Casademont Zaragoza, sombra de la pasada temporada
El próximo mes de competición es vital para sus aspiraciones
Ni los peores pronósticos hubieran situado al Casademont Zaragoza con 2 victorias y 10 derrotas en este inicio de temporada. Por progresión en estos últimos años y plantilla cualquiera hubiera pensado que no estaría a estas alturas en plena lucha por el descenso. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. La realidad es que el equipo no gana y con la reciente derrota en Badalona suma su sexta derrota consecutiva.
Las jornadas pasan y parece que el club zaragozano está gastando sus últimas balas. Después de doce partidos el equipo ha cambiado de entrenador y se han producido nuevas incorporaciones, así como un reciente intercambio de jugadores con otro equipo y los resultados no llegan.
Continuos cambios en la plantilla
Las lesiones están muy presentes en el arranque de temporada rojillo. A la lesión de larga duración que sufrió el escolta Vit Krejci se sumó una lesión en los aductores de Rasheed Sulaimon. El jugador norteamericano volvió a jugar el pasado fin de semana después de ocho jornadas de recuperación. Estas lesiones motivaron en su día la incorporación de Luka Rupnik para acompañar a San Miguel en el puesto de base.
Por si no fuera suficiente, Rodrigo San Miguel ha sufrido una lesión en su pulgar izquierdo y tras pasar por quirófano va a estar 12 semanas fuera de la competición. Este fue el detonante del reciente trasiego de jugadores que se ha producido en Zaragoza. Comenzó el baile y DJ Seeley fue enviado al Bayern de Munich al ser intercambiado por TJ Bray debido a la necesidad de incorporar un base de las características del norteamericano. Justo unos días más tarde se produjo la desvinculación de Luka Rupnik del club por mutuo acuerdo. A día de hoy, la batuta del equipo está en las manos del recién incorporado Bray, Javi García y un Sulaimon que tras haberse recuperado de su lesión podrá echar una mano en las labores de base.
Por otro lado, el club ejerció una cláusula de corte sobre Sagaba Konaté. Si cabía esperar alguno de todos los movimientos realizados por el club, era este. El pívot de Mali no encontró su hueco en Zaragoza. No lo hizo con Ocampo y tampoco lo ha hecho con Hernández. El que es ahora jugador del PAOK deja para el recuerdo en Zaragoza uno de los mejores mates que se hayan visto durante la pretemporada.
El caso Jason Thompson
Jason Thompson estaba llamado a ser una de las estrellas del equipo. En cambio, el norteamericano con experiencia en la NBA está siendo una de las decepciones de esta temporada. Sus actuales promedios de 7,1 puntos y 4,2 rebotes en 16:36 minutos no son suficientes para sostener el juego interior del equipo. La opción de Jacob Wiley buscaba reforzar la posición, pero tras verse frustrada, la incorporación de un nuevo pívot se retrasará por el momento. Por desgracia, cuando las cosas no funcionan siempre hay señalados y en este caso Thompson es uno de los jugadores que podrían salir en los próximos días del equipo.
Su problema con las faltas personales tampoco ayuda. Son 3,7 faltas por partido las que realiza en los 16:36 minutos que juega de media. Esto le lleva a desconcentrarse y estar pendiente de los árbitros en lugar de limitarse a dar el máximo en pista. El equipo necesita un referente en la pintura que genere ventajas en el poste y sea capaz de liberar a los tiradores del equipo.
El no efecto de Sergio Hernández
El día 3 de noviembre se hizo oficial el acuerdo entre el club y Sergio Hernández para que el seleccionador albiceleste se hiciera cargo del banquillo del Casademont Zaragoza. El “Oveja” llegó con la ilusión de coger las riendas de un banquillo ACB y el reto de encauzar la mala dinámica por la que el equipo transitaba. Lejos de cambiar la situación, desde su llegada el equipo no conoce otra cosa que la derrota.
Con la liga en marcha y una plantilla ya diseñada ha sido mayor la dificultad de implantar los conceptos, cambios tácticos y estilo de juego que busca el técnico albiceleste. Además, el parón para las ventanas FIBA no ha ayudado ya que varios jugadores de la plantilla se concentraron con sus respectivas selecciones, lo que dejo la plantilla mermada durante este periodo.
El Casademont Zaragoza está demostrando en estas últimas jornadas que es un equipo capaz de competir. Sin embargo, no es un equipo ganador. Cayó ante Manresa 102-103, volvió a perder por uno contra Fuenlabrada por 82-81 y tras ser derrotados antes del parón por el Barcelona por 85-97, el Joventut de Badalona volvió a sentenciar este finde en el último cuarto llevándose la victoria por siete puntos de ventaja.
El equipo compite, pero no es capaz de mantener el nivel en los últimos cuartos. Puede que la sobrecarga de minutos para algunos jugadores esté pasando factura en los momentos decisivos. En el pasado encuentro, Ennis jugó 37:46 minutos contando con apenas un par de minutos de descanso. Por otro lado, TJ Bray disputó 28:28, un minutaje muy alto para un recién incorporado.
Muchos minutos para ambos exteriores mientras que el técnico está en un momento de “probar nuevas cosas” hasta dar con la tecla adecuada. Sergio Hernández debe buscar un cambio que sea capaz de reflotar el barco. Jugar con dos bases en pista o un small ball con Benzing como “5” son algunos de los ajustes que el Oveja está poniendo en práctica. Las confianza está puesta en TJ Bray, un jugador de “un alto nivel” según Hernández, que puede aportar en la parcela ofensiva y hacer mejor a sus compañeros. Un nuevo fichaje prometedor junto con la reincorporación de Sulaimon son la única nota positiva de un equipo que necesita ganar urgentemente.