Hoy mismo, Utah Jazz enviaba a la D-League a dos de sus tres Rookies Ian Clark y Rudy Gorbet al equipo afiliado, Bakersfield Jam, quedándose en su Roster con 13 jugadores, y uno de ellos, el Rookie que falta, Trey Burke.
Fue el pick número 9 de la primera ronda del Draft del año pasado, elegido por Minnesota Timberwolves y traspasado inmediatamente a Utah, dónde no pudo comenzar la Regular Season no como otros Rookies como por ejemplo, MCW u Oladipo, los cuales se erigen como principales aspirantes al ROY.
Con la vuelta al equipo tras la lesión, el equipo de Salt Lake City recuperó buenas sensaciones hace ya unas cuantas semanas, y pese a la derrota anoche ante Los Ángeles Lakers, el ambiente no resulta tan catastrófico como a principio de temporada, aunque todo sea dicho, Utah es el peor equipo de su Conferencia, con lo que tampoco está la cosa como para tirar cohetes.
De momento en esta temporada, siendo realistas, el equipo no debería ponerse metas a largo plazo ni tampoco inalcanzables, sino que ya más a título personal, considero que éste es un proyecto que ha de ir poco a poco asentándose, para en un par de años, poder dar mucha mejor imagen que la que se da actualmente.
Más allá de todo esto, el corte de dos jugadores implica que Trey Burke pueda optar a jugar más minutos por partido, y aunque no sea la principal referencia ofensiva del equipo le puede otorgar una experiencia muy buena tanto a nivel personal. Muestra de ello el nombramiento como Rookie del mes de Diciembre en la Conferencia Oeste, como colectivo. Pues tras su recuperación el equipo experimentó una sensación similar, y aunque su balance actual esté en un 11-25 y llegar al 50% sea casi un imposible, Utah no es tan mal equipo como parece. Tan solo es un equipo que anda ciertamente perdido, y este desorden, puede favorecer al jugador a la hora de madurar, adquirir experiencia y galones, ¿cómo avanzará el jugador y el equipo? Pues no se sabe, pero para ello se tratará de llevar el seguimiento al equipo lo más cerca posible.
@Salva13Cebria
