Los Hornets vuelven a la senda de la victoria
New York Knicks 102 - 103 Charlotte Hornets
Hornets y Knicks se dieron cita anoche en el Time Warner Cable Arena para un partido que no parecía muy interesante a priori, pues son dos equipos con dinámicas negativas y que no se destacan por dar demasiado espectáculo. Los primeros acumulaban un récord de 4-14, mientras que los segundos estaban con un 4-17y una dependencia absoluta de su jugador franquicia, Carmelo Anthony.
Los primeros doce minutos comenzaron con una buena defensa de los locales, mientras que los de la Gran Manzana basaban todo su juego ofensivo en Amar’e Stoudemire, Carmelo Anthony y el base español José Manuel Calderón, quienes anotaron 14 de los 21 puntos en este cuarto. Por parte de los Hornets la anotación estuvo muy repartida gracias al buen juego colectivo que llevaron a cabo en este primer tramo del encuentro. El resultado al término del primer cuarto fue de 21-31.
El segundo cuarto fue, en cambio, mucho más igualado, ya que los Knicks consiguieron ajustar su defensa y a los de casa les costaba mucho más encontrar situaciones de tiro fáciles. La pareja de Smith (Jason y JR) fue la que mantuvo alta la anotación de los visitantes, mientras que los Hornets continuaban con un juego coral que dejaba la anotación muy repartida. Con todo esto, el resultado al descanso era de 45-57, una sólida ventaja para los de Clifford.
Tras el paso por los vestuarios, el partido se mantuvo igual que al principio, con unas defensas sólidas, pero que gracias al acierto y al juego en equipo de los de MJ, conseguían aumentar su ventaja, gracias en parte a un inspirado Gerald Henderson, que anotó 9 puntos en 7 minutos en este cuarto. Los Knicks continuaban dependiendo del trío formado por Stoudemire, Melo y Calde, quienes dejaron el marcador en 69-85.
Lo que parecía que iba a ser un cuarto sencillo para los Hornets, gracias a su ventaja de más de 15 puntos, acabó por convertirse en un infierno gracias a sus ya conocidas nulas habilidades en el clutch. La buena defensa de los locales se evaporó por completo, dejándose anotar en estos últimos doce minutos hasta 33 puntos. Además, los Knicks terminaron de ajustar la defensa, impidiendo a los de casa anotar, y permitieron únicamente 18 puntos.
Por eso, los Knicks estuvieron a punto de dilapidar la ventaja que tenían los Hornets sobre ellos, llegando incluso a ponerse por delante a falta de menos de un minuto para el final del encuentro, pero una entrada a canasta de Kemba Walker, que deja en evidencia la incapacidad de Prigioni para defender a bases rápidos, a pocos segundos del final se tradujo en una canasta para los Hornets, quedándose el marcador en un 102-103 para los de casa. Un final balsámico para los locales, que ven como vuelven a conseguir una victoria tras diez partidos.
El próximo encuentro de los Hornets será en el Time Warner Cable Arena ante los Boston Celtics de Rajon Rondo, mientras que los Knicks se verán las caras con los temibles Portland Trail Blazers en el Madison Square Garden el próximo domingo.