A día de hoy, los Golden State Warriors tienen medio pie en las Semifinales de la Conferencia Oeste, tras ganar los dos primeros partidos de la serie en Oakland a los Blazers comandados por Lillard y McCollum, que pusieron sudor y sangre con tal de evitar la derrota de su equipo en los dos primeros partidos. Sin embargo, con la serie destinada al Moda Center en Portland, las cosas podrían torcerse para los de la bahía si no saben afrontar con seriedad lo que les queda de serie. Desde Somos Run&Dub os daremos hoy tres razones por las cuales vemos más que claro que los Golden State Warriors eliminarán al equipo entrenado por Jerry Stotts
El banquillo
Nadie puede decir ni una sola palabra en contra de cómo están jugando Damian Lillard y CJ McCollum en lo que llevamos jugado de esta primera ronda de los Playoffs, pues ambos estuvieron a un altísimo nivel de juego en el Game 1 del pasado domingo, mientras que en el Game 2 tuvieron una buena actuación, pero lejos del apuro en el que llegaron a poner a los de Steve Kerr en ciertos momentos del partido inicial. Sin embargo, hay un factor común que separa a los jugadores de los Warriors con respecto a los de los Portland Trail Blazers, y ése es el banquillo. Todas las estrellas firmaron actuaciones espectaculares el pasado domingo, pero en el caso de los de Oregon no hubo acompañamiento por parte de sus compañeros, lo que frustró la obtención de una victoria en cancha contraria que sin duda alguna hubiera supuesto un comodísimo colchón para recibir a los Warriors en el Moda Center.
Aportaciones como la de JaVale McGee, Patrick McCaw, David West… Son jugadores de los que Steve Kerr ha conseguido obtener altísimo rendimiento, brindándoles la confianza y poder que necesitaban en la rotación, todo ello sin nombrar al eterno Andre Iguodala, que ha encontrado esta temporada una segunda juventud, siendo de los principales contribuyentes a las victorias de los Dubs desde la lesión de Durant. Todo ello, sin Matt Barnes ni Shaun Livingston, que no han podido jugar el Game 2. Con su vuelta, este equipo estará listo para barrer a Lillard y McCollum.
La defensa
Obvio es que la defensa de los Golden State Warriors es una de las joyas de la corona, ya que a pesar de que no se tenía mucha confianza en ella a principios de temporada por la ausencia de protectores de aro, Steve Kerr y su cuerpo técnico han sabido solventar esa falta de centímetros con un sistema que cubre muy bien los espacios y donde los jugadores van a las ayudas y se cambian las coberturas sin necesidad de indicaciones del cuerpo técnico. El Game 2 fue toda una exhibición defensiva, los dubs pudieron sacar una renta tan amplia gracias al gran esfuerzo colectivo que emplearon en el tercer cuarto, haciendo casi imposible la anotación de canastas por parte de sus rivales. Sin embargo, la defensa más importante la encontramos en el Game 1, que a pesar de que no fue tan constante y de alto nivel, las acciones donde Green tapona tanto a Damian Lillard como Noah Vonleh, son canastas que lo habrían colocado en épicos posters. Con estas acciones, el equipo sacó la moral suficiente para ganar el partido, con el esfuerzo en ambos lados de la cancha. Sin duda alguna, podría ser de total aplicación para esta serie la frase «El mejor ataque es una buena defensa». Si la solidez defensiva continuase en Portland, sería bastante factible el «sweep».
La poca ayuda a Lillard y McCollum
Damian Lillard es un nativo de Oakland, pero eso no le priva de hacer auténticas exhibiciones de talento cada vez que visita el Oracle Arena. Sin embargo, es un jugador que siempre dejan pasar de largo en la NBA, y por ello nunca resaltan sus actuaciones sobre las del resto de grandes bases de la liga. Ayudado por McCollum, ambos son el 80% de lo que ha mantenido este equipo en la octava plaza. Hay que decir que en Febrero añadieron una valiosísima pieza a su plantel que sin duda alguna ha sido de mucha ayuda para que este equipo no cayera a los puestos de loteria, y ese es Jusuf Nurkic. Sin embargo, con la lesión del europeo las cosas se han puesto bastante arriba para Stotts y sus pupilos, pues el portento reboteador y defensivo que tenían los del noroeste de los Estados Unidos residía sobre los hombros de Nurkic.
No por ello los Blazers han regalado la serie, pues Lillard y McCollum estuvieron fuera de sí en el primer partido, especialmente CJ, que parecía no ser capaz de fallar un solo tiro a canasta. A pesar de todo ello, sus puntos no fueron suficientes para doblegar a los Warriors en el Game 1, y todo esto vino producido por la falta de ayuda en su equipo, ya que mientras en los Warriors múltiples jugadores contaban con dobles dígitos anotadores, los de Oregon echaban en falta tales anotadores. Por otro lado, poco ayudan las palabras de Moe Harkless, que a pesar de ser el mejor jugador del equipo en el Game 2, el «trash talking» que está intentando hacer a los Warriors está sirviendo de poco. Quieren demostrar que pueden ser duros rivales para Kerr y los suyos, pero lo que cuentan son las acciones, no la actitud y las palabras.