Paul Pierce e Isaiah Thomas, día de despedida y forja de leyendas

El base de los Boston Celtics comienza a forjar su leyenda
Keith Allison (CC)

Hablar de Paul Pierce es hablar de la máxima referencia para dos generaciones de aficionados de la franquicia deportiva más exitosa de la historia. Su llegada a los Boston Celtics supuso el fin a casi un decenio de despropósitos y mala suerte; un banner colgado del techo en el TD Garden no es suficiente para reflejar todo lo que el alero californiano significa para los Orgullosos Verdes.

Hasta que en Julio de 2013, esos mismos aficionados tuvieron que presenciar lo que nunca habían pensado sufrir: la marcha de su capitán en un traspaso. No un traspaso cualquiera, además. El intercambio no era uno gracia al cual los Boston Celtics iban a ser mejores, sino todo lo contrario. Ese trade sería el principio de una reconstrucción que, como todas, pintaba larga. Otra década de sinsabores no nos la quita nadie, pensaron la mayoría.

Y durante un año y medio hubo que sufrir una temporada y media llena de derrotas mientras el #34 seguía ganando eliminatorias de Playoffs.

Entonces pasó esto

Los Boston Celtics se hacían con los servicios de Isaiah Thomas a cambio de una bolsa de canicas y dos tazos. El trade ya fue celebrado por todos en su día: los Boston Celtics, un mal y descompensado equipo por aquel entonces, ya daba muestras de guerrero y peleón, capaz de remontar y desperdiciar grandes desventajas, y que acusaba mucho la falta de un jugador capaz de crearse sus propios tiros, o que al menos supiese deletrear pick and roll sin consultarlo tres veces antes con Brad Stevens.

Su llegada, como decimos, fue prontamente celebrada, por económica y  necesaria; aunque nadie se tomaba demasiado en serio los pensamientos vertidos por Danny Ainge la misma noche del traspaso «con tu forma de jugar, y de entender el baloncesto, serás una leyenda de esta franquicia». Dos meses después, mientras Paul Pierce volvía a regalar un par de semanas de vacaciones más a los Toronto Raptors, Isaiah Thomas llevaba a los Boston Celtics a su primera aparición de Playoffs tras el comienzo de la reconstrucción… apenas 20 meses después del inicio de la misma. Una auténtica locura.

Ese mismo verano, Paul Pierce fue Agente Libre y aunque hubo más rumores que verdaderas intenciones por ambas partes, su camino y el de los Boston Celtics no se volvería a encontrar hasta una temporada después. Hasta el 5 de Febrero de 2017 concretamente. Horas antes de que el mundo viera la mayor remontada jamás realizada en una Superbowl, Paul Pierce se despedía de la que siempre será su casa, el TD Garden.

Aquel partido de comunión, Pierce no solo sería una de las tardes más entrañables para los aficionados a los Boston Celtics, sino que dejaría meridianamente claro quién era el abanderado de toda una nueva generación de Orgullosos Verdes: «Isaiah Thomas es el mejor base de la Conferencia Este, es el corazón de esta franquicia ahora, solo le he dicho: ‘sigue matando cada noche'».

A fin de cuentas, The Little Guy estaba haciendo firmando la mejor temporada regular en lo que anotación se refieren en la historia de los Boston Celtics, y siendo el jugador más determinante de toda la historia en los últimos cuartos. En toda la historia de la NBA, no solo de la franquicia de Massachusetts. Así llegamos a los ‘NBA Playoffs 2017‘. Y es que pareciera que es no se puede ser una leyenda de los Boston Celtics sin pasar una fase de sufrimiento previa.

Por todos es conocida la historia de cómo Paul Pierce jugó 82 partidos de temporada regular apenas un mes después de haber recibido hasta 11 puñaladas en cara, cuello y espalda. O cómo volvió a las «NBA Finals 2008‘ tras haber abandonado el partido en silla de ruedas. El capitán estaba hecho de una pasta distinta, única.

O quizás no tan única.

Veinticuatro horas antes de comenzar los Playoffs como el mejor equipo de la Conferencia Este, los Boston Celtics recibían las noticias de que Chyna Thomas, hermana de 23 de su jugador franquicia, Isaiah Thomas, había perdido la vida en un accidente de tráfico. Los rumores de que no iba a jugar el primer partido eran tan numerosos como lógicos. Pero el base tenía otros planes y el resto es historia.

Desde ese momento, han pasado 16 días, 8 partidos, 6 victorias, un entierro y dos operaciones bucales. Todo ello aderezado con 214 puntos y una de las mayores exhibiciones jamás vistas en post-temporada. Su duelo con John Wall en el Game 2 de las Semifinales será recordado con el paso del tiempo como aquel de Larry Bird contra Dominiue Wilkins. Y ambos con el mismo resultado.

Sus 53 puntos anotados ayer no solo son la segunda mejor marca en la historia de los Boston Celtics (solo superado por los 54 de John Havlicek en 1973, sino que son un registro jamás alcanzado por un jugador en activo en la actual NBA. No, no busquen, ni LeBron James, ni Kevin Durant, ni Russell Westbrook ni James Harden lo han logrado. Hay que remontarse al año 2003 y hablar de otro loco bajito para encontrar una marca parecida, los 52 anotados por Allen Iverson a los Toronto Raptors.

Isaiah Thomas unía su nombre a la lista de Charles Barkley, Michael Jordan, John Havlicek, Rick Barry, Allen Iverson y Jerry West 24 horas después de que todos los aficionados de los Boston Celtics despidieran a su máximo referente desde la retirada de Larry Bird en 1992. 25 años en los que Paul Pierce solo tuvo que compartir el cariño de los verdes en la última etapa de su carrera – con Kevin Garnett.

Ahora, el dueño del TD Garden es otro. Un jugador que, en palabras de Tommy Heinsohn: «En toda mi carrera solo ha habido tres jugadores que me hayan hecho gritar ‘¿cómo **** ha hecho eso?’: Bill Russell, Larry Bird e Isaiah Thomas»

Quizás, tres años después hay que dar la razón a Danny Ainge y aunque quizás Isaiah Thomas no es aún una leyenda de los Boston Celtics, vive Dios que está en el camino correcto para serlo.

Isaiah Thomas/Brths (CC)
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Comentarios (1)
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  • Puro Celta

    Dos grandes…