¿Es la NBA para Victor Claver?
En su segundo año nefasto
Para mí, el mayor pufo de los últimos años en el baloncesto español. Un jugador con un físico perfecto para destacar en el baloncesto, con unas cualidades increíbles para ser uno de los mejores aleros europeos de su época, pero una mentalidad de cristal y unas ganas por superarse inexistentes.
Este es, para mi, Victor Claver. Un jugador que no triunfó en Valencia, que no dominó, ni dejó ver nada, cosa que hubiera podido en la ACB, un hombre que vio como su sueño de jugar en la NBA podría desaparecer y que por eso se apresuró a dar el salto.
Este año ha desaparecido de cualquier rotación en Portland, uno de los mejores equipos del Oeste, se ha pasado todo el año en la liga de desarrollo, y salvo lesiones, no ha contado para Terry Stotts. No me extraña.
“Otro año así sería muy duro para mí”.
No le falta razón, está tirando por la borda su carrera en una Liga que se le queda infinitamente grande, no tiene cuerpo para codearse con jugadores de su posición, su tiro es bastante errático y no tiene confianza, ni propia ni externa.
Esta “disputando” su segundo año en la liga. En su año rookie, disputó 49 partidos, promediando 17 minutos con 3.8 puntos, 2.4 rebotes y unos porcentajes en tiro lamentables, siendo el 46.7% en tiros libres su mejor aportación.
El pasado verano, con la selección, y en el Eurobasket, Claver estaba llamado a dar un paso al frente, con toda la confianza del mundo depositada en el por parte del seleccionador Juan Antonio Orenga. Pero Victor nos defraudó a todos. Desde el primer partido se le vio apagado, sin confianza, pasando el balón cuando estaba solo para tirar, sin actitud. Y eso es lo que le está matando, las pocas ganas.
Vuelvo a repetir, Claver es un superdotado físico para el baloncesto, un 2,07 con muchísima movilidad, un jugador rápido, con buen planta, un tiro decente, capaz de jugar por encima del aro. Un chico que lo tiene todo, pero quizás ha pecado de confiado. Este año ha disputado 18 partidos, asegura que merece más minutos y que está preparado para jugar, llegando a decir que ha demostrado que puede competir a buen nivel.
Veremos que pasa, para mi es carne de cañón en la NBA, un jugador defenestrado, condenado al ostracismo del banquillo, un agita toallas, o incluso relegado a la liga de desarrollo.
Le queda lo que resta de temporada, y una más, en la que se embolsará 1.370.000$, y volverá a la ACB, si no lo remedia el año que viene, ya que este parece que no va a ser.