El futuro más cercano de Indiana Pacers

Analizamos su situación tras la lesión de PG

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Viajemos seis meses atrás, All Star de New Orleans. Las sensaciones en el Bankers Life Fieldhouse estaban siendo más que buenas. Los Pacers llegaban al parón con un 40-11, líderes el Este, haciendo que todo el mundo comenzara a creer que las opciones de título eran reales. Cuatro meses de competición habían sido suficientes para que los de Frank Voguel presentasen sus credenciales, y demostraran que sus PlayOffs de la temporada anterior no habían sido un simple espejismo.

A partir de ahí, todo fue cuesta abajo. 16-13 tras el All Star, comenzaron a salir a la luz bastantes problemas internos: supuesto trío amoroso con Paul George y Roy Hibbert como protagonistas, peleas entre Stephenson y Turner… Un cúmulo que circunstancias que hizo que no se parecieran ni a la sombra de lo que había demostrado antes, el nivel de su pivot estrella cayó en picado, los Indiana Pacers pasaron de parecer aspirantes al título a ser, para muchos, una de las decepciones de la temporada. Los PlayOffs siguieron en la misma línea, les costó siete partidos superar las dos primeras rondas, pero contra los Heat no había nada que hacer. Adiós a la temporada, pero ahí no acabaron los problemas.

A pesar de que Larry Bird y los suyos trataron de convencer a Lance Stephenson de que renovara con los de Indianapolis, este se fue a Charlotte en busca de más protagonismo. Los días pasaban, lo agentes libres iban firmando por nuevos equipos, pero los Pacers solo incorporaron a Stuckey. No había incorporaciones que ilusionaran a los aficionados, pero lo peor estaba por llegar. El viernes 1 de agosto Paul George se rompió la pierna en una jugada muy desafortunada durante un partido amistoso entre combinados de la selección estadounidense. En ese momento llegó la pregunta que todos nos hacemos… ¿y ahora qué?

La defensa siempre se ha considerado la clave del gran nivel de los de Frank Voguel, las victorias se fraguaban desde ahí. Nunca fueron un gran equipo en ataque, así que no les quedaba otra que centrar sus esfuerzos en proteger su propia canasta. En la última temporada han sido el mejor equipo en cuanto al rebote defensivo (34.5 por partido), y el segundo mejor en puntos encajados (92.3 por partido). Además, Paul George fue incluido en el primer quinteto defensivo, Roy Hibbert en el segundo, y Lance Stephenson se erigió como un gran defensa, sobretodo a medida que pasaba la temporada.

Hasta el momento, el equipo ha incorporado cuatro nuevos jugadores y perdido a otros cuatro (cinco, si contamos la baja para toda la temporada del, hasta hace poco, número 24 de los Pacers). Sin embargo, el balance de incorporaciones y salidas parece bastante desastroso. En los despachos, la única respuesta a la marcha de Lance Stephenson fue la incorporación de Rodney Stuckey, un jugador que en la faceta defensiva tiene bastante que envidiarle al nuevo jugador de los Hornets.

Parece que el cambio de aires del antiguo dorsal 1 de los de Indiana se va a notar bastante. La pasada temporada aportó 13.8 puntos de media, capturó 7.2 rebotes por partido y, además, algo que se va a echar mucho de menos en el Bankers Life Fieldhouse, sobretodo por la dificultad del equipo para distribuir el juego; fue el máximo asistente del equipo con 4.6 asistencias de media. Quizás por su gran aportación en ambos lados de la cancha es por lo que se convirtió en un agente libre tan pretendido por varios equipos.

A esta dura baja, se le unen las de Andrew Bynum, Evan Turner y Rasual Butler. Jugadores de rotación, con una aportación sensible, cuya falta, probablemente se note. Cierto es que los dos primeros tan solo jugaron 26 y 27 partidos en la temporada regular, pero sus números aumentaron el rendimiento del banquillo para los de Voguel. La presencia de Bynum en la zona hacía que, en los minutos de descanso de Hibbert, la defensa no se resintiera tanto. A pesar de sus continuas lesiones, gracias a su corpulencia, podría ser un buen jugador de rotación para los Pacers si contase con algo de continuidad.  Turner llegó a Indiana por la necesidad de traspasar a Danny Granger y, aunque su aportación fue menor de la que llevaba promediando todo el año, tuvo un rendimiento adecuado para jugar 21 minutos por partido, promediando 7.1 puntos. La baja de Butler es la que, probablemente, menos se note, una prueba de ello son los 7 minutos que promedió en los 50 partidos que jugó esta pasada temporada.

En el apartado de las incorporaciones destaca C.J. Miles, tirador, alguien de quién el propietario de la franquicia, Larry Bird, dijo: “Necesitamos anotación. Creemos que él nos puede aportar algo que nosotros no teníamos”. Puede ser una pieza importante en el ataque, sobretodo con la falta de Paul George. La pasada campaña promedió casi 10 puntos por partido en los Cavaliers, teniendo prácticamente un 40% de acierto en triples. La última incorporación ha sido la de Stuckey, agente libre procedente de los Pistons, escolta anotador (prácticamente 14 puntos de media en el curso pasado) pero bastante flojo en el apartado pasador. Por otro lado, se han hecho con los servicios de dos rookies,  Damjan Rudez, procedente la liga Endesa (Liga española), jugador que puede aportar mucho en el tiro exterior, y Shayne Whittington, jugador interior, no seleccionado en el Draft y procedente de la Universidad de West Michigan. Veremos si consiguen tener un buen primer año ambos jugadores.

La principal pérdida que tienen los de Indianapolis tras estos movimientos viene en la faceta defensiva. Esto probablemente preocupe seriamente a Frank Voguel, que siempre ha basado su juego en una buena defensa, y el nivel de la plantilla en este aspecto ha bajado sensiblemente. Mucho trabajo le queda por delante en los entrenamiento, tanto, o más, del que le esperará a Bird y los suyos en los despachos para tratar de conseguir jugadores que compensen el, más que probable, bajón defensivo.

A esto, tenemos que unirle la peor noticia posible, Paul George se ha roto la pierna, La jugada ha dado la vuelta al mundo y ha conmocionado a todo el mundo de la pelota naranja. Hay precedentes que invitan al optimismo, todos recordamos el caso de Kevin Ware, en menos de ocho meses estaba jugando de nuevo tras una lesión similar a la de PG. Los primeros diagnósticos apuntan a que el período de vuelta a las canchas oscilará entre los 15 y los 18 meses. Sin embargo, el afán de superación que ya conocemos del jugador y sus, tan solo, 24 años, pueden hacer que los plazos se vayan acortando. Veremos qué son capaces de hacer los médicos con la estrella de los Pacers.

Por lo tanto la plantilla que le queda a los de Indiana será la formada por: George Hill, Watson y Sloan como bases; C.J.Miles y Stuckey como escoltas; Copeland y Solomon Hill como aleros; y como interiores West, Scola, Allen, Rudez, Hibbert, Mahinmi y Whittington. 14 jugadores, 15 si contamos a Paul George, que, aunque parece más que probable que no disputará ni un solo partido, seguirá formando parte de la plantilla a la hora de cumplir con el máximo de 15 integrantes. Debido a esto, parece que se avecinan traspasos en Indiana. Analicemos lo que pueden aportar cada uno de ellos.

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Roy Hibbert, el hombre de las luces y sombras. Después de su desastroso final de temporada suena en muchas de las cábalas para abandonar la franquicia. Será difícil que se olvide la repentina falta de confianza del pívot, pero esto puede jugar a su favor. Su valor en el mercado ha bajado exponencialmente y, de momento, no parece que haya ningún traspaso en el que involucrarle que entusiasme en Indiana. Lo que está claro es que si se queda es el año de demostrar que ese gran potencial, que muchos a día de hoy siguen creyendo que tiene, no es un espejismo y de verdad puede convertirse en una estrella. A su favor tiene su corpulencia y su defensa (motivos por los que siguió contando con minutos durante los PlayOffs pese a su pésimo rendimiento). Veremos si los entrenos con Kareem Abdul-Jabbar surten efecto y Roy recupera su confianza para hacerse con el liderazgo de los Pacers.

David West, seguirá siendo uno de los pesos pesados del equipo. Un seguro dentro de la pista y un líder fuera de ella. Su veteranía es su gran punto a favor. Lleva 11 años en la liga, los 3 últimos en Indiana, donde ha encajado a la perfección. No cabe duda de que aportará en todas las facetas, pero necesita la ayuda de sus compañeros para poder cosechar victorias.

Luis Scola, como buen argentino que es no se puede dudar de su compromiso, luchará cada jugada hasta el final. Su experiencia le hace ser un buen jugador de rotación para dar descanso tanto a Hibbert, como a West. Puede ser un perfecto sexto hombre para una temporada como esta. Sumará tanto en defensa como en ataque.

Allen y Mahinmi, seguirán en su rol como jugadores de la segunda unidad. El pasado año promediaron 16 minutos cada uno, sus números no eran precisamente destacables, pero desde el cuerpo técnico cuentan con ellos. Se espera que sigan evolucionando como jugadores, aunque no parece que vayan a tener mayor importancia en las rotaciones ni mucho menos.

Rudez y Whittington, los rookies del equipo. El primero llega, a sus 28 años, desde la liga Endesa tras una gran temporada en la que ha mostrado la buena muñeca que tiene. El segundo ha destacado por su dominio en los tableros en la Universidad de Western Michigan. Lo que se espera de ambos no son grandes números, sino acumular minutos e ir cogiendo confianza para el futuro.

George Hill, se necesita que dé un paso adelante esta temporada, lleva ya tres temporadas en la franquicia, y parece que con la baja de Paul George, el juego exterior depende enormemente de su nivel. Cierto es que, debido a las necesidades de la plantilla, es un escolta reconvertido en base, pero se ha ido adaptando a su nueva posición y parece que puede estar preparado para demostrar el gran potencial que tiene. Este año es un año clave en su carrera, lo tiene todo a favor para explotar como el jugador que muchos creen que puede llegar a ser.

C.J. Watson, base suplente. Se busca en él un jugador de rotación que pueda aportar en diversas facetas en los minutos en los que esté la segunda unidad en pista. Es su segundo año en la franquicia y se confía en que pueda alcanzar el nivel que tuvo en Chicago y en Golden State.

Donald Sloan, todo apunta a que seguirá siendo el tercer base. Es el playmaker más puro de los tres. Ha contado con pocos minutos y no ha sido capaz de exprimirlos como debería. Todo apuntaba a que no sería renovado, pero su buen rendimiento en la Summer League ha hecho que se le dé un nuevo voto de confianza. Veremos si puede seguir en esta línea.

C.J. Miles y Stuckey, son las dos incorporaciones más importantes que se han hecho en el equipo de Indianapolis. Anotadores, algo que parece que puede venirles muy bien, ya que los Pacers han sido el vigesimocuarto equipo en puntos anotados la pasada temporada. Aumentar su anotación con jugadores de este tipo puede ser una manera de combatir las bajas de dos de sus pilares ofensivos (Stephenson y George), debido a su aportación en ataque, pero, sobretodo, a la perdida de solidez defensiva que se va a hacer latente este curso.

Copeland y Solomon Hill, jugadores de rotación con pocos minutos durante la pasada temporada. Su posición es la que más vacante parece de cara a la próxima campaña. Son jugadores con poca experiencia (2 y 1 años en la NBA respectivamente), y como tal, no se les va a exigir un rendimiento de estrellas. Su función será ir progresando a la vez que van acumulando más minutos por partido. En el caso de que no se incorpore ningún alero más, Copeland sería el teórico “3” titular, aunque esto, según todos los rumores que han salido en las últimas semanas, parece bastante improbable.

Como vemos, el juego interior parece bien cubierto, si Roy Hibbert consigue recuperar su confianza y su nivel, recibirá muchos más balones de los que está acostumbrado y podrá aumentar sus números a niveles estratosféricos. Con la aportación de David West y Luis Scola bajo los tableros, los Pacers no tendrán que envidiarle nada a la mayoría de sus rivales. Parece claro que una de las estrategias de Frank Voguel en ataque será introducir balones en la pintura una jugada tras otra.

En cuanto al juego exterior, puede que con la incorporación de C.J. Miles se mejorará en el tiro lejano, y con Stuckey habrá un salto en la anotación de la segunda unidad. George Hill puede tener un buen rendimiento esta temporada como base, siempre que tengamos en cuenta que no va a ser el base distribuidor que se echa tanto en falta. El principal problema está en la posición de alero. Lo que está claro es que por fuera los de Indianapolis necesitan reforzarse, tanto en el apartado defensivo, como en ataque.

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Como estamos ya a finales de agosto, la cantidad de agentes libres con calidad suficiente es bastante escasa. Además, dado que la plantilla ya consta de 15 jugadores, se ven ante la necesidad de realizar traspasos. Los nombres con los que más se les ha relacionado en las últimas semanas son Shawn Marion y Greg Monroe, aunque las negociaciones  no fueron fructíferas.

El primero parecía un buen alero para “suplir” a Paul George (obviamente no va a llegar a esos números del 13 de los Pacers, pero podría tener un nivel aceptables para cumplir con el rol de titular), pero le ha llamado más la oportunidad de jugar junto a LeBron, Love e Irving. En cuanto a Monroe, es uno de los pocos agentes libres que podrían  interesar a varios conjuntos debido a su buen nivel la pasada temporada. Su agente llegó a negociar con seis equipos diferentes en busca de franquicias interesadas en un Sign&Trade, pero ninguna oferta llegó a convencer al pívot. Todo apunta a que se quedará en Detroit un año más para ser agente libre sin restricciones el año próximo.

Parece que en cuanto a negociaciones los de Indianapolis flojean un poco, y es que siempre se ha considerado que no son capaces a incorporar jugadores de primera línea, y esta temporada parece que van por la misma línea. Esperemos que sean capaces de revertir esta situación.

La necesidad clara debería ser un alero que pudiera ser titular. Hasta la lesión de Paul George, Bird y los suyos dirigían sus esfuerzos a conseguir un base organizador (Rondo y Dragic estuvieron en su órbita), pero ahora eso ha pasado a un segundo plano.

Los de Frank Voguel cuentan con el mismo número de jugadores interiores que exteriores (disponibles), pero no tienen espacio para incorporar jugadores sin dejar de contar con otros. Parece que la principal moneda de cambio que tratan de usar es Roy Hibbert, pero parece que no podrán conseguir gran cosa por las dudas que provocó su pasado final de campaña. Dadas las exigencias de la plantilla, lo idóneo sería buscar un exterior introduciendo en en el traspaso un jugador interior. Sin embargo, a David West no parece que estén dispuestos a traspasarlo, y Scola se ha adaptado al rol que tiene a las mil maravillas, así que una oferta por ellos debería ser especialmente buena para ser acertada. El resto de los interiores no parecen tener un valor en el mercado para encontrar lo que se busca desde el Bankers Life Fieldhouse. Todo apunta a que, para encontrar el fichaje que necesitan, todo pasa por un traspaso en el que involucren a más de un jugador y, a ser posible, en el que sean partícipes más de dos equipos. Veremos qué son capaces de conseguir los de Indiana. Podrían utilizar la Disabled Player Exception con Paul George (excepción que se usa para las bajas que duran toda la temporada) como moneda de cambio, aunque esto haría que no pudiera jugar ni un solo minuto, ni siquiera en unos hipotéticos PlayOffs. Sin embargo, desde el equipo médico se busca una recuperación perfecta, así que si se toman los tiempo adecuados esta temporada estaría descartado, totalmente, volver a las canchas.

Esto haría que los de Indianapolis tengan disponibles $9,586,921 en excepciones (a la comentada anteriormente, hay que sumarle la Trade Exception del traspaso de Danny Granger), cantidad bastante alta si son capaces de usarla bien.

Una opción que se ha barajado en la prensa durante las últimas semanas es la de tirar la temporada a la basura para tener una posición alta en el Draft y conseguir un buen jugador. A los Spurs les salió bien la temporada en que Robinson se lesionó, consiguieron a Tim Duncan y el resto de la historia ya nos la sabemos. Pero también hay bastante unanimidad en el mundo NBA acerca de que Larry Bird, ganador por naturaleza, y Frank Voguel, no aparentan tener una personalidad de ese tipo. Más bien tratarán de hacer todo lo posible (y lo imposible) para meterse en PlayOffs. Aunque es pronto para saberlo, puede que el nivel del próximo Draft tenga un bajón importante si finalmente Adam Silver instaura la edad mínima de 20 años. Para hacerse una idea, de los cinco primeros seleccionados de estos años tan solo uno podría haber sido elegido. Por lo tanto los jugadores más destacados del año 1995, al menos hasta el momento, ya han sido seleccionados y el próximo Draft, si finalmente se aprueba esta norma, sería de transición.

Así pues, las próximas semanas parecen ser decisivas en Indianapolis. Veremos si son capaces de conseguir al menos un fichaje de importancia y, a partir de ahí, cuáles son las ocurrencias de Frank Voguel para hacer frente a esta nueva temporada que se presenta bastante complicada. Lo que está claro es que les queda mucho trabajo en todos los aspectos.