Victoria ajustada del conjunto californiano ante el de Arizona

Phoenix Suns 120-121 Los Angeles Clippers

El último partido de la jornada se postulaba como el mejor partido de la jornada, y así lo fue con prórroga incluida.

Dos de los equipos más divertidos de ver, cara a cara, con estrellas como Chris Paul y Blake Griffin por el equipo californiano y Goran Dragic y Eric Bledose por el equipo de Arizona, en plena forma.

Daba comienzo un encuentro en el que la balanza se decantó por el equipo visitante, quien con un 5-0 de inicio, que no duró mucho ya que Redick, Griffin y Barnes lograron darle la vuelta en un abrir y cerrar de ojos. Tras un continuo intercambio de puntos, los Clippers se adelantaban en el marcador en 7 puntos, pero el cuarto acabó con un parejo 28-28.

El segundo cuarto empezó con un Crawford desatado con 2 triples en un minuto, y con Paul, Redick y Jordan aportando, los Clippers conseguían una mínima ventaja mermada por Dragic y Tucker. Destacando sendos mates de DeAndre, los Clippers se iban 3 arriba al descanso ante unos muy peleones Suns.

Para comenzar la segunda parte, Paul sacaba un 2+1 ante Plumlee, y como si esto les hubiera motivado, los Clippers subieron la marcha y se fueron a 7 puntos arriba, lo que hizo que Suns tuv iera que pedir un tiempo muerto, pero esto no paró a Griffin que se iba a los 20 puntos al ecuador del tercer cuarto. Después de un periodo de tiempo sin anotar, Markieff Morris y Blake Griffin midieron sus habilidades, con Blake como ganador. Len y Tolliver lograron darle un poco de oxigeno a su equipo, pero no lograron diezmar por completo la diferencia y se fueron 9 abajo al término del cuarto.

Al igual que en el anterior cuarto pero con distinto autor, esta vez Gerald Green, lograba un 2+1, y Bledsoe empezaba la remontada y a falta de 9 minutos para el final del encuentro, dicha remontada concluyó y Markieff Morris ponía por delante a los suyos con un triple. Los Suns lograron una ventaja de 5 puntos que poco después Griffin recuperaría y con un cuarto de ensueño para el ex de los Sooners, puso por encima a el equipo de Los Ángeles.  Con uno arriba, los Clippers cometieron falta sobre Green, y este transformo tan solo uno. Estando el marcador empatado, quedaba una última posesión, para Paul, y lo que parecía una entrada fácil acabó en un taponazo de Bledsoe, quien mando el partido a la prórroga.

En la prórroga, los Suns se ponían cuatro arriba a falta de 45 segundos. Redick metió una bandeja y con 29.6 segundos por jugarse, los de Arizona acabaron la posesión sin marcar, dándoles una última oportunidad de ganar a los Clippers. A falta de 5 segundos, los angelinos sacaron de banda, y, tras pase de Paul, Griffin se tiró el que posiblemente sea el buzzer-beater más afortunado de la historia, pues entró tras dar un gran bote en el aro.

Los Angeles Clippers consiguieron, a duras penas, ganar a unos Suns que, de no ser por el increíble buzzer-beater de Blake, hubieran ganado el partido.