Anthony Davis y su futuro contrato

En la NBA ya no solo se trata de jugar bien, sino que las franquicias deben contar con unos importantes asesores contables para hacer toda clase de malabarismos y retener a sus estrellas. Es el caso de New Orleans Pelicans y Anthony Davis, puesto que una vez termine su ciclo salarial de rookie tocará rascarse el bolsillo para retener a uno de los jugadores con mayor potencial dentro de la liga.

Así pues, se presenta una situación que no resulta del todo sencilla, ya que entran varios factores en juego entre los que destaca, por encima de todos, lo económico, pero que al final no siempre resulta lo decisivo. De este modo, y para resumir cuál es el escenario contractual que se abre para Anthony Davis y los Pelicans, según exponen en el blog especializado en la franquicia ‘Bourbon Street Shots’, el jugador podrá cobrar esta temporada 5.607.000 dólares, y no solo eso, sino que New Orleans le pagará de cara al año que viene 7.070.000 millones. Para ello, tienen hasta octubre de este año si quieren reformar el contrato de esa manera.

Una vez llevado esto a cabo, los Pelicans tendrían la capacidad de extenderle la qualifying offer por valor de 9.191.000 millones de dólares para 2016, consiguiendo que se convirtiera en agente libre restringido ese verano. Sin embargo, todo eso se podría adelantar al verano de 2015, siempre que ambas partes se pusieran de acuerdo. Aunque eso no es todo y los líos contractuales que se puede encontrar New Orleans con Anthony Davis también tienen que ver con la famosa “Regla Rose”, por la cual, mediante una serie condicionantes, hace que en los primeros 5 años en la NBA se pueda cambiar el tipo de contrato yn en base a un porcentaje del 25% sobre el salario otorgado, se pueden reasignar los distintos contratos tras su renovación.

Un auténtico lío, ¿verdad? La cuestión principal que se debe tener en cuenta influye en su quinto año de contrato (2016/17), donde podría cobrar esos más de 9 millones o acceder a un nuevo gran contrato de 5 años por 110-130 millones de dólares, eso ya dependería de la negociación. Además, todo esto viene condicionado también por los salarios de Jrue Holiday y Tyreke Evans, cuyos contratos finalizan en esa campaña (16/17) y, por lo tanto, habrá que decidir su futuro.

Si el proyecto cuaja, y sobretodo Holiday parece el base que promete ser, sin duda podrá optar a un contrato más alto. Lo mismo sucede con Evans, que si evoluciona de manera favorable para el rendimiento de la franquicia, a lo mejor también tendrían que revisar su contrato al alza, y en este caso hablamos de cantidades que superan los 10 millones de dólares. Todo esto tiene el objetivo claro de no vivir unos veranos amargos como, por ejemplo, sucede en Minnesota con Kevin Love. Se trata de ofrecer al equipo la solidez de un líder con el que aspirar a grandes cosas, o al menos aspirar a algo, que en la NBA muchas veces ya es suficiente.