Chandler Parsons guía a los Mavericks a una nueva victoria
Dallas Mavericks 98 - 75 Minnesota Timberwolves

Dos equipo con mentalidades diferentes, con aspiraciones diferentes este año y con plantillas opuestas en cuanto a experiencia y competitividad. Aún así, Timberwolves y Mavericks se encontraban en la madrugada de ayer en el Target Center para que los locales, los Wolves, intentaran la machada, mientras que para los Mavericks se trataba de un must win para seguir aspirando a escalar posiciones en el Oeste. Además, Pekovic y Kevin Martin volvían a estar activos en el roster para los Wolves, y el primero participaría ya en el encuentro, muy buenas noticias para los aficionados de los Timberwolves.
Los locales empezaron muy enchufados y activos en defensa, especialmente un Thaddeus Young que salió como una locomotora y mediado el primer cuarto ya llevaba 8 puntos y varias buenas defensas sobre Nowitzki. Pero los Mavericks saben mucho de esto y supieron aguantar el marcador sin problemas, esperando su oportunidad para establecer un parcial favorable. A falta de 3 minutos entró Nikola Pekovic a pista, recibiendo una gran ovación por parte del público local después de más de dos meses lesionado. Aún así, los Mavericks se marcharon al descanso entre cuartos arriba en el luminoso, ya que éste marcaba 24-21 para los visitantes.
Dallas empezó fuerte desde el triple el segundo cuarto, y rápidamente abrió una ventaja de unos 10 puntos, gracias a buenos parciales favorables a sus intereses. A partir de ahí, entre el alemán y sobretodo un Parsons On Fire se dedicaron a mantener e incluso ir aumentando esa ventaja de la que disponían, y un equipo joven y precipitado como los Wolves no podían hacer nada para parar dicha avalancha de juego. Para cuando los primeros 24 minutos llegaron a su fin, la ventaja ya era muy favorable a los Mavericks, mostrando el marcador un 59-38 a su favor.
La vuelta de vestuarios no trajo ninguna novedad al partido. Las diferencias siguieron manteniéndose e incluso aumentando ligeramente, ya que mediado el cuarto el marcador era de 70-45 para los Mavericks. Las cosas no cambiaron en los minutos restantes del cuarto. Los Wolves lo intentaban una y otra vez por mediación de Mo Williams, Wiggins o Pekovic, pero los Dallas seguían amartillando desde la línea de tres puntos y no permitían ningún acercamiento a menos de 20 puntos. Así, el marcador reflejaba un 75-57 a falta de 12 minutos.
El inicio del último período mostró claramente qué aspiraciones tienen ambos equipos esta temporada. Mientras que los Wolves, por debajo en el marcador, sacaron a los más jóvenes y a Pekovic para darles minutos, coger confianza y seguir desarrollándolos (en el caso de Pekovic, para que coja forma), los Mavericks, con el partido ganado, siguieron con casi todos los titulares luchando cada balón y jugando con intensidad, prueba de que Carlisle los quiere concentrados para lo que tiene que llegar para ellos al final de la liga regular. No fue hasta mediado el cuarto cuando salió todo el fondo del banquillo a pista, muestra de que el partido estaba más que terminado. El marcador finalmente fue de 98-75.
En los Timberwolves destacó sobretodo un Thaddeus Young que aportó en todas las facetas del juego, 14 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias para él. También estuvieron bien Wiggins con 18 puntos y Pekovic, que en su vuelta a las pistas anotó 14 puntos.
Los Mavericks, por su parte, tuvieron a un faro en forma de alero llamado Chandler Parsons, que anotó 22 puntos (19 en la primera mitad, donde se cimentó la victoria). Dirk Nowitzki le ayudó con 16 puntos y 9 rebotes. Los suplentes Dwight Powell y JJ Barea también contribuyeron activamente a la victoria, el primero con 10 rebotes y el segundo con 10 asistencias.