Recientemente, Kurth Kragthorpe, uno de los periodistas pertenecientes al Salt Lake City Tribune, entrevistaba al renovado Gordon Hayward. Siguiendo con las ideas que nos expuso el jugador de los Jazz en su reciente carta a los aficionados, declaró que se considera realmente responsable de los aficionados que abarrotan el Energy Solutions Arena cuando la franquicia mormona juega en casa. Sin embargo, no se siente responsable de ellos por su recién firmado nuevo contrato. El jugador nacido en Indianapolis declaró sentirse responsable de llevar al equipo a superar el pésimo récord de la pasada campaña (25-57) antes que realizar una gran campaña a nivel individual, pero pobre a nivel colectivo. Quiere ser juzgado por llevar los Jazz adelante, no por su sueldo ni sus estadísticas a nivel individual. Respecto a eso, el alero declaró:
«No creo que tenga que estar a la altura de ningunas expectativas ahora mismo. Me han pagado lo que creían que debían pagarme y tenemos que partir desde allí.»
Sin embargo, parece difícil negar que no todo será tan fácil. El simple hecho de firmar aquel contrato de 63 millones de dólares en 4 años (el máximo posible) con los Hornets, posteriormente igualado por los Jazz, ha hecho que sobre las espaldas de Hayward recaiga el peso de llevar a este equipo de jóvenes promesas un paso más adelante hacia el futuro glorioso que se lleva orquestando desde hace algunas campañas. Del mismo modo en que él será el alabado cuando el equipo mejore, también recibirá las críticas cuando el equipo o él mismo bajen el nivel. Sin embargo, Hayward no quiere pensar de esta manera. El propio jugador dijo sobre su propio juego:
«No hay presión ahora. La presión ahora está en ganar, solo en ganar. Ese es nuestro objetivo.»
