«Zaragoza mensual»: tirano de la zona media
El equipo sigue sin dar su máximo rendimiento posible
El Casademont Zaragoza tenía una oportunidad crucial para dar un golpe sobre la mesa y meterse entre los ocho primeros. Sin embargo, su último mes no ha estado a la altura de sus aspiraciones. Situados undécimos en la clasificación, tres derrotas consecutivas les han dejado en tierra de nadie. Es una mejoría teniendo en cuenta la situación por la que pasaba el club a inicios de diciembre con 2 victorias y 10 derrotas, pero ha supuesto un frenazo en seco con respecto al 5-1 que firmaron al comienzo del año.
Un equipo al que le falta defender
El Casademont Zaragoza cuenta desde el inicio de temporada con jugadores de mucho talento en cada posición. Facilidad anotadora, juego vistoso, partidos a muchas posesiones han sido las señas de identidad de este Casademont Zaragoza durante lo que llevamos de temporada. Por ello, el reto de Sergio Hernández era lograr que el equipo fuese sólido en defensa. Si a uno de los equipos más anotadores de la competición le sumas una defensa aceptable tienes un equipo de Playoff, algo que ahora parece estar muy lejos.
Las tres últimas derrotas consecutivas en liga ante el Joventut de Badalona, Barça y Movistar Estudiantes han hecho saltar las alarmas. Afrontar dos de estos tres partidos como locales no sirvió para evitar marcadores muy abultados del equipo rival en cada encuentro. El Joventut anotó 100 puntos en una exhibición ofensiva de Ante Tomic y Dimitrijevic, el Barça logró una gran victoria por 107 a 88. Finalmente, el Estudiantes se llevó el sábado un emocionante choque que se decidió por 104 a 113 en la prórroga.
Ante el Estudiantes vivieron una historia completamente distinta a la del mes pasado ya que en febrero los maños consiguieron llevarse la victoria en Madrid por 73 a 79. Sin embargo, en este último encuentro los madrileños lograron imponerse gracias a su dominio en la pintura. A pesar de ser una de las peores defensas de la competición, el equipo está siendo capaz de luchar los partidos. Si por algo están compitiéndolos es gracias al nivel que están demostrando jugadores como Elias Harris, Dylan Ennis o Nico Brussino. El argentino se encuentra ahora mismo a un nivel espectacular.
Jacob Wiley aterriza en Zaragoza
En febrero, Jason Thompson abandonó la disciplina aragonesa por motivos personales. Fue entonces cuando apareció la oportunidad de incorporar a Jacob Wiley, un tren que no dejaron escapar. El Casademont Zaragoza llevaba tiempo detrás del ala-pívot californiano. En noviembre, tras contraer Covid-19 se retrasó su debut con la selección macedonia por lo que con el límite de plazas extracomunitarias permitidas que estaban cubiertas con Jason Thompson y TJ Bray no se pudo llegar a un acuerdo. Los dos norteamericanos acabaron saliendo del club maño.
Finalmente, a finales de febrero llegó a Zaragoza en calidad de cedido. Cobrando un salario por debajo del habitual, Wiley se presenta como un refuerzo de lujo para la pintura maña, una pintura que generó muchas dudas desde septiembre y a la que el único consuelo que le quedaba era la aportación de Elias Harris y la mejora sustancial de Tryggvi Hlinason. Su incorporación ha traído consigo varios cambios.
En primer lugar, parece haber convencido a Sergio Hernandez la idea de jugar con dos interiores pequeños. Desde su llegada hemos visto a Jacob Wiley y Elias Harris compartiendo muchos minutos en la zona. La energía y rasmia del californiano contrasta con la versatilidad y constancia del alemán. El rendimiento de Wiley ha sido inmediato y su gran partido ante el Joventut fue una muestra de cómo este jugador todoterreno puede revolucionar un partido. Aunque no ganaron, firmó una gran actuación con 21 puntos y 10 rebotes. En cambio, en defensa están teniendo dificultades para frenar al pívot rival; la falta de un referente interior en cancha provoca que jugadores contrastados como Tomic y otros con mucho talento como Ángel Delgado se hayan visto imparables en algunos momentos del encuentro.
La llegada de Wiley ha supuesto una gran reducción de minutos para Tryggvi Hlinason. El islandés ha jugado 11, 5 y 8 minutos en las últimas tres derrotas rojillas. No hay ninguna duda de que Hlinason estaba siendo el bastión defensivo del Casademont Zaragoza. Es uno de los máximos taponadores de la competición y por detrás de Louis Labeyrie es el segundo jugador con mejor porcentaje en tiros de 2 con un 75,4%. Hlinason ha dado un paso al frente, pero la llegada de Wiley se ha convertido en un obstáculo para su crecimiento. Habrá que ver si Hernández mantiene su preferencia por jugar con un quinteto bajo o si por el contrario opta por volver a jugar con Hlinason como referencia interior en un año en el que Javier Justiz está muy lejos de ser el que en un día fue.
Sigue el sueño europeo
Tras ganar cinco de los seis partidos pasaron como primeros de grupo a la segunda fase. En esta tienen como rivales al Dinamo Sassari, el segundo clasificado del grupo A, el ERA Nymburk, segundo clasificado en grupo B y el Brose Bamberg, primer clasificado del grupo F. En el primer encuentro de esta segunda fase vencieron al Dinamo Sassari por 83 a 95, que se apoyaron en un Jonathan Barreiro diferencial desde el triple que se fue con 26 puntos en su casillero. Al gallego lo acompañaron Ennis, Sulaimon y Harris, los cuales también tuvieron dobles dígitos en anotación. En el conjunto italiano fueron Miro Bilan y Marco Spissu los encargados de dar vida a los suyos con 26 y 24 puntos respectivamente.
Una segunda victoria de gran valor llegaría tras vencer por 77 a 65 al Brose Bamberg. Los alemanes con muchos ex ACB como Vitali, Shevon Thompson o David Kravish pusieron las cosas muy complicadas al Casademont Zaragoza en un choque en el que Elias Harris castigó a su ex equipo con 17 puntos. A este se sumaron los 15 de Ennis y 13 de Benzing. De este modo, se mantienen invictos en los dieciseisavos de competición tras haberse aplazado su partido ante el Nymburk por casos de Covid-19 en la plantilla checa. Por ello, tras reajustar el calendario, el próximo martes se enfrentarán de nuevo al Brose Bamberg, aunque esta vez en Alemania.