Mucho se habló durante la Copa del Mundo de baloncesto del estado de forma del pívot de los Detroit Pistons Andre Drummond. Se decía que no se cuidaba, que se había dejado en verano, que no entrenaba bien. Unas críticas que se veían secundadas con su papel, casi marginal, en el organigrama de la selección estadounidense en la cita mundialista, donde el joven jugador promedió 3 puntos y 2.5 rebotes y lo más normal era verle totalmente desconectado de los partidos, al fondo del banquillo, y haciendo bromas con quien fuera su compañero en aquel instante.
Pues bien, parece que el pivot de Mount Vernon, New York, se ha machado después de lograr el oro con su selección, se le ve fino, rápido, cosa que su entrenador Stan Van Gundy ha destacado.
Andre, a sus 21 años de edad, va a cumplir su tercera temporada en la NBA, y con los Pistons, se le augura un futuro más que prometedor en la liga y quiere responder. Parece que se ha tomado muy en serio las críticas y se ha esforzado por llegar en forma al Training Camp.
De momento, en el único partido que su equipo ha disputado en pretemporada, ante Chicago Bulls, hizo 13 puntos, 5 rebotes, 1 tapón, con un 46% de acierto en tiros de campo. Unos buenos números si atendemos a que era el primer partido del año, con un entrenador nuevo y recién llegado de la concentración con el Team USA, hecho que la ha dejado prácticamente sin vacaciones de verano.
Se espera mucho de Andre en Detroit, y por él y por su conexión con Greg Monroe pasan muchas de las opciones de los Bad Boys para mejorar su récord del año pasado, incluso de luchar, por qué no, por entrar en los playoffs.