Fracaso total en la Gran Manzana

Los Knicks empezaban esta temporada ilusionados. Pese a la decepción en los pasados Playoffs, la última temporada regular había sido muy buena, la mejor en mucho tiempo. Más de 50 victorias (54-28) y segundos en el Este sólo por detrás de Miami. Se empezaba esta campaña con mucha ilusión… y algunas caras nuevas que terminaron no aportando demasiado.

En verano, habían objetivos claros para reforzar el equipo. Un base suplente que ocupara el hueco dejado por Jason Kidd, un hombre interior, y un alero suplente para los minutos que Carmelo Anthony no estuviera en pista. Llegaron Beno Udrih, el recientemente retirado Metta World Peace y uno de los peores #1 de la historia de los drafts, Andrea Bargnani. Antes de acabar la temporada, Udrih y MWP ya no estaban en el equipo y Bargnani sólo pudo jugar 39 partidos por lesión.

Por si fuera poco, para que llegara el italiano los Knicks traspasaron a Camby, un veterano que cumplía bien su rol de pívot suplente, Rasheed Wallace colgó las botas e intercambiaron a Steve Novak, un tirador letal que se adaptaba perfectamente al juego estático basado en los triples que practicaban los Knicks. Además de esos jugadores se dieron rondas de draft, algo a lo que James Dolan nunca ha dado el valor que merece.

Centrándonos en esta temporada, los Knicks han mostrado un nivel muy inferior al esperado. Los primeros cinco partidos se tuvieron que jugar sin JR Smith, sancionado por consumo de marihuana, y a los pocos partidos de su vuelta, cayó lesionado Tyson Chandler durante varias semanas. Aunque las bajas puedan parecer la causa del bajón de estos Knicks, eso no es cierto. Aún con el equipo a al cien por cien o con la única baja de ‘Bargs’ los resultados no llegaron.

Lo más curioso de estos Knicks ha sido su irregularidad. Han sido capaces de ganar a Miami Heat o Brooklyn Nets y en cambio perdieron frente a Bucks y Sixers, algo un tanto incomprensible.

Viendo que la temporada no iba bien, se antojaba algún traspaso para enderezar el rumbo del equipo. Se especuló con un trueque Faried-Shumpert, la llegada de Lowry a cambio de Tim Hardaway Jr, Felton  y varias futuras elecciones de draft y muchas otras propuestas. Pero finalmente ninguna se concretó.

Durante los últimos compases de la temporada, la necesidad de ganar para intentar llegar a la postemporada parecía que hacía resurgir al equipo. Realmente se quedaron cerca de esa octava plaza, pero no lo consiguieron y se quedaron fuera de Playoffs con un récord de 37-45.

Por si esto fuera poco, los Knicks no tienen ninguna elección para este próximo draft, el cual dicen que es uno de los que más talento contiene de toda la historia. Los ‘picks’ de este draft están repartidos entre Toronto y Denver, debido a las llegadas de Andrea Bargnani y Carmelo Anthony.

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Mike Woodson no ha favorecido a que la temporada de los neoyorquinos haya ido bien. El entrenador que el año pasado consiguió que los Knicks jugaran de una manera de las más vistosas de la liga y además con resultados, este año no ha sabido dirigir a la plantilla knickerbocker. Es por eso que se ha mostrado un baloncesto tan anárquico.

Otro problema que no se esperaba en el Madison Square Garden era que Iman Shumpert, uno de los hombres de futuro del equipo, se estancara, sin mostrar ninguna mejoría en su juego. De ‘Shump’ se esperaba que este año diera un paso adelante y se afianzara como el ‘stopper’ que puede llegar a ser. Pero en vez de eso, el número 21 ha mostrado un nivel bastante lejos de su mejor versión. Curiosamente, desde su año Rookie, sus guarismos han ido disminuyendo, algo raro, ya que con 24 años, debería estar en la flor de su carrera deportiva y progresando permanentemente.

No hay duda alguna de quién es la base de este proyecto. Carmelo Anthony es la estrella y el alma de estos Knicks, sin él el equipo sufriría una profunda renovación, la cual tendría al equipo por lo menos unos 3 años fuera de la élite de la liga. ‘Melo’ lo que desea con todas sus ganas es hacerse con el anillo, y quizá piense que eso será más viable en otro equipo que no sea Nueva York. Por el bien de los Knicks, esperemos que Carmelo decida seguir en el equipo de sus sueños, sino una de las franquicias históricas de la liga se verá en sus horas más bajas.

Una reconstrucción a corto plazo se ve como algo bastante complicado, teniendo en cuenta que no hay draft picks inmediatos y la situación económica del equipo es pésima, intoxicada por contratos como los de Amar’e Stoudemire o Andrea Bargnani. El problema está en que es necesaria, ya que sino Carmelo Anthony optará por abandonar ‘La Gran Manzana’.

Es por eso que James Dolan, buscó al fin una solución. Han convencido a Phil Jackson, quién había formado parte de los Knicks como jugador para que desde el puesto de GM intentara redireccionar la situación este verano. Veremos qué tal se desenvuelve el ‘Maestro Zen’ en la resolución de este grave problema. De momento, en los últimos meses de la temporada pasada, Jackson ya se aseguró el fichaje de su ex-pupilo Lamar Odom de cara a la siguiente temporada si se encuentra físicamente bien.

 

Factores positivos/negativos

Positivo: Llegada de Phil Jackson

Será quien lidere la remodelación. El hombre qué ha ganado 11 anillos como entrenador representando a Bulls y Lakers está llamado a reconducir a los Knicks a la gloria. Es cierto que antes era entrenador y ahora trabaja como GM, pero ha traído a Derek Fisher como entrenador, lo que nos hace pensar que será el propio Phil quién mande a través de su pupilo. Ya ha dicho que Carmelo Anthony no es indispensable para el proyecto de los Knicks, pero sabe que la gente quiere que Melo siga y va a hacer todo lo posible para siga en Nueva York. Si Melo y las tácticas de Phil funcionan, sin duda veremos un gran baloncesto en el Madison.

Negativo: La defensa durante toda la temporada

Ha sido algo pésimo el último año Nueva York. El único especialista defensivo en la plantilla es Tyson Chandler, el resto de jugadores no son unos virtuosos en este infravalorado aspecto. Shumpert parecía destinado a ser un gran defensor, del estilo de Andre Iguodala por ejemplo, pero parece haberse dejado llevar por la actitud del equipo en esta faceta. La defensa es clave a la hora de ser un ‘contender’, y ha sido una de los puntos más flojos en el juego de los Knicks de este último año. Voy a usar un símil futbolístico para exponer que la defensa es algo clave: «Un delantero gana partidos, un defensa campeonatos».

Positivo: Sorpresa con Tim Hardaway Jr

Ha sido sin duda uno de los robos del draft de 2014. Timmy salió elegido en el ‘pick’ número 24 y ha cuajado una buena temporada que le ha permitido estar en el mejor quinteto de Rookies y sin duda, a ser una de las columnas sobre las que cimentar el futuro de la franquicia. Hardaway Jr es un anotador compulsivo, capaz de clavar 20 puntos en un partido, pero su problema es que aún es demasiado unidimensional, si le quitas la anotación aún te queda un jugador muy pobre. Aún le queda un largo camino por recorrer, pero sin duda el talento lo tiene.

 

Valoración SomosNBA

Vamos a valorar la temporada de los Knicks del 1 al 10, siendo “1″ una temporada desastrosa y “10″ una temporada perfecta. Los Knicks tenían plantilla para clasificarse para Playoffs de manera sobrada, e incluso en ‘quinielas’ hechas en pretemporada, se les ponía como TOP5 del Este, pero entre lesiones, falta de un buen entrenador y la mala defensa se han quedado fuera de la postemporada. Ahora el futuro de la franquicia se encuentra en los planes de Phil Jackson y la decisión que tome Carmelo. 

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La nota que le pone el equipo de SomosNBA a la temporada de New York Knicks…  

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