Joakim Noah nos lleva a recordar el juego que se podía ver hace dos o tres décadas. Lo deja todo en la pista, juega cada partido como si fuera el último y a todos los que le vemos jugar nos hace ver que juega por amor al juego, sin importarle el sueldo que le será ingresado en el banco. Esto último, algo complicado hoy en día. Pasión es la palabra que define el estilo de juego del ganador del DPOY en la temporada 2013-14.
Joakim Noah es el corazón de estos Chicago Bulls.
Su mecánica de tiro no es, digamos, estética, sino todo lo contrario.
«Siempre lanzo de esa forma. Todos han intentado que cambie mi tiro. Pero soy muy testarudo», dice Noah sobre su mecánica.
Joakim Noah, hijo de Yannick Noah (campeón de Roland Garros en 1983), puede parecer que lo ha tenido más fácil por sus orígenes, pero es justo lo contrario. Todo el mundo daba por hecho que sería tenista, pero desde los 8 años su pasión fue el baloncesto.
Desde los 13 años vivió en Nueva York, donde se fue con su madre y estuvo alejado al irse fuera de Francia de los flashes por ser el hijo de uno de los mayores ídolos franceses. Sobre esto ha hablado Joakim en ocasiones:
«Desde que era pequeño, me encantó el juego. Nunca he jugado al tenis. Mi padre siempre quiso que yo hiciera algo, pero nunca me empujó a nada. Por alguna razón, cada vez que cogía una raqueta no me gustaba la sensación, el ambiente, la gente me comparaba con mi padre. Observar a la gente todo el tiempo, los comentarios. No me sentía cómodo. Así que escogí el baloncesto».
Sobre cómo jugaba cuando tenía 13 años:
«Podía hacer de todo un poco, pero era frágil», Noah recuerda su infancia. «Sentía que era bastante hábil. Siempre tuve un tiro extraño. La gente siempre habla de ello. Tiraba un montón de triples».
En la NCAA, Joakim se decidió por los Florida Gators, en los que fue pieza clave en los títulos de 2006 y 2007. Fue nombrado Mejor Jugador de la Final Four en 2006, elegido en el Segundo Equipo All-American como junior y en el Primer Equipo All-SEC como sophomore y junior. Posee el récord del torneo NCAA en tapones en un solo campeonato con 29 tiros bloqueados. Terminó su carrera universitaria con 1.124 puntos (34º en la historia de Florida), con un 61.2% TC (2º en Florida) y 186 tapones (también 2º en los Gators). En sus tres años en la liga universitaria tuvo siempre al menos un 60% TC (60%, 62.7%, 60.7%). En 2006, Noah registró el récord de tapones en el partido por el título con 6 ante los UCLA Bruins.
En el Draft NBA 2007 fue seleccionado en la novena posición por los Chicago Bulls.
«Lo que más me enorgullece es que nunca fui uno de los jugadores más perseguidos [en su etapa universitaria]. Creo que muchos de esos niños son mimados en el proceso. Así que se les da mucho en sus años de crecimiento, cuando tu mente y tu cuerpo se encuentran en diferentes niveles. Todo esto se te da, eres mimado y parece que habrá dinero en el camino. Esto se mete en tu mente, te hace más suave. Nunca tuve eso.»
«Siempre he querido mostrar que a pesar de que yo venía de un lugar donde se me dio mucho, esto no me impidió mostrar quién era yo como jugador y como persona. No hay atajos».
Estas son las estadísticas de Noah año tras año desde que juega como profesional.
En su temporada rookie (74 partidos, 20.7 minutos/partido), promedió 6.6 puntos (48.2% TC), 5.6 rebotes, 1.1 asistencias, 0.9 robos, 1.2 pérdidas, 0.9 tapones.
En su temporada sophomore (80 partidos, 24.2 minutos/partido), promedió 6.7 puntos (55.6% TC), 7.6 rebotes, 1.3 asistencias, 0.6 robos, 1 pérdida, 1.4 tapones.
En la temporada 2009-10 (64 patidos, 30.1 minutos/partido), promedió 10.7 puntos (50.4% TC), 11 reb, 2.1 asistencias, 0.5 robos, 1.8 pérdidas, 1.6 tapones.
En la temporada 2010-11 (48 partidos, 32.8 minutos/partido), promedió 11.7 puntos (52.5% TC), 10.4 rebotes, 2.2 asistencias, 1 robo, 1.9 pérdidas, 1.5 tapones.
En la temporada 2011-12 (64 partidos, 30.4 minutos/partido), promedió 10.2 puntos (50.8% TC), 9.8 rebotes, 2.5 asistencias, 0.6 robos, 1.4 pérdidas, 1.4 tapones.
En la temporada 2012-13 (66 partidos, 36.8 minutos/partido), promedió 11.9 puntos (48.1% TC), 11.1 rebotes, 4 asistencias, 1.2 robos, 2.7 pérdidas, 2.1 tapones.
No es ningún descubrimiento proclamar la mejoría de Joakim Noah desde que llegó a la NBA y especialmente durante esta temporada. Y ya no son únicamente las estadísticas las que nos lo confirman, sino algo más fundamental, su creciente importancia en el esquema de Tom Thibodeau, tanto defensiva como ofensivamente y las sensaciones de ser el auténtico líder del equipo fuera y dentro de las canchas. Esto último bien es cierto que favorecido por la lesión de Derrick Rose y el traspaso de Luol Deng.
En unos Bulls sin sus dos principales estrellas, mucha gente pensaba que el equipo de Chicago haría tanking, pero fue entonces cuando el center se multiplicó para acabar en la cuarta posición en la Conferencia Este.
En los últimos años, el pívot de los Bulls siempre ha estado en las quinielas al DPOY, que acaba de ganar hace unas horas, al ser un center versátil que abarca una amplia parcela defensiva. En este aspecto también ha dado un paso adelante.
Lo más sorprendente es sin duda su progreso en ataque, donde no llega siquiera a la quincena de puntos por partido, pero impresiona su importancia en el movimiento de balón del equipo de la ciudad del viento y su toma de decisiones, casi siempre excepcional.
Desde Vlade Divac (en quien Noah se fijaba cuando era un adolescente), en 2004, no se veía un center con tal acierto para la asistencia. Joakim ha establecido la cuarta mejor temporada en cuanto a porcentaje de asistencias de un pívot en una temporada en la historia de la NBA, por delante incluso del recientemente fallecido y considerado uno de los mejores ‘5’ pasadores de la historia, Sam Lacey.
Joakim Noah ha promediado en la temporada 2013-14 (80 partidos, 35.3 minutos/partido), 12.6 puntos (career-high con un 47.5% TC), 11.3 rebotes (career-high), 5.4 asistencias (career-high), 1.2 robos (career-tying), 2.4 pérdidas, 1.5 tapones.
Se ha convertido en el quinto jugador en promediar 12+ pts, 11+ reb, 5+ asi, 1+ robos, 1+ tapones en una temporada, uniéndose a leyendas como Kevin Garnett (x3), Kareem Abdul-Jabbar, Bill Walton y Charles Barkley.
Estas estadísticas están muy bien, pero como decía anteriormente impresionan su importancia y las sensaciones que desprende.
Se podría decir sin temor a equivocarse que su presencia en los Bulls es tan importante como la de Kevin Durant en Oklahoma o la de LeBron James en Miami, bien es cierto que sin llegar a los guarismos de estos.
En las últimas líneas del artículo hablaré de jugadas concretas en la parcela defensiva y ofensiva que definen cómo Noah afecta al juego.
En esta jugada, Joakim Noah sale a defender el pick-and-roll que Monta Ellis lleva a cabo con la ayuda de la pantalla de Brandon Wright. Primero, el jugador francés impide la canasta fácil de Ellis cerrándole el camino al aro. Entonces, Ellis dobla el balón para Wright, que entra hacia canasta. Por último, Noah también llega a defender a Wright y hacer que este falle la bandeja tras incomodarle en el lanzamiento.
En esta jugada en un Knicks @ Bulls, Joakim Noah tiene el balón en sus manos y, tras la presión de Tyson Chandler, espera hasta que llega el momento oportuno para que Jimmy Butler corte hacia canasta y anote fácilmente con una bandeja.
En esta jugada, Joakim Noah bota el balón ante la ‘defensa’ de Jermaine O’Neal, que flota al pívot de los Bulls dada su escasa capacidad para el lanzamiento desde media distancia. Entonces, como de costumbre, Jimmy Butler se mueve excelentemente sin balón hasta que consigue deshacerse de Stephen Curry. Cuando Butler deja atrás a Curry, Noah lo ve al instante y filtra un pase que sería digno de los mejores bases de la liga, al estilo de Rondo o Paul.
Aquí, Joakim Noah recibe el pase por detrás de la espalda de D.J. Augustin. Posteriormente a esto, Noah espera a que Dirk Nowitzki salga a presionarle y cuando se aproxima a él, sale disparado hacia el aro y anota la bandeja.
Estos son solo cuatro imágenes en las que vemos el juego multidimensional de Noah. En la primera, él mismo defiende a dos jugadores a la vez. En la segunda, es presionado por Tyson Chandler y consigue que Jimmy Butler anote fácil el hueco que ha dejado el center de los Knicks. En la tercera, Jermaine O’Neal le flota y consigue meter un pase interior fantástico. En la cuarta, recibe en la bombilla, espera a que le presione Dirk Nowitzki y aprovecha su fuerza y velocidad para anotar mediante una bandeja.
Son solo cuatro muestras, pero nos dicen hasta qué punto el juego del interior francés ha evolucionado en todas las facetas.
Joakim Noah, el pívot total.
