero unos partidos estratosféricos, con dos nuevos career-high (40 puntos frente a los Magic el 22 de marzo 2015 y 47 contra los Mavericks el 11 de abril del mismo año, mejor anotación de un italiano en la NBA), despejaron todas las dudas: Gallo había vuelto y estaba mejor que nunca.

A partir de ahí ya es historia reciente, con las dos últimas temporadas de “reconstrucción” en Denver, durante las cuales han cambiado muchas cosas: entrenador, filosofía, muchos jugadores… Pero Danilo Gallinari sigue siendo uno de los pilares de la franquicia. Durante el 2015-16 el alero italiano selló su mejor año a nivel estadístico, con 19.5 puntos, 5.3 rebotes y 2.5 asistencias, pero es durante esta temporada, y sobre todo desde el cambio de alineación obrado por Michael Malone el pasado 15 de diciembre que estamos viendo al mejor Danilo Gallinari de su carrera: un jugador que juega en equipo, que se entiende de maravilla con la estrella naciente Nikola Jokic, que es capaz de anotar de todas las maneras posibles y hasta está mejorando en defensa. Gran parte de las esperanzas de los Denver Nuggets de volver a conquistar los Playoffs están en sus manos.

Luigi Datome: una comparsa que podría volver pronto a Estados Unidos

Luigi Datome, 203 centímetros, nació en 1987 en Montebelluna (Treviso), pero se crió en Olbia (Cerdeña), donde empezó a jugar a baloncesto en las categorías inferiores. Su carrera en la élite empezó con el Montepaschi Siena, donde Gigi disputó tres temporadas y media, empezando con pocos minutos en la cancha y conquistando presencias y confianza poco a poco. A partir del febrero 2007 pasó al Legea Scafati, y en la temporada 2008-09 empezó si aventura en Roma, que duró 5 años, en los cuales Datome fue creciendo partido tras partido.

Ya el primer año se hizo con el reconocimiento de mejor sub-22 de la Serie A, mientras que en su última temporada, la 2013-13, fue elegido MVP del campeonato. Sus porcentajes de acierto, su visión del juego y su determinación hicieron dar al alero azzurro el gran salto a la NBA.

Fichado por los Detroit Pistons, su arranque en la mejor liga del mundo no fue nada fácil. En toda la temporada 2013-14 jugó 238 minutos en 34 partidos, anotando 83 puntos. Pocas cosas parecían cambiar el año siguiente; viendo que no encontraba espacio, el jugador italiano expresó sus ganas de jugar en D-League, donde disputó 3 encuentros con los Grand Rapids Drive, 2 de los cuales en el quinteto inicial, y anotando 40 puntos.

En febrero 2015 fue traspasado a los Boston Celtics, en los cuales encontró más minutos y pudo demostrar estar a la altura de la NBA. 94 puntos en un total de 18 encuentros, selló su career-high con los 22 tantos anotados frente a los Milwaukee Bucks y pudo disputar una ronda de Playoffs. El entrenador de los Celtics Brad Stevens se deshizo en cumplidos hacia el alero italiano: “Es uno de los mejores tiradores que haya visto jamás”.

Pese a que su aventura americana acabara bien en Boston, en el verano de 2015 Datome decidió fichar por el Fenerbahçe turco, uno de los equipos más fuertes de Europa y entre los principales candidatos al título de Euroliga. Tras perder la máxima competición en final contra el CSKA, Gigi decidió renovar un año más su compromiso con el equipo entrenado por el carismático Zeljko Obradovic con la esperanza de ir al asalto del título de Euroliga este año, y muchos rumores lo colocan de vuelta en la NBA para la temporada 2017-18.

Nicolò Melli: ¿el próximo italiano en cruzar el charco?

Nicolò Melli, nacido en Reggio Emilia en 1991, es hijo de la jugadora de voleibol estadounidense Julie Vollertsen (plata olímpica en Los Ángeles 1984), y posee la doble nacionalidad. El ala-pívot de 205 centímetros al final no siguió la carrera de su progenitora, sino que se decantó por el baloncesto; creció en las categorías inferiores del Reggio Emilia, equipo en el cual jugó hasta 2010, año en el cual el ala-pívot fue traspasado al Olimpia Milano, con el cual ganó el campeonato en 2013-14.

Tras 5 años en la capital lombarda, decidió desvincularse y buscar él nuevos estímulos en el extranjero. Optó para el Brose Bamberg que, entrenado por el italiano Andrea Trinchieri, en Alemania lleva unos cuantos años ganándolo absolutamente todo. El increíble progreso demostrado por Melli durante las dos temporadas en Alemania, que le valieron, entre otras cosas, dos títulos de MVP del mes de la Euroliga, hacen que su nombre esté presente entre los ojeadores NBA en Europa y muchos apuntan a que podría ser el próximo italiano en atracar en la NBA.

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Comentarios (3)
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  • Txingudi

    Muy completo el repaso al otrora mítico palacanestro!!!!! se agradece!!!!

  • Nil Alemany

    Muy fan de los italianos! Sobretodo los tiradores con samba, Gallo y Marco!

    • Laura78

      😀 ¡Qué grande eres, Nil! Pues te tocará volver a EEUU para ver jugar a Danilo, que a Marco sí que lo viste y le sacaste unas fotazas impresionantes, ¡te falta Gallo! 😉