Kirk Hinrich, el chico de Tom

Chicago Bulls renueva al base por dos años.

La reciente renovación del base ex de Kansas ha vuelto a demostrar que la confianza del entrenador a veces cuenta más que el rendimiento individual. Su rival en el puesto de base, D.J. Augustin, se salió en el final de temporada aprovechando la lesión de Derrick Rose para jugar sus mejores partidos como jugador NBA, demostrando una gran capacidad ofensiva. Ambos juegan en la posición de base, pero tienen roles antagónicos. Mientras que Augustin es un gran tirador y un aceptable creador de juego, como delatan sus 14.9 puntos y 5 asistencias, Kirk es lo contrario, un «perro de presa» con buena mano desde el exterior pero que se prodiga poco en ataque.

Sin embargo, hablamos del Kirk actual, porque en sus primeros años en la NBA parecía un jugador mucho más ofensivo, llegando a promediar más de 15 puntos por partido en temporada regular y hasta 20 puntos en la postemporada, llevando, junto a unos jóvenes Ben Gordon y Eddy ,a su equipo a los PlayOffs.

El Hinrich de ahora no es tan ofensivo, pero ha mejorado, más si cabe, su defensa. Así, fue premiado en el 2007 como integrante del Segundo Equipo Defensivo. Esta cualidad, sin duda, hace que este veterano se haya ganado el respeto de su entrenador Tom Thibodeau, todo un maniático de la defensa.

Pero hay factores que no reflejan las estadísticas, y eso que en la NBA cada vez más se utilizan más y más formulas para medir el rendimiento de los jugadores. No hablamos de otra cosa sino de la confianza del míster. Ha recibido muchos apodos desde «la prolongación del entrenador en la pista» a «el cerebro gris». Han sido muchos los jugadores con este perfil, como el recientemente ganador de la NCAA con los Huskies, Kevin Ollie o casos aún más cercanos como Derek Fisher o Jason Kidd, catapultados a puestos de entrenador jefe sin experiencia alguna.

El mismo se siente Bull, tal y como declara a ESPNChicago:

“Crecí siendo un ‘Bull’ en esta liga.Yo siempre voy a pensar en mí mismo como un Bull pase lo que pase»

Con su renovación por dos temporadas y 5.6 millones, los Chicago Bulls dejan marchar a una de las sorpresas del año, D.J, pero mantienen al chico de confianza de Tom, y quien sabe si a un futuro entrenador de la NBA.