Los Clippers se llevan el «derbi» californiano en el día de Navidad

El último partido del día de Navidad enfrentaba a los Warriors contra los Clippers, o lo que es lo mismo, primero contra sexto en la durísima Conferencia Oeste. Un partido con sabor a derbi entre los dos conjuntos californianos, que todavía mantenían cuentas pendientes desde los playoffs de la temporada pasada donde los angelinos eliminaron a los de Oakland en siete partidos.

El partido jugado en el Staples Center de Los Ángeles, comenzó con un ritmo frenético implantado por los Curry, Thompson, Green y compañía. El conjunto de Oakland empezó anotando rápidas canastas en transición durante los primeros minutos de partido, lo que sumado al desacierto de los locales, provocó que se llegase al primer tiempo muerto del partido con un 14-6 en contra de los Clippers. Pero el partido dio un giro con la entrada en cancha de Jamal Crawford. El habilidoso escolta de los Clippers se echó el equipo a las espaldas anotando diez puntos en apenas cuatro minutos de juego y poniendo a su equipo solo dos puntos abajo al final del primer cuarto (18-20)

El segundo cuarto fue un calco del primero. Los Warriors comenzaron dominando el partido a su placer tanto en ataque como en defensa gracias, sobre todo, a los excelentes minutos de Draymond Green. El polivalente jugador Warrior aportaba en ataque con importantes triples y visión de juego, y a la vez se encargaba de frenar a Blake Griffin en la pintura. La superioridad de los de la Bahía les llevó a manejar ventajas superiores a los diez puntos, pero en los últimos minutos del cuarto, los Clippers, seguramente motivados por que Curry se tuviese que sentar en el banquillo debido a la acumulación de faltas, subieron su intensidad en defensa y realizaron rápidos contraataques para acabar la primera mitad con un ajustadísimo 41-42 con ventaja para Golden State.

Tras el descanso se vio a unos Clippers mucho más concentrados e intensos que durante los dos primeros cuartos del encuentro. Chris Paul tomó las riendas del partido y comenzó a marcar el ritmo que mas convenía a su equipo mientras que Blake Griffin se erigió como fuerza dominante en la pintura, justo lo que no había hecho durante los 24 minutos previos al descanso y que su equipo necesitaba como agua de mayo.  En definitva, durante el tercer periodo se vio a un equipo más parecido a los dominantes Clippers del curso pasado. Con todo y con eso, los Warriors no perdieron la cara al partido y afrontando el último cuarto a tan solo un punto de distancia del conjunto de Doc Rivers.

El último cuarto fue una continuación de lo que se parecía vislumbrar durante los terceros doce minutos. Unos Clippers mucho más enchufados e intensos sacaron del partido a Golden State gracias a una excelente defensa. El entramado defensivo de los de Doc Rivers convirtió cada ataque Warrior en una auténtica odisea, hasta el punto de que los de Oakland solo anotaron 16 puntos en los últimos doce minutos.

Esta victoria parece dar alas a unos Clippers que no están mostrando el nivel que se esperaba de ellos al principio de temporada. Por otro lado, los Warriors, como era de esperar, han bajado el altísimo ritmo de hace tres semanas pero se siguen manteniendo a la cabeza de la mejor liga del mundo con 23 victorias y tan solo 5 derrotas.

Los jugadores destacados del partido fueron: Jamal Crawford con 24 puntos en 28 minutos de juego, Chris Paul con 22 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias y Stephen Curry que, aun no siendo su mejor partido de cara al aro, terminó con bueno números (14 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias).

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