Shawn Kemp, the ‘Reign Man’
Trayectoria de la leyenda de SEA
«Cuando saltaba parecía que podía tocar el techo del pabellón, y cuando machacaba el aro, lo hacía con tal fuerza que parecía que toda la canasta iba a venirse abajo».
Esas eran las palabras del ‘ladrón’ Gary Payton, antiguo base de los ya desaparecidos Seattle Supersonics cuando fue preguntado en una entrevista por su compañero y estrella en aquel equipo: Shawn Kemp, alias «Reign Man«. Un jugador que combinaba una potencia brutal con una imponente elegancia atlética. Era un espectacular matador, y como Blake Griffin en años posteriores, se le criticaba por su falta de versatilidad, pero Kemp era mejor pasador de lo que la gente cree y una máquina de hacer dobles-dobles, cuyos números se vieron oscurecidos por las profundas rotaciones de los Sonics y su filosofía ofensiva altruista.
Sus primeros años
Shawn T. Kemp nació en Elkhart, Indiana, el 26 de noviembre de 1969. Sus padres se divorciaron cuando él estaba en el jardín de la infancia, y empezó a vivir con su madre Barbara y su hermana Lisa. Desde ya muy pequeño, Shawn mostró unas condiciones innatas para la práctica de cualquier deporte.
Shawn comenzó a jugar a baloncesto de manera más regular al acudir a Concord High School, en Elkhart. La primera intención de su familia fue enviarlo a otro sitio, para intentar centrarle y alejarle de las amistades que allí tenía, ya que no le convenían, pero los problemas económicos de la familia Kemp hicieron aquello imposible. En su año senior en Concord, ya era considerado un jugador entre los 4 o 5 mejores en todo el país.
Su talento, agresividad y cualidades eran tales que la prestigiosa Universidad de Kentucky se interesó en él y le ofrecieron una beca, pero en el SAT (Scholastic Aptitude Test, un examen estandarizado que se usa en admisiones a universidades en los Estados Unidos), no llegó a superar el mínimo de 700 puntos y no pudo participar en su año freshman, ya que así lo prohíben las reglas de la NCAA.
Tuvo que dejar la Universidad antes de poder debutar, ya que un extraño y oscuro suceso hizo que tuviese que abandonar el equipo (y la ciudad) en noviembre de 1988: Shawn fue acusado de robar y empeñar dos colgantes que pertenecían a su compañero de equipo, Sean Sutton. El problema se volvió aún más grande, ya que Sean era hijo de Eddie Sutton, el entrenador de Kentucky en ese momento, con lo que la situación se tornó completamente insostenible, y debido a las presiones y posterior denuncia, Shawn se vio obligado a abandonar la universidad. Después de que Kemp admitiese que era culpable del suceso, Sutton decidió no presentar cargos. Sin embargo, fue expulsado de Kentucky, y traspasado finalmente a Trinity Valley Community College, en Texas. Y tras un semestre entero sin jugar, Kemp con 19 años se declaró elegible para el Draft de la NBA del año 1989.
El 27 de junio de 1989, Kemp se encontraba sentado en el Felt Forum de Nueva York, viendo pasar junto a sus narices a las mayores promesas del baloncesto mundial como Pervis Ellison, Sean Elliot, Glen Rice, Stacey King, Tim Hardaway o Dana Barros. Pero el hombretón de 19 años y 2’08 metros de estatura se impacientaba porque no oía su nombre, hasta que de repente…
Con la elección 17ª del Draft de la NBA de 1989, los Seattle Supersonics seleccionan a: SHAWN KEMP, de Concord High School.
Seattle Supersonics (1989-1997)
89-90: La llegada de Shawn Kemp a la NBA fue mediática, ya que se convirtió en ese momento en el jugador más joven en llegar a la NBA. Era, después de Moses Malone, Darryl Dawkins y Bill Willoughby, el cuarto jugador en llegar a la mejor liga del mundo sin pasar por la universidad. Kemp se caracterizaba por ser un jugador extremadamente atlético, y al principio le costó encontrar su sitio. Se trataba de un jugador totalmente explosivo, pero al que parecía faltarle madurez y preocupaba su estabilidad mental y su forma de comportarse tanto dentro como fuera de la pista. En aquellos tiempos, Xavier McDaniel, el ala-pívot titular del equipo, se mostró muy interesado en ayudar a Kemp en su desarrollo y se comportó como su mentor. En su año como rookie, los Sonics acabaron la temporada con un récord de 41-41 y no pudieron meterse en playoffs, pero la lotería del Draft estuvo de parte de los de ‘Emerald City’. Disponían de la segunda elección en el Draft de 1990, en el que seleccionarían a Gary Payton, que se convertiría en el perfecto aliado para Kemp.
90-91: Kemp encontró su rol de estrella en su 2º año en la NBA, cuando los Sonics traspasaron a Xavier McDaniel y dándole así a Kemp la titularidad en el equipo, donde mejoraría los 6’5 puntos y 4’3 rebotes por partido de su año de novato, pasando a promediar 15’0 puntos, 8’4 rebotes, 1’8 asistencias y 1’5 tapones por partido. Las estadísticas individuales mejoraban de la misma manera que las victorias llegaban para los SuperSonics, aunque durante el curso no carburarían como se esperaba, repitiendo el mismo récord de 41-41 que en la temporada anterior. Sin embargo, esta vez sí llegarían a playoffs, pero serían eliminados por los Portland Trail Blazers por 3-2 en Primera Ronda.
91-92: Tras su segunda temporada, Kemp sería apodado «Reign Man» (algo así como «el hombre que reina»). El apodo se lo puso el speaker de los Sonics, Kevin Calabro, tras ver un póster con este nombre. Pensó que el apodo quedaría bien para sus presentaciones de jugadores, y bautizó a Kemp de esta manera. En esta temporada los Sonics se encontraban en medio de un periodo de transición, donde el GM Bob Whitsitt despidió al entrenador K.C. Jones a mitad de temporada para atraer a George Karl desde España, ya que estaba entrenando al Real Madrid. Con Karl, los Sonics consiguieron un récord de 27-15, que añadiéndole los 18-18 de Jones más los 2-2 del entrenador temporal Bob Kloppenburg, acabarían la temporada regular con un 47-35. El tan prometedor equipo llegaría a las Semifinales de Conferencia, las cuales perderían ante los Utah Jazz por 4-1, después de una memorable Primera Ronda ante los Golden State Warriors (ganada por 1-3), destacando un brutal mate de Kemp ‘posterizando’ al veterano Alton Lister. ‘Reign Man’ llamaba a la puerta del estrellato.
92-93: El GM Whitsitt hizo dos inteligentes movimientos durante esta temporada, adquiriendo al versátil trotamundos Vincent Askew y a la estrella Sam Perkins. Los Sonics ganaron 55 partidos y llegaron a las Finales de Conferencia, y aunque ya sabían lo que era remontar un 2-1 en playoffs como hicieron en Primera Ronda (ante Utah Jazz 2-3) y en Semifinales (ante Houston Rockets 3-4), no pudieron con los Phoenis Suns de Charles Barkley, perdiendo en el Game 7 en un partido en el que hubo hasta 100 tiros libres. Kemp cada temporada progresaba y se iba consagrando como una de las estrellas de la liga, y así lo demostró siendo elegido por primera vez en su carrera para el All-Star, mejorando sus registros de la pasada temporada (15’5 puntos y 10’4 rebotes) y promediando 17’8 puntos y 10’7 rebotes.
93-94: Bob ‘Traspasos’ Whitsitt siguió haciendo de las suyas. Intercambió a Derrick McKey por el alemán Detlef Schrempf con los Pacers y firmó a Kendall Gill de los Hornets. Aquellos Sonics eran una máquina perfectamente engrasada, con un quinteto formado por Payton-Gill-Schrempf-Kemp-Perkins y con McMillan como sexto hombre. Y así fue como ganaron 63 partidos y consiguieron una racha de 17-2. Después de ganar los dos primeros partidos de Primera Ronda de los playoffs a los Denver Nuggets, parecía que nada ni nadie podía pararlos. Entonces tocaba ir a Denver. Durante toda la temporada la gente se preguntaba si los Sonics se desharían cuando las cosas se pusieran feas. A pesar del gran talento del equipo, carecían de un gran anotador en el poste bajo. Kemp era muchas cosas, pero no era lo mismo que por ejemplo Barkley, Malone, Olajuwon o David Robinson. Los Sonics perdieron los dos partidos allí y se desmoronaron en el quinto y último partido. Payton más tarde reveló que notó malestar en el equipo después del Game 2 y un discurso en el vestuario solo hizo que manifestar los problemas. Sin embargo no todo fueron malas noticias. Kemp seguía en su meteórico ascenso, promediando 18’1 puntos, 10’8 rebotes y llegando a los 2’1 tapones por partido y, además de participar otra vez en el All-Star, pudo participar en el Campeonato del Mundo que tuvo lugar en Canadá, donde EEUU se llevó la medalla de oro.
94-95: Whitsitt dimitió, o fue despedido (o ambos) y recaló en los Blazers. Kemp casi fue traspasado a los Chicago Bulls por Scottie Pippen, lo que hubiera alterado dramáticamente la historia de la NBA. Karl sobrevivió, y este año, a pesar de finalizar con un récord de 57-25, volvieron a perder en Primera Ronda, esta vez ante los Lakers. Al entrenador le quedaba aun un año de contrato y nadie pensó que podía sobrevivir a otra catástrofe en playoffs… Pero lo hizo. En cuanto a Kemp, siguió en sus números, mejorándolos, promediando 18’7 puntos, 10’9 rebotes y 1’5 tapones por partido, y volviendo a participar en el All-Star Game, cosa que haría hasta el año 1998.
95-96: El descubrimiento por parte de Kemp del posible traspaso a los Bulls, hirió su relación con los Sonics. Además, no estaba feliz ya que la prensa aun le tenía puesta la cruz por su comportamiento en Kentucky y se ignoraban otros aspectos positivos de su vida, como los campus de baloncesto que realizaba en su Elkhart natal. No obstante, esta temporada fue una de las mejores de la carrera de Kemp, promediando 19’6 puntos, 11’4 rebotes y 1’6 tapones, y la mejor de la historia de los Sonics, que llegaron a playoffs con un récord de 64-18. Eliminaron a los Sacramentos Kings en Primera Ronda por 1-3, barrieron a los Houston Rockets en Semifinales de Conferencia 4-0 y, aunque llegaron a estar 3-1 frente a Utah Jazz, lograron remontar en el Game 7 con dos tiros libres claves de Kemp para finalizar la serie. Y llegaron a las Finales de la NBA, en las que se enfrentaron a unos Chicago Bulls que venían de realizar la mejor temporada de la historia de la NBA, con un récord de 72-10 y liderados por el mejor jugador de todos los tiempos, Michael Jordan. Perdieron los tres primeros partidos, aunque supieron reponerse y ganar los dos siguientes. Sin embargo, no pudieron hacer nada en el Game 6 y perdieron las Finales.
96-97: Esta temporada fue casi tan exitosa como la anterior, con un récord de 57-25 aunque perdiendo contra los Houston Rockets por 3-4 en las Semifinales de Conferencia. Tras aquella temporada, Shawn terminaba contrato, y los Sonics no dejarían escapar a su estrella tan fácilmente. Shawn era feliz en Seattle, pero tras firmar su contrato, se produjo una subida de sueldos en la NBA. Shawn cobraba bastante menos dinero que la mayoría de los jugadores de su nivel (se dice que todo aquello fue culpa de su agente, ya que «tuvo miedo» y se lanzó a firmar el primer contrato que tuvo sobre la mesa, sin pensar más). Shawn se enfadó mucho tras todo aquello y pidió un incremento, que finalmente no se llevó a cabo. Hubo muchísima tensión entre dueños y jugador, que finalmente se saldó con un traspaso a 3 bandas que enviaría a Kemp a Cleveland Cavaliers, a Vin Baker de los Bucks a los Sonic, y a Terrell Brandon y Tyrone Hill de los Cavs a los Bucks.
Cleveland, Portland y Orlando (1997-2003)
Con los Cleveland Cavaliers, Kemp firmó un contrato de 107 millones de dólares en 7 temporadas. Durante su segundo año con los Cavs, Kemp promedió su particular career-high de puntos con 20’5 puntos por partido. En 1999 lideró a su equipo en anotación y tapones, pero al mismo tiempo, rumores negativos sobre su vida personal seguían apareciendo: Sports Illustrated publicó que Kemp había tenido 7 hijos con 6 mujeres diferentes. Además, ese mismo año se especulaba que el ala-pívot había engordado hasta llegar a pesar 136 kg, pero el mayor daño lo hicieron las drogas.
Después de ser traspasado a los Portland Trail Blazers en el 2000, Kemp acabó la temporada antes de lo previsto, con el fin de ingresar en un centro de rehabilitación por el consumo de cocaína. Menos de un año más tarde, fue suspendido por cinco partidos por no cumplir con su contrato de postratamiento. En los Blazers, apenas tuvo importancia y fue cortado tras dos años mediocres.
En 2002 firmó como agente libre con los Orlando Magic, con un contrato de un año a razón de 1’03 millones de dólares. Dicho movimiento pareció que serviría para enderezar la carrera de Kemp que, con 32 años, no estaba interesado en retirarse. Orlando necesitaba desesperadamente a un jugador interior de garantías, lo que hacía crítica la relación entre el equipo y Kemp, que no conseguía dar la talla. Finalmente tuvo nuevamente problemas con las drogas, lo que puso fin a su carrera profesional.
Retirada y vida posterior (2003-actualidad)
Kemp intentó volver a las pistas, pero en 2005 y en 2006, pero debido a su relación con las drogas en varios asuntos policiales, su baja forma y su poco compromiso con los Dallas Mavericks, equipo que le dio la oportunidad, acabó por no volver a jugar.
En 2008 tuvo una oferta del Premiata Montegranaro italiano, recién ascendido a la Lega. Jugó con el equipo tres partidos de pretemporada, pero tuvo que volver a Houston a evaluar su casa, debido a los daños que sufrió por el Huracán Ike. Finalmente, ambas partes acordaron rescindir el contrato.
Shawn Kemp demostró que era uno de los jugadores con más talento de la NBA. Inicialmente criticado por no hacer otra cosa que machacar, desarrolló su juego para ser un líder en anotación y rebotes, y su entrenador en sus mejores años, George Karl, así lo certificaba, afirmando que Kemp era uno de los 5 mejores jugadores de la liga. Lo que sucedió en Kentucky y su posterior incursión en las drogas, han ennegrecido la imagen de un gran jugador que quizá no se valoró como realmente se merece.
Para finalizar nuestro pequeño homenaje a ‘Reign Man’, os dejamos con sus 10 mejores mates:
https://www.youtube.com/watch?v=59zy7Hvnz3U
