Tras el hueco dejado por Anthony Morrow en New Orleans Pelicans en lo que a un tirador puro se refiere, la franquicia se ha movido rápidamente y ha firmado por un año a Jimmer Fredette, que proviene de Chicago Bulls, donde apenas jugó 8 partidos la temporada pasada tras un paso de dos años por Sacramento Kings, lugar en que no cumplió las expectativas que había generado en su periplo universitario.
Con la rápida asimilación del “raza blanca tirador”, muchos vieron en Sacramento una especie de Pedja Stojakovic, pero en versión americana, aunque poco a poco se hizo más fuerte el pesimismo que la realidad del juego que ofrecía Jimmer Fredette. Pese a todo, si uno revisa sus números, así como las estadísticas acumuladas en sus tres años en la NBA, realmente estamos ante un jugador bastante fiable desde la línea de tres (49% en Sacramento el año pasado) pero que no ha sido capaz de encontrar su hueco.
Así pues, y con la eterna necesidad de especializar las posiciones en la NBA, New Orleans Pelicans tenía un agujero desde el perímetro, ya que para ellos Ryan Anderson cuenta como jugador interior, aunque realmente siempre es una amenaza desde el perímetro. De este modo Jimmer Fredette, habiendo firmado por el mínimo, es una apuesta sin riesgos que de salir bien dará muchas alegrías a los aficionados Pelicans.
Ahora bien, ¿qué se puede esperar? Realmente entre la prensa especializada de New Orleans hay una gran división.
Por una parte creen que si todo marcha bien el equipo entrará en una dinámica positiva que beneficiará a Fredette, pero tienen miedo de que si las cosas se tuercen como la temporada pasada, en forma de lesiones o malos resultados, vuelvan a tener al jugador que se vio en Sacramento. Además, hay que tener en cuenta que Pelicans tiene fuertemente armada la línea exterior con Jrue Holiday, Eric Gordon, Tyreke Evans, Austin Rivers, o el recientemente contratado de nuevo Darius Miller, por lo que el exjugador de Bulls y Kings tendrá que ganarse sus minutos a golpe de triple, con lo que eso suele estigmatizar a un tirador.
Con todos estos componentes, a los que hay que añadir los rumores que han surgido este verano, que incluso le llegaron a situar en el Estudiantes de la Liga Endesa, Jimmer Fredette se enfrenta a un nuevo reto del que puede salir muy bien parado y en disposición de relanzar su carrera en la NBA, o por el contrario, empezar a buscar otras vías, efectivamente, con Europa en el horizonte.
