Charlamos con Andrés Monje

El periodista de Kia En Zona atendió a Javier Sámano

Javier Sámano: El movimiento más sonado del verano, sin duda, ha sido el regreso de LeBron James a Cleveland. Junto a Kyre Irving y Kevin Love, que llegó al equipo a cambio de Andrew Wiggins, formará uno de los big three más temibles de los últimos años, sino de la historia. ¿Crees que David Blatt sabrá hacer de los Cavaliers un equipo con hechuras de campeón?

Andrés Monje: El potencial de los Cavs es fascinante pero hay que dar paciencia al proyecto. Toda formación de un equipo, especialmente si se aspira a todo, requiere un proceso para adquirir una identidad colectiva. Indudablemente tienen muchas posibilidades pero tenemos que ser conscientes de que llevará algo de tiempo. David Blatt me parece un técnico extraordinario, no sólo en lo táctico sino también a la hora de gestionar grupos humanos, así que creo que tiene recursos de sobra como para hacer de Cleveland un soberbio equipo. Pero, insisto, hay que entender que es un proceso y no veremos a Cleveland a su mejor nivel desde el principio.

JS: Hace apenas unos meses, los Spurs desplegaban uno de los mejores baloncestos jamás vistos en unas finales, aboliendo a los Heat de LeBron, Wade y Bosh con un incontestable 4-1. Hay quien piensa este título supuso el broche de oro al dilatado ciclo de los Popovich, Duncan, Parker, Ginobilli y compañía. ¿Cuánta cuerda le queda a San Antonio? ¿Les consideras máximos candidatos al anillo?

AM: Cuerda, la que ellos quieran. La ambición que mantengan será determinante y parece que han planteado internamente el objetivo de lograr el ‘back-to-back’, algo que su dinastía no ha conseguido. Así que debemos esperar lo mejor de ellos. Si la salud acompaña en las fases clave (mayo y junio) son los máximos favoritos al anillo. Llevar el baloncesto a la dimensión a la que ha conseguido llevarlo San Antonio, como una obra de arte en movimiento, es un argumento demasiado fuerte para un equipo que mantiene bloque.

JS: Los Bulls también se han reforzado de manera más que óptima este verano. Aparte de los fichajes de Gasol y Mirotic, la ansiada vuelta de Rose es el mejor fichaje para los de Thibodeau. ¿Qué opciones le das a Chicago? ¿Cuál será el rol de los dos españoles del equipo?

AM: Chicago es una garantía a la hora de competir. Un equipo terrible en una serie a siete partidos. Este curso tiene un escenario diferente, con una profundidad desconocida para Thibodeau y más argumentos ofensivos que nunca. Espero un equipo algo distinto, más modulado hacia el ataque, pero con el sello diferencial que hace que los Bulls sean realmente candidatos: dominio defensivo. Si Rose no tiene problemas físicos y va adquiriendo ritmo competitivo sin parones, serán candidatos. En cuanto a los españoles, Pau es un perfil diferencial para Chicago porque produce por sí mismo en poste bajo, es muy colectivo a la hora de jugar y permite ganar un recurso del que no disponían y además no abunda en la Liga. En cuanto a Mirotic, su papel como ‘stretch four’ será importante. El año de novato siempre es difícil en la NBA y tiene mucha competencia en la rotación, con el posiblemente mejor trío interior del planeta. Pero tiene condiciones de sobra y carácter competitivo para aprender. Será un recurso puntual muy valioso, que no es poco para un rookie en un ‘contender’.

JS: Actualmente, hay una gran camada de equipos jóvenes, abanderados muchos de ellos por incipientes estrellas. Hablo de casos como Golden State, Clippers, Wizards, Raptors… ¿Cuál de estos equipos crees que dará un paso adelante este año? ¿Qué esperas de estos proyectos?

AM: Los Warriors son el más sugerente, por talento bruto. Y los Clippers el mayor candidato a priori, por volumen de rotación y peso del técnico. Tengo especial inquietud por ver cómo Steve Kerr plantea la progresión ofensiva de un equipo que tiene un enorme potencial en ese arte pero aún no ha sabido explotarlo. Los Wizards me parecen la versión volátil de los Raptors en cierto sentido, mientras que Toronto es una roca y un equipo que estará ahí pero con la duda del salto diferencial, Washington creo que sí tiene en su plantilla ese salto diferencial pero a la espera de que todo salga bien. No obstante, el hecho de que el Este tenga menos potencial en su clase alta invita al optimismo con ellos.

JS: Caso Lakers. Los angelinos, que acaban de perder a Steve Nash y al prometedor Julius Randle para toda la temporada, han firmado un catastrófico inicio de temporada (el peor desde 1957). ¿Cuál es el germen de su fracaso? Si fueras Kupchack, ¿qué proyecto plantearías?

AM: Simplemente no tienen mimbres suficientes como para competir. Su apuesta fuerte en 2012 salió mal y aún permanecen convalecientes hasta poder formar la siguiente. Es un proyecto en reconstrucción y que espera al verano como punto de inflexión para rearmarse. Es una situación novedosa para una franquicia hiper ganadora pero es la etapa que toca vivir. Creo que la Gerencia tiene claro que el objetivo es convencer algún jugador de renombre en el período de offseason para que, firmando por la franquicia, pueda sentar la base para un proyecto deportivo sano. Es la mejor y posiblemente la única opción viable. Ahora mismo, es un período de transición hasta que eso suceda.

JS: El famoso tanking, abanderado por los 76ers, está causando estragos en la liga. ¿Cómo erradicarlo? ¿Cuán dañino es para el espectáculo?

AM: Es difícil abordarlo pero la Liga ya está en ello. Existen formas de reducir su impacto, minimizarlo en lo posible, sobre todo a través de una reestructuración del sorteo del Draft. La Liga es consciente del peligro que supone para un producto tan poderoso como la NBA generar una imagen paralela que premia en exceso la falta de competitividad. La existencia de una competición cerrada y las necesidades de un proyecto al que, no olvidemos, le conviene actuar de esa forma, generan escenarios así. Pero su impacto se modulará en un futuro próximo, la NBA está manos a la obra.

JS: Los españoles. Antes hemos hablado de Mirotic y Pau Gasol. El contrato de Ricky, el espléndido momento de Marc Gasol, la llegada de Calderón a New York, el incierto futuro de Claver… ¿Cómo ves la situación de cada uno?

AM: Siempre considerando que se mantenga sano, Marc hará una temporada sensacional. Básicamente porque es uno de los interiores más determinantes del planeta. En Memphis se encuentra muy cómodo a través de un sistema que le permite ser clave sin asumir demasiado volumen de juego y estando en año de contrato hay que esperar que haga la temporada de su vida. Porque está, además, en momento de hacerla.

-Ricky debe dar un paso adelante en su jerarquía y creo que lo va a hacer muy bien. A menudo se confunde el hecho de que no anote con regularidad con negar que sea un gran jugador y es injusto para él. Él tiene su papel en el equipo y es consciente de que tiene que mejorar ciertas cosas para llevar su juego más allá, pero creo que lo hará. Lo importante para él, que es un jugador muy emocional, es que sepa disfrutar por encima de la presión que tendrá.

-Para Calderón es un año interesante, ha comenzado de forma triste con problemas físicos pero es un lujo para cualquier equipo tener un jugador que es un líder de vestuario, tremendamente colectivo, con talento y experiencia. Además es perfecto para el ‘triángulo’ que pretende marcar Derek Fisher. Estando sano, lo hará muy bien. Como a lo largo de su carrera, en realidad. Es una garantía.

-En cuanto a Claver, si este curso no dispone de oportunidades posiblemente se replantee su futuro. Para un jugador aún joven, que necesita progresar mediante minutos de competición, no tener esa oportunidad es frustrante y corta radicalmente sus alas. Tiene baloncesto pero la sensación es que pasan los años y no logramos verlo al punto que querríamos. Y algo debe hacer para que podamos disfrutar, él el primero. Sea donde sea, pero tiene que jugar.

JS: El triángulo ofensivo. Implantado por Phil Jackson, ha sido sinónimo de éxito durante todo el recorrido del maestro Zen. ¿Podrías arrojar algo de luz sobre él? Es decir, explicar un poco su funcionamiento, el porqué de su infalibilidad.

AM: Bueno, el ‘triángulo’ no es infalible. No hay sistema infalible, hay mejores y peores sistemas de acuerdo a lo que tengas en plantilla. El éxito de la idea de Jackson en Bulls y Lakers parte de que supo modular lo existente a esa idea pero siempre sabiendo que había grandes recursos. Jordan, Pippen, Rodman, Bryant, O’Neal, Gasol… una idea puede ser muy buena, pero al final necesitas ejecutarla bien y para eso necesitas recursos que lo consigan. Es un sistema donde el movimiento sin balón es determinante, así que necesitas jugadores de una gran inteligencia interpretando los espacios y los momentos para pasar y cortar. El factor vertebral del perfil que absorbe juego y que representaría Anthony en los Knicks lo tienen, pero también se necesitan interiores de gran facilidad para entender la circulación ofensiva. Es un sistema complejo, que lleva su tiempo mecanizar y, sobre todo, necesita de jugadores óptimos para ello. Hay sistemas mecánicos que se aprenden pero el ‘triángulo’ tiene una libertad interpretativa que lo hace especial… pero también más difícil de aplicar con éxito.

JS: ¿Cuál es el jugador que marca más diferencias en la liga?

AM: LeBron James. En ambos lados de la pista, además. En defensa puede asumir todos los perfiles posibles y en ataque genera desajustes en cualquier situación. Representa el apogeo del baloncesto moderno. Un super atleta que domina todos los artes del juego hasta el máximo nivel y además tiene una mentalidad muy solidaria jugando. Es un regalo poder vivir su época.

JS: Para ir terminando. ¿Qué esperas de tu futuro profesional a medio/largo plazo? ¿Te gustaría dar el salto a la televisión? 

AM: Disfruto con lo que hago. Trabajo en mi gran pasión así que para mí es un privilegio. Seguiré esforzándome al máximo, tratando siempre de aprender e intentar transmitir a la gente la pasión que yo siento por el juego y la forma que tengo de verlo e interpretarlo. Lo importante es mantener viva la llama, porque de ahí nace lo demás. En cuanto a la televisión, uno nunca sabe qué puede depararle el futuro, pero sería bonito tener la oportunidad de hacerlo de forma habitual, claro que sí. Me encanta escribir pero hay muchas más formas de comunicar y uno siempre trata de ser lo mejor posible en lo que hace.

JS: Ha sido un placer charlar contigo, Andrés. Un saludo y muchas ojeras.

AM: El placer ha sido mío, muchas gracias a vosotros.