Apenas quedan dos días para el Draft, uno de los que apuntan a grabar su nombre en la historia por la cantidad de nombres destacados con los que podrían engordarán las filas de estrellas de la NBA. Hoy toca hablar de Shabazz Napier, base de 1.85 centímetros y que ha completado el ciclo universitario completo con los Huskies de Connecticut, ayudando en el título de 2011 a Kemba Walker y a Jeremy Lamb y siendo el principal artífice del reciente título de 2014. En esta exitosa campaña con Kevin Ollie, entrenador de segundo año muy cotizado en la NBA, ha promediado 18 puntos, 4.9 asistencias, 5.9 rebotes y 1.8 robos por partido con un 42.9% en TC y un 40.5% en T3 en 35.1 minutos.
Episodios anteriores: Joel Embiid, Andrew Wiggins, Dante Exum, Jabari Parker, Aaron Gordon, Nik Stauskas, Marcus Smart, TJ Warren, Zach LaVine, Elfrid Payton, Glen Robinson III, Isaiah Austin, Kyle Anderson, Adreian Payne, Jerami Grant, CJ Wilcox, PJ Hairston, Doug McDermott, Gary Harris, Noah Vonleh, Jordan Clarkson, James Young, Julius Randle.
Napier destaca principalmente por la gran confianza que tiene en sí mismo y por la arrogancia que desprende en la pista, creciéndose en los momentos importantes y ante los rivales más complicados, algo que ya vimos en el pasado March Madness. También defiende muy bien, especialmente con las manos, lo que le permite ser un buen ladrón por la velocidad y el tamaño de estas. Es un gran finalizador en transición y un muy sólido y regular lanzador de libres, alcanzando el 87% esta última campaña. Gracias a sus hábiles manos sabe controlar el juego, lo que le permite administrar el tempo y el ritmo del encuentro con sus cambios de ritmo y realizar step-backs impresionantes. Por último señalamos su progresión, tanto en el reparto de juego como en la anotación, pero especialmente en el T3, pasando de un 32% en su primer año y terminando con más de un 40% este último.
El principal problema de Napier es su falta de atletismo, de longitud y de envergadura, lo que le limitará, sobretodo defensivamente, en la NBA contra bases más grandes y potentes. A pesar de la gran mejora en el tiro, el cuál se ha vuelto muy consistente, Napier peca en ocasiones (cada vez menos) de una mala selección de tiro. Su otro defecto son las pocas faltas que saca con la cantidad de penetraciones que realiza, algo que debería aprovechar gracias a su casi 90% en TL.
Con todo esto, podemos decir que hay muchas dudas en torno a la adaptación del puertorriqueño a la liga. Unos le ven como un buen base de futuro, comparándole con Mike Bibby, mientras que otros le ven sin futuro NBA. Su elección en el Draft también provoca revuelo, ya que ha subido posiciones como la espuma gracias a su última campaña y puede dar la sorpresa saliendo más pronto o más tarde de lo esperado. Cabe destacar que la NBA le ha invitado al green room, donde esperan los jugadores que saldrán antes, por lo que se espera que sea un pick de primera ronda.
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