A poco de comenzar la temporada, a Miami Heat se le posicionaba como uno de los principales equipos del Este. Se llegó a decir incluso que podrían llegar al puesto número 4/5 de la Conferencia, debido al gran bajón de nivel de los principales competidores por las posiciones de Playoffs, equipos como Indiana Pacers, Atlanta Hawks o Chicago Bulls se habían visto debilitadas por la marcha de sus estrellas: Indiana perdió a Paul George (Oklahoma City Thunder) y Jeff Teague (Minnesota Timberwolves), los Hawks a Paul Millsap (Denver Nuggets), Tim Hardaway Jr. (New York Knicks) y Kyle Korver (en el trade-deadline de la temporada pasada a Cleveland Cavaliers), y Chicago acordó un buyout con Dwyane Wade (que posteriormente se uniría con su amigo LeBron James en Cavs), traspasó a Jimmy Butler a Minnesota Timberwolves en la noche del draft por el pick 7 (que sería Lauri Markannen), Zach Lavine (lesionado de gravedad en la rodilla) y Kris Dunn, y dejaron ir a Rajon Rondo a la agencia libre, donde acabaría fichando por New Orleans Pelicans.
Además, la marcha de Carmelo Anthony y Derrick Rose de New York Knicks presuponía que el equipo de la Gran Manzana continuaría su proceso de reconstrucción. Por tanto, a los Heat se le abría la posibilidad de hacerse fuerte en la conferencia Este ya que habían retenido a las estrellas y añadido piezas útiles como Kelly Olynyk o Bam Adebayo, contratados vía agencia libre y Draft respectivamente.
Sin embargo, con la excepción de Atlanta Hawks Chicago Bulls, que si que optaron por el tanking (aunque éstos últimos con el regreso de Nikola Mirotic han llegado a tener siete victorias seguidas hasta caer contra Cleveland Cavaliers) y el fracaso de Charlotte Hornets, todos los equipos subieron el nivel y aumentaron la dificultad para ocupar puestos de Playoffs. Miami ya no era tan favorita y para colmo en el primer partido contra unos muy buenos Orlando Magic (llegaron a estar en los primeros puestos de playoffs durante unas semanas) Hassan Whiteside se lesionaría para los siguientes cinco partidos, que hizo que el equipo se resintiese y perdiese cuatro de los primeros seis encuentros.
Pese a que no se rendirían tan fácil, y darían la vuelta a la situación con cuatro triunfos en los seis enfrentamientos posteriores, equipos como Detroit Pistons, con un Andre Drummond espléndido y jugadores de nivel como Avery Bradley, Philadelphia 76ers, con Joel Embiid pudiendo jugar de manera regular y Ben Simmons siendo dominante, New York Knicks gracias principalmente a Enes Kanter y a un Kristap Porzingis desatado, y sobretodo Indiana Pacers con la explosión de Victor Oladipo, se colocaban en zona de playoffs junto a Cleveland, Celtics, Toronto, Wizards y Bucks. Los Heat parecían quedarse retrasados en la pelea.
Pero este equipo tiene una garra especial. Se siguió luchando pese a todo, pese a los bajones de rendimiento de Dion Waiters, a los problemas físicos de Whiteside y a los fallos de concentración en las segundas partes (llegó a ser de los peores en cuanto a puntos anotados y encajados en el tercer cuarto) y se llegó a estar por encima del octavo puesto.
Aunque no iba todo a ser tan fácil. Dos derrotas consecutivas contra rivales directos (Detroit Pistons y Washington Wizards, aunque a éstos últimos se les ganó a la noche siguiente) y una abultada derrota frente Indiana Pacers (95-120) en un breve espacio de tiempo volvían a descolgar al equipo de Florida.
Para colmo se aproximaba un calendario complicado, con enfrentamientos frente a Minnesota Timberwolves, Boston Celtics y Cleveland Cavaliers, únicamente separados por un partido en Chicago. Y Miami Heat volvió a plantar cara.
Los Heat ganaron 3 de los 4 partidos, cayendo sólo contra los Cavs, en un partido donde Whiteside se volvió a lesionar de la rodilla y no jugó apenas (perdiéndose de nuevo bastantes encuentros). Esta lesión influyó en la derrota posterior contra New York Knicks, ya que Enes Kanter hizo lo que quiso en la zona (22 puntos y 14 rebotes), que se sumó a los esperados tropiezos frente a San Antonio Spurs y Golden State Warriors, aunque contra esto dos últimos se plantó cara .
Y cuando Miami empezó a recuperar victorias, con cuatro triunfos de cinco posibles, llegó la actual plaga de lesiones. Justise Winslow se lesionó en la rodilla izquierda, Dragic también cayó por molestias en el codo, Whiteside aún no regresaba, James Johnson sufrió una lesión en el primer cuarto frente a Los Angeles Clippers y hasta enero era baja segura, y Okaro White y Rodney McGruder son baja indeterminada.
Esto ocasionó una dolorosa derrota contra Atlanta Hawks por 104-110. Y Boston esperaba con ganas de revancha.
El Garden fue una olla presión y encima el equipo de Kyrie y compañía se llegó a poner 12 arriba, pero Kelly Olynyk decidió apuntarse a la fiesta. Acabó con 32 puntos (récord de carrera) venciendo a los Celtics por la mínima (90-89).
Y cuando mejor parecían estar las cosas, llegó el peor partido realizado por Miami Heat en esta temporada.
Jugábamos contra Brooklyn Nets, en casa, y con 3 triunfos en los últimos 4 partidos. Sin embargo, aquello fue una hecatombe. En pocas (o ninguna) ocasiones he tenido ganas de poder traspasar a casi toda la plantilla como me ocurrió aquel día. Quitando a Whiteside y a Josh Richardson, el resto apenas hizo algo para remontar el partido o simplemente mostrar algo de garra, y caímos por 87-111.
Al siguiente encuentro, frente a Orlando Magic, en la primera parte todo parecía que seguía igual que contra Nets, ya que se perdía por 18 puntos, sin saber defender una sola jugada y malos ataques. Y entonces Miami sacó la garra que tanto extrañábamos frente a Brooklyn.
Liderados por un Tyler Johnson espectacular (20 puntos en el tercer cuarto), la defensa empezó a morder y el ataque poco a poco ganó fluidez, remontando hasta acabar ganando el partido por 6 puntos (111-117).
Y así, llegamos a la situación actual, con el equipo de Erik Spoelstra séptimo en la Conferencia Este, con récord positivo (19-17) y con opciones de subir más arriba. Pese a las lesiones, al bache de resultados y de juego, a la revelación de los equipos ya mencionados, a la falta de rendimiento de Waiters y a algún que otro factor más, este equipo sigue dando la cara e incluso permite a los más optimistas (como yo) pensar en quedar entre los 4/5 primeros puestos de Playoffs, pues si estamos en este punto con todo lo que nos ha pasado en esta primera mitad de temporada (llevamos ya 36 partidos aunque parezca que no), ¿de qué será capaz Miami Heat una vez esté todo superado? El tiempo nos dirá.