Recordamos a Wes Unseld

Pivot reboteador como pocos

Wes Unseld es uno de los mayores reboteadores de la historia de la NBA sin promediar muchos puntos, pero así logró hacerse un buen hueco en la NBA y terminó entrando en el Hall of Fame.

En su primera temporada ya consiguió varios récords, uno de ellos, ser MVP y Rookie del año en su primera temporada en la NBA, en 1969, logro que, hasta el momento solo había conseguido Wilt Chamberlain, en 1960. Wes promedió en esa temporada 13.8 puntos, 18.2 rebotes, una cifra considerable, además de 2.6 asistencias, en 36.2 minutos en pista.

En cuanto a sus promedios de carrera en Regular Season son de 10.8 puntos, 14 rebotes y 3.9 asistencias, en 36.4 minutos en pista, con un total de 984 partidos disputados en temporada regular. Esas 3.9 asistencias es una cifra considerable, lo que refleja que era un pívot generoso con el balón. Quizá por eso promedió tan pocos puntos, porque era un pívot que compartía el balón y prefería asistir que anotar si la posición de un compañero era mejor que la suya para encestar. Era una pieza clave para los Washington Bullets (actuales Washington Wizards), que fue donde permaneció toda su carrera con un total de 13 campañas, y donde tiene el reconocimiento de máximo reboteador de la historia de la franquicia de Washington.

En cuanto a lo hablado anteriormente, sobre su promedió de asistencias, hubo una temporada, en la que promedió 5.2 asistencias por partido, concretamente en la 1975-1976.

Otros logros personales son:

  • MVP de las finales de 1978, cuando jugaron contra los Seattle Supersonics, en el que es el único título de la historia de la franquicia capitalina conseguido hasta el momento.
  • Máximo reboteador de la NBA en 1975, con 14.8 rebotes de promedio.
  • Miembro del Hall of Fame desde 1988.
  • Es uno de los pocos jugadores que ha conseguido 10.000 puntos y 10.000 rebotes de total en su carrera.

En general, se le recuerda como un pívot que compartía el balón y que, sin promediar muchos puntos, tuvo un gran éxito como reboteador en su equipo y en la NBA. Logró así encandilar a los aficionados y conseguir lo que muchos otros no han conseguido a base de anotar, ganar.

Ahora mismo su dorsal «41» cuelga en el techo del Verizon Center de Washington.