¿Por qué Marcus Smart no está atacando el aro?
Analizamos en profundidad las posibles causas
Algo que está llamando la atención en el juego de Marcus Smart desde que llegó a los Boston Celtics, y desde la marcha de Rondo especialmente – a causa de los minutos extra que ganó con ella -, es lo poco que está atacando la canasta, ya sea con penetraciones o con juego de pick and roll. Como dato, comparar sus 1.3 drives en 20,7 minutos por partido, con los 2.7 en 11.9 minutos Phil Pressey.
He aquí las posibles respuestas a dicha incógnita:
Porque no sabe
La respuesta del profano en el juego del de Texas será: «Bueno es que igual simplemente no sabe hacerlo, no es su estilo de juego». Pero no, Marcus Smart tuvo en su repertorio, durante todo su periodo universitario, una inmensa colección de combos en ataque: juego de pick and roll, penetraciones a canasta, y nunca le pesó acaparar el balón tanto tiempo como creyera conveniente, todo aquello que echamos en falta en su juego desde que llegó a la NBA. Sirva este vídeo como ejemplo de lo que era capaz de hacer.
https://www.youtube.com/watch?v=YxXictCDDqA
Porque tiene miedo a una nueva lesión
Todos recordamos las imágenes de aquella lesión nada más comenzar la temporada y que le tuvo apartado de las canchas durante casi un mes, por lo que algunos periodistas como Brian Robb han aventurado en su Twitter que quizás sea un miedo a volver a lesionarse sea lo que les está frenando a la hora de jugar más agresivo de cara a canasta.
Pese a que dicha hipótesis puede ser válida, solo explicaría un supuesto miedo a la hora de penetrar, pero no valdría para todas aquellas acciones que exigen conducir el balón sin ningún tipo de riesgo para su integridad, como el juego con sus centers.
Además, queda inmediatamente invalidada por el hecho de que Marcus Smart no está rehuyendo absolutamente de ninguna batalla desde su lesión. Su actitud de pitbull en defensa no ha bajado un ápice, ni siquiera cuando le ha tocado bailar con jugadores bastante más potentes físicamente que él. En adición, decir que tampoco se cortó un pelo en mantener una lucha encarnizada con uno de los jugadores más peligrosos (en el más duro y bonito sentido del término) de la liga, DeMarcus Cousins, que acabó con la expulsión de este último cuando se cansó de Smart y acabó por tirarlo al suelo.
De hecho, al rookie le faltó tiempo para levantarse e irse directo a buscar al gigantesco jugador de los Sacramento Kings (hay cosas que van implícitas en la camiseta, tú no eliges ser un Celtic, los Celtics eligen quién vale para ello).
Porque no quiere ir a la línea de libres
Otro factor puede ser que Smart no esté atacando demasiado el aro porque sería contraproducente para su juego. No solo por las escasas posibilidades de éxito que suele tener esta jugada para los bases de poca estatura, sino porque en caso de recibir una falta y acabar en la línea de tiros libres, los resultados no iban a ser los esperados. Vamos, que no tiene la habilidad de, por ejemplo, Harden para provocar faltas a los adversarios, estando seguro de que va a anotar los dos tiros posteriores.
Pero las estadísticas también rebaten esta hipótesis. El base/escolta está lanzando con un 69% de acierto desde la línea de personal. Si bien no es de los mejores de la liga, es un porcentaje más que aceptable, demasiado alto como para que un jugador deje de atacar el aro solo por no tener que enfrentarse a sus demonios de 15,09 pies; como era el caso de Rajon Rondo.
Solo lleva un mes en la NBA
La Navaja de Ockham, amigos míos. Quizás todo se reduzca a algo tan simple como que es un rookie que, además, solo lleva un mes jugando con sus facultades al 100% desde su lesión, y que necesite tiempo en la liga para adaptar su juego a la misma. Esperemos que sea esto, y las repeticiones y la experiencia le vayan sacando de esta etapa tímida de su juego.
Desde luego, si hay un momento para dejar de ser tímido es este. Con las salidas de Rajon Rondo y de Jeff Green del equipo, el mensaje de Ainge está claro: este es tu equipo, tienes todo el tiempo y el espacio del mundo para hacer algo grande, si no, no me temblará el pulso para traspasarte.
Uno nunca se tienen las suficientes segundas rondas.