¿Qué ha cambiado en los Blazers?
Análisis del gran inicio de Portland esta temporada
Los de Oregón están siendo la sensación de esta temporada y gracias a un par de retoques en su rotación, sus números ofensivos y estadísticas de equipo se han disparado respecto al año anterior.
Al comienzo de esta temporada, las expectativas en Portland no eran muy alentadoras. El equipo se encontraba en un proceso de reconstrucción marcado por la elección de Damian Lillard en el draft de 2013, los continuos rumores de traspaso de LaMarcus Aldridge y los 16 millones de dólares que liberó este año el fin del contrato de Brandon Roy, un jugador que llevaba dos años retirado. El año pasado el equipo terminó undécimo en la conferencia oeste, quedando fuera de los puestos de playoff tras perder los últimos trece partidos y dieciocho de los últimos veintitrés.
El proyecto actual comenzó a fraguarse antes de verano, cuando la franquicia de Oregón adquirió a Thomas Robinson, Robin Lopez y Dorell Wright mediante tres traspasos distintos en los que “únicamente” dieron rondas del draft, derechos de jugadores y dinero. Un día después, en el draft celebrado en el Barclays Center, los Trail Blazers eligieron a CJ McCollum en el número diez, un escolta de 1,93 cm de estatura que promedió 24 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias por partido en la Universidad de Lehigh en sus cuatro años universitarios. Tras estos movimientos, Mo Williams fue el siguiente en unirse al roster, completando así el backcourt suplente del equipo.
Con la plantilla cerrada, Terry Stotts comenzó la temporada con un roster muy joven, veinticinco años y cuatro temporadas en la NBA de media. La pretemporada sirvió para que las siete caras nuevas se amoldasen a la filosofía del entrenador de Iowa y para empezar a crear la tan importante química de equipo. Ganando cinco de los siete partidos de preseason, el único revés fue la lesión de McCollum, fractura de pie, que le tendría seis semanas alejado de las canchas.
A finales de octubre, con el inicio de la temporada, los Trail Blazers se estrenaron con una derrota frente a Phoenix Suns, seguida de dos victorias frente a San Antonio y Denver, dos rivales a priori muy superiores. Tras otra derrota en Houston, la franquicia de Oregón encadenó una racha de once victorias consecutivas, alzándoles hasta los primeros puestos de la conferencia Oeste. Pese a tener unos de los mejores records de la NBA, la racha no resultó tan prometedora como se podría esperar, ya que no tuvieron que enfrentarse a ningún rival de peso en la liga. Sería a principios de diciembre cuando se comenzó a ver de lo que el equipo sería capaz: dos victorias consecutivas en casa frente a Indiana y a Oklahoma City, equipos con los que se encuentra empatado a día de hoy cómo mejor franquicia de la NBA.
¿Pero qué es lo que ha cambiado en el estado de Oregón? No se ha fichado a ninguna estrella ni a ningún jugador que pueda cambiar el rumbo de una franquicia, tampoco no se ha traspasado a ningún jugador que se pudiese considerar nocivo para el vestuario. ¿Qué ha sucedido entonces? Existe un factor clave que explica la mejora con respecto a la temporada anterior: el ataque. Si miramos los números, Portland ha pasado de ser el decimoquinto mejor ataque de la NBA a ser el primero, de meter 97,5 puntos por partido a meter 108,4. Cierto es que reciben dos puntos más por partido, pero este año meten casi 11 puntos más cada noche. Stotts ha sabido imprimir a su equipo un ritmo de juego más alto, que se traduce en seis tiros más en cada encuentro. Esta nueva forma de jugar se complementa también con un aumento en el número de asistencias del equipo, repartiendo este año tres más que el anterior, y en el acierto desde la línea de tres, siendo este año la franquicia de Portland la que mejor está tirando de toda la liga con un 40% en relación al 35% de la temporada 2012/2013. Asimismo, hay que recalcar la mejora en los rebotes, pasando de ser de las peores de toda la liga a ser la segunda en lo que llevamos de año. Este aspecto se debe principalmente a las incorporaciones en el froncourt, Robin Lopez y Thomas Robinson, dos jugadores con una capacidad reboteadora y de lucha muy superior a la de los jugadores del curso pasado.
Otro punto a tener en cuenta ha sido el cambio en la rotación, jugadores como Will Barton, Victor Claver o Meyers Leonard, que el año pasado jugaban 12, 17 y 16 minutos por partido respectivamente, han pasado a estar solamente 5, 7 y 1 en la cancha durante esta temporada. Terry Stotts ha fijado una rotación más concentrada de nueve jugadores, el año pasado era de doce, en la que los jugadores mencionados han pasado a tener una importancia marginal en favor de los nuevos fichajes.
En resumen, la gran mejora ofensiva y la gran temporada que está haciendo Portland ha disparado la ilusión y las expectativas en Oregón y, a día de hoy, muchos sueñan incluso con ver a los Blazers en las finales de la NBA en 2014.