Cada año, una vez que termina la temporada con la coronación del nuevo campeón, se abre un periodo de unos cuatro meses sin baloncesto oficial en la NBA. No obstante esto no quiere decir que la mejor liga del mundo se pare, pues en verano se construyen las plantillas que aspirarán a cumplir las expectativas, mayores o menores, de los equipos. Y en ese papel la agencia libre cobra un enorme papel.
Este año el momento de apertura del mercado está ya cerca de producirse, pero no es una postemporada cualquiera, pues la cantidad de jugadores de enorme calidad que salen a comprobar su valor es bastante alto, y los equipos ya llevan planificando este momento desde hace tiempo, sobre todo fijados en dos objetivos: LeBron James y Carmelo Anthony.
Ahora bien, dentro de los dos jugadores, pertenecientes al Top 3 del Draft de 2003 y con una experiencia contrastada en la mejor liga del mundo, los candidatos a hacerse con ellos deben valorar a cual dan prioridad, o si tratan de juntar a los dos y emular lo que los Heat consiguieron en 2010. Y ahí es cuando hay que mirar el espacio salarial de cada equipo porque, ¿Quién puede ficharlos a ambos, quién a ninguno y quienes deberán elegir?
En el gráfico superior podemos apreciar una situación aproximada de la situación de los 30 equipos respecto a la situación salarial, quedando seis equipos [siete si contamos la situación especial de los Heat] que podrían intentar ir a por ambos: Suns, Mavs, 76ers, Jazz, Lakers y Pistons. Dentro de estos presupuestos iniciales cabe destacar que en equipos como los Lakers deben complementar su plantilla al contar con pocos contratos garantizados, por lo que no parece que puedan ir a por ambos de forma real.
En otros casos contamos con equipos como Bulls, pujantes importantes por Melo, o los Rockets, quienes intentarán hacerse con uno de los dos también, los cuales deberán liberar espacio salarial para acometer los posibles fichajes.
Así pues, a grandes rasgos esta es la situación en la que se encontrarán la gran mayoría de equipos que sueñan con añadir a estos cracks a sus plantillas. Algunos, con los deberes salariales bien hechos, podrán centrarse en tratar de convercerles, mientras que otros deberán hacer movimientos previos para abrirles espacio.
Las cartas ya están sobre la mesa, y le toca mover a las franquicias interesadas. ¿Quién se llevará el premio del mercado?