Analizamos la situación del Montakit Fuenlabrada

Trece finales para un objetivo: la permanencia

(Foto de Emilio Cobos / Baloncesto Fuenlabrada)
(Foto de Emilio Cobos / Baloncesto Fuenlabrada)

El Montakit Fuenlabrada llega al parón de la Copa del Rey en la decimosexta plaza, recién salido de los puestos de descenso tras ganar el pasado fin de semana al Movistar Estudiantes. Sin embargo, esa posición es todavía engañosa pues el equipo solamente tiene 5 victorias en su haber, las mismas que los dos últimos clasificados de la tabla, lo cual les obliga a ofrecer su mejor versión en lo que resta de campaña para garantizar otro año más en la máxima categoría.

Cuando uno mira los rankings individuales quizás se extrañe viendo al equipo descolgado de la zona media. Su principal estrella, Andy Panko, es líder en anotación donde promedia 18.1 puntos por partido (¡con casi 4 puntos de diferencia con el segundo!) y también en valoración con 18.5 de media. Además, Deji Akindele es el segundo máximo reboteador de la liga, solamente por detrás de Walter Tavares en un aspecto donde el equipo ha flaqueado desde que terminara la era Ayón. Akindele ha sido jugador de la jornada en la 16 y MVP del mes de Enero, mientras que Panko ha sido jugador de la jornada dos veces (en la 12 y 21), además de MVP del mes de Diciembre.

Y es que la mayor virtud del equipo ha sido a la vez su mayor defecto: la dependencia de individualidades. El trío Panko-Burtt-Akindele promedia 43.6 puntos de los 71.7 del total de la plantilla activa. A Casimiro le gustaba dar minutadas muy altas a sus hombres de confianza y fue destituido cuando el equipo alcanzó un balance de 3-13. Ahora parece que el nuevo entrenador, Hugo López, pretende dar mayor descanso a las figuras del equipo, a la vez que exige de los jugadores en rotación un mayor rendimiento mientras disfrutan de más minutos en pista.

Pero los cambios no se han quedado en la dirección del banquillo. Buscando acabar con la Panko-dependencia, el equipo ha realizado cambios en la plantilla desde el arranque de la temporada. Hace 11 jornadas llegaba Steve Burtt, un escolta tirador explosivo que ha mostrado fugazmente lo que puede hacer (como muestra los 29 puntos que le endosó a Estudiantes la semana pasada), pero que se ha mostrado irregular con su juego.

Se marcharon Papamakarios y Jimmy Baron, precisamente el escolta americano era una de las piezas principales para este proyecto pero no rindió en ningún momento al nivel esperado y abandonó el equipo abonando su cláusula para jugar en Turquía. La semana pasada debutaba Branko Cvetkovic para aportar un hombre fuerte a la rotación, con buena defensa y buen tiro. Y por último, esta misma semana se confirmaba la incorporación de un nuevo base: Josh Mayo, procedente del Torku que cubrirá la baja de Andrés Rodríguez. El puesto de base ha sido uno de los más criticados a la hora de planificar la plantilla pues tanto Alberto Díaz como Dani Pérez son jugadores jóvenes y con todavía poca experiencia en la liga. Se espera que Mayo asuma un mayor peso anotador desde la dirección, a la vez que aporte una mayor solidez con su experiencia.

El mismo Mayo, recién llegado, se mostraba convencido de que el equipo lograría su objetivo:

“La primera sensación es que el equipo tiene voluntad de trabajar duro y jugar juntos, esto es fundamental porque la química en el grupo es importantísima. Los jugadores tenemos que seguir al entrenador y funcionar como equipo”

No es el único que cree en las posibilidades de que el equipo siga mejorando. Los jugadores, cuerpo técnico y directiva se mostraban convencidos de que con el apoyo de la afición, victorias como la del sábado no tardarán en repetirse.

Tras las casi dos semanas de descanso que supone el no ir a la Copa del Rey, quedarán 13 jornadas para que los cambios efectuados surtan efecto, Fuenlabrada mejore los resultados conseguidos hasta ahora y logre certificar su presencia en la liga un año más.