Wade: El código de vestimenta nos ayudó

Reconoce los beneficios de la norma

Envuelto en una gran controversia, en 2005 el comisionado David Stern estableció un «código de vestimenta» para los jugadores de la NBA. Desde entonces, no podrían vestir ropa o playeros anchos, collares ni cadenas. Los jugadores se habían acercado al estilo hip-hop con Allen Iverson como su mayor exponente, pero Stern quiso romper con ello.

De inmediato hubo un enorme revuelo entorno a la nueva norma, que provocó que muchos jugadores (especialmente Iverson, Stephen Jackson o Carmelo Anthony) pusieran el grito en el cielo contra un código que les privaba de su libertad para vestir como querían. Parecía algo ridículo, pero estilo ganster que promovían más y más los jugadores no era del gusto de la liga.

Finalmente, el tiempo le dio la razón a Stern. Después de un tiempo en que muchos jugadores rompían la norma sistemáticamente (lo cual provocó numerosas multas económicas), poco a poco acabaron por agachar la cabeza y seguir el modelo que la liga buscaba. No obstante, se alcanzó un efecto inesperado en los jugadores. Con el objetivo de reinventarse, terminaron por convertirse en iconos de la moda. Ejemplo de ello son James o Durant y, mucho más excéntricos, Westbrook y Nick Young. Hoy en día visten de una manera mucho más formal, pero de una manera en la que siguen destacando individualmente fuera de la cancha.

Por lo general, se dice que el código de Stern llevó a los jugadores a ser más creativos, y de la misma forma opina Dwayne Wade:

«Si bien siempre me gustó ir bien vestido, reconozco que, de no ser por el código que introdujo Stern, nunca hubiera mostrado interés en qué vestir fuera de la cancha. Era como: «vale, ahora he de vestir bien, no puedo ponerme un chándal». Luego se convirtió en una competición entre los chicos y al final terminó por hacernos entender lo que nos poníamos, por lo que acabas por ser más que un fan de ello».

«Obviamente, a veces quieres ir más allá, quizás porque somos atletas. No tenemos un estilo predeterminado que todos esperan que llevemos, por lo que ser extravagante ahora está bien».

Quizás los fans no se pondrían nunca los looks de Wade, pero no podemos dudar de que sin el código de vestimenta no se hubiera sumergido en el mundo de la moda, junto con muchísimos otros jugadores. Las restricciones llevaron a Wade y muchos otros a buscar nuevos estilos, lo cual les condujo a los hábitos más excéntricos de la moda.

Sin embargo, a pesar de que finalmente los resultados han sido muy positivos, especialmente en el marketing – lo que realmente le interesaba a Stern -, no hemos de olvidar del contexto inicial de la historia. Lo que realmente desencadenó todo el proceso fueron los prejuicios y el racismo hacia el estilo hip-hop. Por tanto, la mejoría económica y publicitaria no excusa a la NBA de haber antepuesto el dinero a la libertad de los jugadores.