Resaca All-Star

CUANDO INNOVAR NO ES LA SOLUCION

Una vez terminado el All-Star de NOLA de 2014, podemos valorar uno de los fin de semana de las estrellas que nos han dejado más fríos en los últimos tiempos. A un viernes sin grandes emociones pero notable, le siguió un mal sábado para acabar con un muy bonito partido de las estrellas en el que curiosamente, faltaban muchas. Puede que el hecho de que en 2008 la NBA ya tuviese un gran gesto al celebrar este evento en New Orleans para ayudar en la recuperación de la ciudad tras el desastre que provocó el huracán Katrina, haya sido un factor determinante para que algunos comentaristas señalasen un ambiente poco caluroso en algunos partidos o concursos. En mi opinión no ha sido la mejor de las ideas pero no tendría por qué no haber funcionado (de hecho ha sido un buen evento en términos generales) ya que el All-Star genera demasiada expectación y dinamismo como para poder hacer este tipo de cosas.

Pero antes de entrar en valoraciones, vamos a ir día a día.

El viernes, que tradicionalmente es el día con menos interés ya que las personalidades del Celebrity All-Star Game suelen ser poco conocidas fuera de USA y los diferentes actos de acercamiento entre el aficionado y las estrellas no son de ninguna importancia, exceptuando las entrevistas. El gran partido del Secretario de Educación, Arne Duncan, (20 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias) que le arrebató el MVP a un Kevin Hart, que el año pasado ya se había llevado su segundo trofeo al jugador más valorado de una manera un poco polémica, se olvidará en unas pocas semanas. Por otro lado el plato fuerte del día, el partido de Rookies y Sophomores, que cada vez está más enfocado al espectáculo, sigue una progresión ascendente en cuanto a importancia se refiere. Uno de los jugadores que más en serio se lo tomó, Andre Drummond, firmó unos impresionantes 30 puntos unidos al récord de rebotes en un partido de rookies; 25. Uno de los mejores momentos del All Star nos lo dejaron Dion Waiters y el emergente Tim Hardaway Jr. que se enfrentaron en un ‘pique’ de esos que tanto gustan a los aficionados.

El día de los concursos empezó con el típico concurso descafeinado que a las dos de la mañana cuesta ver concentrado pero que al fin y al cabo los participantes intentan hacer interesante, el Sears Shooting Stars Challenge. Un concurso que nadie sabe muy bien por qué está pero que alguna sonrisa siempre produce: Swin Cash, Chris Bosh y Dominique Wilkins repitieron título gracias a la lotería de los tiros de medio campo. A este evento le siguió el concurso de habilidades que al ser por parejas, lo que provocó un cambio en el recorrido, provocó alguna que otra queja y sorpresa por parte de los valientes que vieron los entrantes de los concursos importantes. Lillard y Trey Burke se llevaron la victoria a casa por una décima gracias en parte a un formato que premiaba la velocidad punta y el tiro más que el manejo de balón, cosa que en teoría no debería ser así.

Emociones encontradas, al menos por mi parte, en los dos grandes concursos de la noche. La tendencia NBA de seguir innovando y exprimir todo el jugo al All-Star ha hecho que nuevos cambios se hayan implantado en estos tradicionales eventos. Primero, en el concurso de triples se ha dado la posibilidad de usar en la posición que elija el tirador un carro con todo ‘moneyballs’ (que suman dos puntos), cosa que ha provocado más quejas de los más puristas pero que al final ha dado emoción a un concurso de triples muy interesante en el que, hay que decirlo, Joe Johnson no mereció estar, sobre todo tras su desastrosa actuación, pero ya volveremos sobre él… El vencedor, Marco Belinelli ganó con toda justicia, prórroga incluida, en una final contra un sorprendente Bradley Beal.

Por último, el tradicionalmente concurso estrella y el más devaluado de largo en los últimos años: el concurso de mates.  Por fin el cartel anunciaba un final de noche entretenido ya que nombres como Paul George, Terence Ross o el rumor de que Ben Mclemore el rookie de los Kings intentaría un 720º, se recibían como agua de mayo tras las últimas ediciones. No se sabía cómo funcionaría las innovaciones de los 90 segundos por conferencia para hacer mates ilimitados y las eliminaciones por enfrentamientos directos, pero una vez visto el concurso y ya en frío puedo decir que me ha parecido un fracaso.Que los jugadores hagan un mate limpio y un par más en la ronda conjunta me parece poco acertado, si son buenos matadores quieres que hagan todos los mates posibles. Creo que la NBA ha creído que fallaba la estructura del evento pero en mi opinión, sencillamente los participantes de los últimos años no tenían un nivel adecuado. Personalmente me sumo a la línea editorial de esta página de que el concurso de mates de la D-League ha sido mejor, no hay más que verlo, por lo menos dura más de 10 mates. Volvió a saltar la sorpresa con Wall firmando un muy buen mate acompañado de un bailecito junto a George y la mascota de los Wizards para finiquitar al equipo del oeste por 3-0 y llevarse el trofeo de «dunker of the night», que no mejor matador de la NBA.

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Tras el mal sabor de boca de los concursos, llegó el gran día: el Partido de las Estrellas (curiosamente faltaban varias de las mejores del panorama NBA) que no notó en término de anotación y jugadas espectaculares la ausencia de los Kobe, Westbrook o Rondo o la ‘jubilación’ de este evento de KG y Tim Duncan (qué poco se ha hablado de ello). Más de uno se llevó un chasco con los números de Lebron, KD o Curry que contrastó con la confirmación de Kyrie Irving como estrella con 31 puntos y 14 asistencias. Con todo el respeto para los aficionados de Cleveland y de su gran estrella, opino que un jugador como Irving no debería ser MVP del All-Star, es decir, ha hecho números y dado espectáculo para ello pero hay jugadores que tienen que dar un golpe encima de la mesa y hacerse con estos galardones. Que KD pasase de una timidez bastante criticada en estos partidos a un egoísmo descarado e inefectivo  (6-17 en T3 para 38 puntos) tampoco ha ayudado pero que en un choque en el que se consigue la máxima anotación de la historia amén de otros récords como los ocho triples anotados por ‘Melo’ se acabe llevando el premio al jugador más valorado una estrella de segunda fila… Da que pensar. E insisto, el «2» de los ‘Cavs’ tiene un gran presente y un aún más brillante futuro.

Quitando esta opinión personal, el partido fue divertido y eléctrico, los mates y las grandes jugadas se sucedieron en una auténtica batalla anotadora que se acabó llevando el Este, otra vez pocos lo creían. Destaca también el gran partido de Blake Griffin (19-23 en TC), Chris Paul (que llegó bastante justo físicamente para el partido) 11 puntos y 13 pases para canasta y el ya mencionado Carmelo con 30 puntos. Ya se sabe que en estos partidos importan mucho los galones y la falta de jugadores como Kobe o el estado físico de D-Wade han hecho que estrellas emergentes como Irving o Curry hayan jugado bastante más minutos de lo normal, aunque tengan calidad para ello. Por abajo están los Joe Johnson ,muy discutida su presencia en New Orleans; Lamarcus Aldridge que ha perdido una gran oportunidad para demostrar madera de MVP, quizá por falta de minutos o Dirk Nowitzki que fue el único All-Star que no anotó además de ser el que menos jugó. No ha sido tampoco el fin de semana de Stephen Curry del que muchos soñaban que conquistase el concurso de triples y el MVP del All-Star Game, ni de un efectivo (como siempre) Lebron que si hay que ponerle un pero es que no avivase el duelo KD-LJ con un ‘pique’ que el de los Thunder si buscó.

Como conclusión, no ha sido el mejor de los eventos de la NBA, sobre todo por la relativa desaparición de los favoritos del público, tanto la porra de los lectores como la de los redactores ha sido un desastre, pero ha acabado cumpliendo su función que es divertir a los aficionados al baloncesto y ver juntos a los mejores jugadores del planeta (disponibles) para ofrecer espectáculo ayudando también a la comunidad anfitriona con obras benéficas y actividades. Creo que el apelativo de All-Star de transición que se ha usado mucho para definirlo le va muy bien y es que ya se está pensando en el All-Star de NY, va a ser la bomba.