Tras realizar una copa del mundo en la que su nombre no pasó para nada desapercibido, el pívot israelí se ha comprometido con el Qingdao Double Star de la liga China. Tuvo un papel determinante en la selección de Irán, junto al talentoso base Mehdi Kamrani.
La competición que se disputa en el país más grande del continente asiático es un escaparate para muchos jugadores, que tras no encontrar hueco en la NBA se marchan allí, y cada vez son más los que optan por esa opción. Una de las razones es porque la normativa es muy parecida a la que se aplica en la NBA.
El center se empezó a dar a conocer en los juegos olímpicos de Pekín en 2008, donde cuajó de una gran actuación. Antes de esa gran cita ya había recibido varias ofertas pero fue el 28 de Agosto de ese mismo año cuando firmó con los Memphis Grizzlies. Durante su temporada como rookie compaginó la D-League y la mejor liga del mundo. No tuvo mucha presencia de modo que a finales de enero de 2013 se vio envuelto en un traspaso que lo envió a los Toronto Raptors.
Pese a ello, no llegó a jugar con la franquicia. A los pocos días fue traspasado nuevamente, pero esta vez a los Phoenix Suns, con los que disputó un total de 17 encuentros. Tras ver que no tenía protagonismo se marchó a la liga de su país natal, hasta que la pasada campaña empezó una nueva aventura en los Sichuan Blue Whales, ya en China, donde promedió 14.2 puntos y 13.3 rebotes.
Mucho se especuló de una posible llegada al viejo continente pero él ha decidido seguir en la atractiva liga China.
