LeBron da un toque de atención a sus compañeros

"Debemos mejorar para poder competir cada noche"

La pasada madrugada los Cavaliers perdieron contra los Pistons. Tras el encuentro, LeBron James se acercó a los medios y declaró sin ningún tapujo.

«No somos un muy buen equipo. Todavía estamos buscando nuestro camino en la pista. Hemos ganado algunos buenos partidos y hemos perdido otros, pero ahora mismo, no somos buenos en todos los aspectos del juego que se necesitan para competir cada noche».

Con esta última derrota, los de Cleveland llevan ya doce en lo que va de curso. Su registro es de 18-12 tras 30 encuentros disputados, lo que equivale a un porcentaje de victorias del 60%. Si lo comparamos con el arranque de los Miami Heat en el primer año del Big Three, en esta misma fecha llevaban un récord de 25-9 equivalente a un 74% de victorias, aunque para hacer la comparación más justa, despúes sus 30 primeros encuentros poseían un registro de 21-9 (70%). Es normal pues que James se muestre más que serio cuando se le pregunta por el presente de su equipo y ponga enfásis en el problema.

LeBron se encuentra esta temporada en una situación muy similar a la que experimentó el año de su debut con Miami hace ya cuatro temporadas. En sus primeros meses desde que aterrizó en Miami, aguantó una enorme presión liderando a un equipo casi obligado a ganar el anillo cada temporada, pero ésta disminuyó notablemente cuando los resultados empezaron a llegar. Este año la fase de espera de los resultados se está prolongando más de lo esperado y deseado. Además, el juego de los Cavs, lejos del juego que muestra un campeón en play-offs, va a rachas, encontrando en su calendario semanas en las que vencen todos sus partidos y semanas en las que no ven la luz.

Ya se vió esta misma temporada a un James molesto (si así puede decirse) con el juego del equipo, aunque también autocrítico, asumiendo la responsabilidad del mal juego y resultados del equipo. LeBron no está para «perder» una temporada mientras su equipo se adapta a los nuevos esquemas. Ya han transcurrido dos meses de competición que se suman a la pretemporada, y la mejora que se ha producido en el juego aún no es la que se espera que consigan dado el potencial que se les achaca.

A todo esto, los aficionados se impacientan. Los Cavs se perdieron anoche ante los Detroit Pistons, el equipo con el cuarto peor balance de la NBA esta campaña, y perdieron por 27 puntos un encuentro en casa en el que el Quicken Loans Arena abucheó a sus propios jugadores.

Sin ninguna duda, cuando llegue el final de la temporada, los Cavs estarán entre las 4-5 primeras plazas del Este, y cuando lleguen play-offs serán uno de los rivales a batir. La duda es si van a estar a la altura para vencer a las franquicias revelación que (ante la duda de que se desinflen) presentan candidaturas muy interesantes y a la vez más que bienvenidas en una conferencia Este que lleva muchos años de vacas flacas.

Suceda lo que suceda, lo que está más que claro es que LeBron, Love, Irving y compañía tienen talento suficiente para llegar lejos ya en su primera temporada juntos. La clave para ello es David Blatt, que debe encajar todas las piezas de las que dispone para que juntas puedan ofrecer lo mejor de si.